Cuba: La errática rectificación de Machado Ventura
Ataviado con sombrero para protegerse de los rayos de sol, José Ramón Machado Ventura explicó en su discurso por el 26 de julio que los cambios a introducir en el modelo cubano «se dirigen a consolidar nuestro socialismo, a hacer más próspero y sostenible». El orador principal en el acto de esta mañana en Sancti Spíritus se percató de inmediato que había omitido el pronombre enclítico «lo» junto al verbo hacer y rectificó, pero introdujo un nuevo error: «A hacerlo más próximo y sostenible».
Para alegre confusión de quienes no se percataron del desliz gramatical inicial, el vicepresidente transmitió la impresión de que no había querido decir próspero, sino próximo. La corrección se convirtió de esa manera en un problema político, porque si algo saben los cubanos es que el socialismo prometido «sin prisa, pero sin pausa» podrá ser cualquier cosa o tener innumerables singularidades, pero no está para nada próximo.
Quizás, más adelante, Machado Ventura argumente que la pifia obedece a los deseos que tiene «todo revolucionario de alcanzar la meta por la que ha luchado». Sin embargo, la sutil equivocación, que no aparecerá en la versión del discurso publicada por el diario Granma, quizás haya puesto a pensar a los oyentes en el controvertido tema de los plazos para cumplir ciertas promesas.
El socialismo prometido «sin prisa, pero sin pausa» podrá ser cualquier cosa o tener innumerables singularidades, pero no está para nada próximo
Al menos tres generaciones de cubanos han presenciado por años las conmemoraciones alrededor de aquel fatídico 26 de julio de 1953, una fecha luctuosa que ha sido catalogada -con desfachatez- como «el día más alegre de la historia» en el estribillo de una pésima tonada.
Durante décadas, los discursos interminables que Fidel Castro pronunciaba en los actos alusivos a aquella inmolación de jóvenes eran esperados como el momento en que se anunciaban «las buenas nuevas«. Sobre la tribuna y con el dedo índice en alto, profetizaba un futuro luminoso para el país y convencía a su auditorio de la inevitable y cercana materialización de la utopía.
Sin embargo, aquellos tiempos han pasado y hoy el modelo de socialismo que se debate entre «cientos de miles de militantes del Partido y de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), y representantes de todos los sectores de la sociedad» a partir de los documentos emanados del VII Congreso del Partido Comunista, no da señales en la práctica de que vaya a traer prosperidad, ni parece ser sostenible a largo plazo.
El más importante saldo del discurso del vicepresidente radica en sus omisiones, más que en sus afirmaciones
En cambio, como «próximo» solo se avizora el retorno de las dificultades económicas calificadas ahora de coyunturales y que caracterizaron los años más difíciles del Período Especial. Estas limitaciones materiales nunca han desaparecido completamente de la vida cotidiana, pero podrían empeorar dado el descalabro de Venezuela y la disfuncionalidad económica del modelo nacional.
Machado Ventura se refirió este martes a esas conquistas a las que hubo que renunciar «temporalmente» en la etapa más aguda del Período Especial, pero indicó con optimismo que «hoy están recuperadas prácticamente todas», mientras que «algunas correspondían a aquel momento histórico y no sería racional restablecerlas». Habló también de otras conquistas, a las que no enumeró, que «están en una fase cuantitativa y cualitativamente superior a la de aquellos años».
El más importante saldo del discurso del vicepresidente radica en sus omisiones, más que en sus afirmaciones. El hombre que es visto como un ortodoxo recalcitrante evitó descifrar el enigma que atormenta ahora mismo a millones de cubanos y que hubieran convertido en histórica a su sosa alocución. ¿El Período Especial terminó o solo estábamos atravesando por una fase menos aguda? ¿Es la crisis actual una nueva etapa en la caída crónica del sistema o la evidencia del «próximo» final del castrismo?