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Crece la polémica sobre la identidad de Clandestinos

Los reporteros de '14ymedio' hicieron un recorrido por La Habana para ubicar los bustos afectados

La duda, la polémica y la pasión rodean a Clandestinos, un grupo anónimo que, a través de las redes sociales, asegura haber vertido sangre de cerdo sobre varios bustos de José Martí en La Habana. El Gobierno dijo haber detenido a dos de sus integrantes este miércoles, pero la organización asegura que no conoce a los apresados.

El diario oficial Granma publicó este miércoles que la policía detuvo a Panter Rodríguez Baró, de 44 años y «con múltiples antecedentes policiacos», y Yoel Prieto Tamayo, de 29 años, «los autores de la profanación de algunos bustos del Apóstol José Martí», pero sin mencionar el nombre del grupo.

«El agravio se denunció como una sucia maniobra mediática para hacer creer que en Cuba existe un clima de inseguridad y violencia», sostiene la nota, que fue leída en el noticiero de la televisión.

La información leída en el Noticiero Estelar cuestionó también la celeridad con que la noticia se difundió en redes sociales y medios independientes. «Las fotos que mostraban los bustos del héroe nacional cubiertos por sangre de cerdo fueron hechas públicas a través de internet en muy breve tiempo después de su realización», apuntó el texto. «De ellas se hicieron eco varios medios alternativos que están al servicio de quienes buscan orquestar mentiras contra la realidad cubana».

 

Clandestinos desmintió inmediatamente cualquier relación con los detenidos. «No conocemos a esas personas. Ningún miembro de nuestra organización ha sido detenido»

 

Clandestinos desmintió inmediatamente cualquier relación con los detenidos. «No conocemos a esas personas. Ningún miembro de nuestra organización ha sido detenido», dijo, por escrito y sin revelar su identidad, uno de sus supuestos integrantes en un intercambio con 14ymedio y el Nuevo Herald.

«No somos un grupo político», agregó el presunto miembro de Clandestinos, que reivindicó que viertan «sangre de cerdo» sobre Martí porque su imagen «ha sido muy manipulada por la dictadura».

«Martí ha sido ultrajado al usar su nombre para el oprobio contra el pueblo, para el abuso», añadió. Según su versión, el grupo escogió la figura de Martí porque «es amado por todos los cubanos».

«Es nuestro héroe nacional, nuestro apóstol, y cualquier acción con su figura tiene gran impacto», agregó.

Desde inicios de este año, los internautas cubanos debaten si sus acciones se enmarcan dentro de la protesta o el vandalismo, o si es una estrategia de la omnipresente Seguridad del Estado para justificar la represión contra los disidentes, pero hasta el momento hay pocas evidencias y escasos testigos.

Un recorrido realizado por 14ymedio por varios lugares donde Clandestinos asegura haber realizado acciones deja muy pocas certezas. El día 4 de enero, la valla ubicada a un costado de la rotonda de la Ciudad Deportiva, en la que se ve el rostro de José Martí, Fidel Castro y Lázaro Peña, no mostraba intervención alguna ni trazas de haber sido cambiada aunque dos días antes en un video de Clandestinos se veía con una mancha roja.

 

Busto de José Martí a las afueras del Ministerio de Transporte, a la izquierda foto tomada por Enrique Sánchez el 1 de enero y a la derecha una imagen de 14ymedio el 4 de enero. (14ymedio)
Busto de José Martí a las afueras del Ministerio de Transporte, a la izquierda foto tomada por Enrique Sánchez el 1 de enero y a la derecha una imagen de 14ymedio el 4 de enero. (14ymedio)

No fue posible localizar un busto con sangre en un periplo por los alrededores del Estadio Latinoamericano, donde el grupo dijo haber vertido sangre sobre una de estas esculturas. En los alrededores de la estación de Policía de la calle Infanta próxima a Manglar tampoco había rastros de acción alguna dos días después.

Los intentos por obtener de Clandestinos las ubicaciones precisas de los bustos manchados no han servido para localizarlos, además, las autoridades pueden haber limpiado y pintado muchos de ellos tras el tiempo transcurrido.

El grupo toma su nombre de una película de Fernando Pérez que aborda la lucha clandestina contra el régimen de Fulgencio Batista y es precavido para no dar detalles que permitan identificar a ninguno de sus componentes. Uno de sus integrantes apareció en un vídeo publicado en Facebook pero cubierto con una capucha y a la prensa solo le responden a través de chats y con parquedad.

La prensa oficial cubana ha dado rienda suelta a su indignación pero ha sido muy parca en materia de información sobre los hechos, incluso en la nota de la detención. El personal de las revistas Bohemia y Verde Olivo, cuya redacción está cerca de los edificios más emblemáticos del poder en La Habana, protagonizaron el lunes un acto de rechazo a Clandestinos, llamándolos «contrarrevolucionarios», «viles» y «apátridas».

Según Bohemia un busto de Martí realizado por el ahora fallecido escultor cubano José Delarra tuvo que ser restaurado tras la acción del grupo, pero no mostraron fotos de la acción.

Vagas columnas de opinión, textos de reivindicación alrededor de la figura del héroe nacional, referencias a las sanciones previstas en el Código Penal contra quienes «no merecen ser llamados cubanos» han aparecido en medios como Cubadebate y Granma y han sido replicados por miembros del Gobierno, incluido Miguel Díaz-Canel.

Clandestinos afirma que ese es su mayor reconocimiento. «¿Cómo van a protestar por algo que no ha pasado?», señalan ante la incredulidad de muchos cubanos que piensan que se trata de un bulo o un fotomontaje en las redes sociales.

El anonimato ha facilitado que personas que no tenían inicialmente vínculos con Clandestinos se hayan unido a la causa, ya sea siguiéndolos o, incluso, imitándolos. En algunos muros de Facebook se comparte el lema «todos somos clandestinos» colocando al grupo en la tesitura de tener que reivindicar o negar acciones que se puedan llevar a cabo de manera independiente.

 

«Queremos enviar un mensaje a la dictadura: esto es guerra. Estamos cansados de bajar la cabeza. Y al pueblo el mensaje es claro: llegó la Hora (sic)», dijo el supuesto representante de Clandestinos

 

«Queremos enviar un mensaje a la dictadura: esto es guerra. Estamos cansados de bajar la cabeza. Y al pueblo el mensaje es claro: llegó la Hora (sic)», dijo el supuesto representante de Clandestinos.

La organización cuenta con miembros en Cuba y el exilio, agregó el vocero, pero se negó a revelar la cantidad de militantes. Eso sí, dijo que en su mayoría se trataba de jóvenes que estaban «cansados de la dictadura».

Uno de los pocos testigos de la acción de Clandestinos ha sido el meteorólogo Enrique Sánchez. «Andaba por la zona del Ministerio de Transporte y me llamó la atención que estuviera el busto manchado, vandalizado», dijo Sánchez en declaraciones a este diario.

«Fue el primero de enero, en horas de la tarde cuando lo vi. El hecho me indignó y por ello tomé la foto, para quejarme en Twitter por la impunidad con la que se hizo», agregó. Sánchez aseguró que no está de acuerdo con «mancillar símbolos nacionales como modo de protesta».

Poco después, este diario pudo confirmar que el busto había sido limpiado, vuelto a pintar y habían colocado una ofrenda floral a sus pies.

Desde Miami, donde se encuentra de visita, el opositor Guillermo Fariñas habló sobre el tema con el canal América Noticias. El disidente mostró un intercambio de mensajes que sostuvo con un internauta que se identificó como miembro del grupo. «Lo que hacen es ejercer el derecho a la rebelión», dijo el galardonado con el Premio Sájarov del Parlamento Europeo.

«Es un grupo que no usa los mismos métodos no violentos nuestros», aclaró Fariñas. «Otros opositores y yo vamos por un sendero, pero el derecho a la rebelión existe y ellos pueden ir por senderos de otro tipo».

 

Busto de José Martí en las afueras de la Estación de Policía del Cerro, uno de los lugares que señaló Clandestinos en sus acciones. (14ymedio)
Busto de José Martí en las afueras de la Estación de Policía del Cerro, uno de los lugares que señaló Clandestinos en sus acciones. (14ymedio)

 

Por su parte, para el periodista y director de la revista Tremenda Nota, Maykel González Vivero, «el problema son los bustos, lo que está vivo se defiende solo», según escribió en su cuenta de Facebook. «Una cosa es Martí, criticable por otra parte, y otra los bustos, los pedestales, que hablan de quien los erige, ni siquiera del propio Martí, y son cosa muerta», añadió.

El opositor Antonio González Rodiles critica el movimiento Clandestinos. «En una época donde al régimen le va resultando imposible ocultar a la oposición, le vendrá de maravilla elementos para mostrar a una marginal, chusma, vandálica, incapaz… Siempre ha trabajado esa línea», escribió en su perfil de Facebook. Varios seguidores del disidente dijeron que podría tratarse de una provocación orquestada por el Gobierno.

En las últimas décadas han sido frecuentes en Cuba las pintadas en muros y fachadas denunciando la actuación de las autoridades con lemas como «Abajo Fidel» o «Abajo Raúl». Sin embargo, las intervenciones alrededor de la figura de José Martí han estado más circunscritas a la escena artística.

A inicios de 2018 se desató una intensa polémica en torno a la censura del filme Quiero hacer una película, del realizador Yimit Ramírez. El Instituto Cubano de Artes e Industria Cinematográficos (ICAIC) retiró la cinta de la Muestra Joven ICAIC porque uno de los personajes «se expresa de forma inaceptable» sobre José Martí, al que califica de «mojón» y «maricón».

«No es algo que pueda admitirse simplemente como expresión de la libertad de creación», añadió la institución en un comunicado publicado en su muro de Facebook, que avivó el debate sobre la santificación de la figura de Martí.

 

 

 

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