Consulta popular: ¿Auditada?
ACTUALL: La consulta popular del pasado domingo en Venezuela hizo que uno de nuestros suscriptores, Justo Paz, se preguntara en la edición de este miércoles quién había verificado el recuento de votos.
A su juicio, este boletín actuó incorrectamente al dar por buena la participación de más de siete millones de personas en una consulta no reconocida por el Gobierno de Nicolás Maduro.
Desde Venezuela, Blanca Arape escribe el siguiente testimonio, a modo de réplica:
Durante la consulta popular del domingo fui observadora. Admiro la capacidad de organización de la sociedad civil. Lo hice en Maracaibo, Estado de Zulia. Durante la votación no hubo ninguna incidencia. Estaban como garantes tres profesores de la Universidad del Zulia. La gente votó tranquilamente, y fueron testigos del recuento de las papeletas, acto que se realizó con la presencia de los garantes, de representantes de partidos políticos y de los votantes. Se contaron 6110 papeletas, con dos nulas. Todas por el “sí”, con unas pocas excepciones que marcaron “no” a algunas de las preguntas, pero prácticamente todas marcaban el “sí” a las tres preguntas.
Lo que se demostró es que la sociedad civil organizada no necesita ni de los rectores del Consejo Nacional Electoral, ni de los militares. Además, que por lo visto, el voto manual es más pulcro, y se saben más rápido los resultados que cuando lo hace el Consejo Nacional Electoral con sus computadoras.
Fueron 7.600.000 votos en paz y por Venezuela.
Atentamente de ustedes,
Blanca Arape
Jaime M., desde Venezuela:
Hola, Victor,
Justo Paz se asombra del cómputo «tan rápido» de los votos del plebiscito del domingo. Claro, la cuenta la llevaron a cabo gente que trabaja y sabe contar, todo lo contrario de los burócratas del Consejo Nacional Electoral, que se tardan muchísimo tiempo en dar los resultados para manipularlos y amañarlos a conciencia (toda Venezuela sabe de esos manejos).
Quienes vimos cómo dieron la noticia en la televisión nos reímos mucho.
Mezclaban imágenes reales del plebiscito con otras del simulacro del Gobierno, adonde acudió tan poca gente que ni el propio Maduro se hizo presente en él.
Las «multitudes» que –dice– votaron hasta la noche, no las vimos ni durante el día.
La rapidez con que se organizó todo por parte de la oposición hizo imposible instalar todas las mesas de votación. Se calcula que un 25% de ellas no pudieron ser instaladas en los pequeños pueblos del interior del país. De haber sido posible, los resultados hubieran sido aún más apabullantes.
Saludos, Víctor
Jaime M.