Democracia y Política

Conte enfrenta el voto de confianza en el Senado sin apoyos para la mayoría absoluta

Los números oscilan entre 155 y 159. Esta mayoría relativa le permitiría seguir al frente del ejecutivo, pero sería más frágil aún que el actual

Preocupado por una crisis de gobierno difícil de explicar, el primer ministro Giuseppe Conte ha hecho un llamamiento para que el Parlamento haga una política para los ciudadanos o se corre el riesgo de que los partidos se queden al margen y surja «la rabia y enfrentamiento violento». Después de haber ganado ayer la primera parte de un partida decisiva para el futuro de Italia, con el voto mayoritario de la Cámara de Diputados (321 a favor y 259 en contra), el primer ministro está teniendo en el Senado la prueba más difícil para obtener la confianza y seguir al frente del gobierno.

En un discurso de una hora, Conte ha querido romper con el pasado. Dijo que «nada será como antes» después de esta crisis de gobierno abierta el pasado miércoles por el líder de Italia Viva, Matteo Renzi, que abandonó la coalición, hoy formada por el Movimiento 5 Estrellas, Partido Democrático y Libres e Iguales. Conte ha vuelto a atacar a Renzi y cerrarle las puertas en la negociación del próximo gobierno: «Les aseguro que es complicado gobernar con quienes continuamente socavan un equilibrio político logrado pacientemente por las fuerzas mayoritarias. Sirven mujeres y hombres capaces de huir del egoísmo. Necesitamos personas dispuestas a reconocer la importancia de la política. La política es la más noble de las artes y el conocimiento, si se dirige al bienestar de los ciudadanos». «Cuando la política desaparece –añadió–, se corren el riesgo de quedar al margen o, peor aún, llevar a la rabia o al enfrentamiento violento».

Ante una crisis de gobierno que nadie entiende y que daña la imagen de Italia en Europa (como ha reconocido Conte) porque se produce en medio de una pandemia y de una grave crisis económica, el primer ministro se ha preguntado: «¿Realmente había necesidad de esta crisis? Con esta crisis –ha añadido– toda la clase política corre el riesgo de perder el contacto con la realidad».

Conte, que está empeñado desde hace días en una desesperada caza de parlamentarios de otros grupos para que apoyen su gobierno, ha centrado su discurso en el llamamiento a los que «tienen en el corazón el destino de Italia». «Necesitamos un gobierno y fuerzas parlamentarias dispuestos, conscientes de las dificultades que atravesamos y de la delicadeza de la tarea». Como llamar tránsfuga al parlamentario que cambia de chaqueta es un término despectivo, utilizó la palabra «volonterosi» (dispuestos, con voluntad). Teniendo en cuenta que Conte ha hablado de que «estamos en guerra contra el coronavirus», seguramente se inspiró para el término «volonterosi» en la decisión de George Bush cuando formó en el 2003 con el apoyo de diversas naciones una alianza que llamó «coalición de la voluntad», para derrocar al presidente iraquí Saddam Hussein.

Apoyo de europeístas

El primer ministro relanzará esta operación de caza de «volonterosi» en los próximos días, porque muchos de los posibles interlocutores, tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado, han decidido esperar para ver qué pasos da Conte y qué les ofrece. Su precio será alto. De momento, en su intervención en el Senado, y ayer en la Cámara de Diputados, les prometió una ley electoral proporcional, destinada fundamentalmente a los parlamentarios de centro que navegan en pequeños partidos.

Conte ha pedido en particular el apoyo de las fuerzas europeístas: «liberales, populares y socialistas». Sin duda, el fraccionamiento del futuro Parlamento italiano estará garantizado, lo que no favorecerá la estabilidad política. El propio Giuseppe Conte podría formar su propio partido, que se denominaría «Insieme» (juntos). Las encuestas le dan entre 10-12 % de votos, si las elecciones se celebraran hoy, votos que fundamentalmente obtendrá de los electores del Partido Democrático y Movimiento 5 Estrellas.

El debate parlamentario continuará a lo largo del día, concluyendo en la tarde-noche con la votación de confianza a Conte. Será muy difícil que el primer ministro obtenga la mayoría absoluta de 161 votos. Los números oscilan entre 155 y 159. Esta mayoría relativa le permitiría a Conte seguir al frente del ejecutivo, pero sería más frágil aún que el actual. En varias comisiones parlamentarias la coalición quedaría en minoría y se complicaría la acción del gobierno.

Si Conte obtiene la confianza, como se espera aunque con mayoría relativa, logrará un récord: Nadie en los últimos 50 años ha encabezado tres gobiernos, salvo Giulio Andreotti y Silvio Berlusconi; pero ciertamente ninguno como él: tres gobiernos en menos de tres años. Para Conte será una victoria pobre, porque la crisis lo ha debilitado y gobernará con dificultad. En realidad, toda la clase política italiana sale perdedora de esta crisis. Así lo ha dicho el filósofo y politólogo Massimo Cacciari, exalcalde de Venecia: «Es una clase política en bancarrota».

 

 

 

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