“Dejan a músicos sin trabajo pero siguen los burócratas», se lamenta Silvio Rodríguez
El cantautor pide al Gobierno cubano dar impulso a la pequeña empresa privada
Silvio Rodríguez, uno de los escuderos más internacionales de la Revolución, ha convertido desde hace tiempo su blog Segunda Cita en un lugar desde el que suscita intensos debates a partir de sus comentarios críticos contra ciertas decisiones del Gobierno.
Al margen de su defensa del régimen, el trovador no ha dudado en arremeter contra las autoridades en varias ocasiones puntuales, como la retirada de la credencial de prensa al periodista uruguayo Fernando Ravsberg, la represión sobre la marcha LGBTI en 2019 en La Habana o, incluso, la inclusión de Radio Progreso en una lista negra.
Desde que ha comenzado el año, el diario online del músico hierve con intensidad contra la Tarea Ordenamiento, y mueve debates económicos en los que sus seguidores no se arredran a la hora de denunciar los errores o negligencias de las autoridades. Rodríguez ya ha publicado tres textos en lo que va de año en los que se critica la forma en que se han tomado las decisiones desde la cúpula gobernante y en los que se aboga, muy claramente, por dar impulso a la pequeña empresa privada.
«Algunos en nuestras ‘alturas’ le tienen mucho miedo a que la gente prospere, haga dinero, se convierta en una fuerza con opiniones propias y ponga en peligro la repartición de poderes establecida»
«Algunos en nuestras ‘alturas’ le tienen mucho miedo a que la gente prospere, haga dinero, se convierta en una fuerza con opiniones propias y ponga en peligro la repartición de poderes establecida», asevera sin tapujos el propio músico. «La mayoría de los economistas se quejan de que, paralelamente a las últimas medidas, se debieron autorizar las pymes y fortalecer zonas del sector privado (yo siempre he dicho que hay que hacerlos cómplices, creo que con muchos puede ser), pero los ‘que nadie toque nada, yo solo puedo tocar’ parecen repudiar eso. ‘Miedo a perder el manojo’, dicen algunos».
Así de contundente se muestra en medio de una retahíla de más de 240 comentarios al post en el que reproduce un artículo del escritor y periodista Giordan Rodríguez Milanés, en la órbita del oficialismo hasta su salida de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), titulado El drama inconcluso de X y el Estado cubano. En el texto habla del desamparo de muchos artistas que pasan a ser trabajadores por cuenta propia a partir del ordenamiento, lo que los deja fuera de algunos derechos que tienen los trabajadores estatales aunque hayan pasado su vida pagando al Estado para que los represente.
Decenas de seguidores del trovador han aprovechado el mensaje para protestar hasta la indignación contra políticas del Gobierno que consideran desacertadas, empezando por el propio Silvio Rodríguez, que no tiene el menor empacho en decir: «Dejan a músicos sin trabajo pero todos los burócratas siguen detrás de sus burós».
Aunque son varias las personas que disienten ligeramente o sostienen que hay países en los que los trabajadores están peor, el autor del texto interviene para seguir manifestando sus opiniones y replica que en Cuba se enseñó al pueblo a que el Estado y sus dirigentes pensaran y decidieran por él mientras se repartían subvenciones, acostumbrándolo a vivir sin tener en cuenta los costos de esas gratuidades.
El debate también se abre a los monopolios, con intervenciones en las que se afirma que la competencia mejoraría la calidad de la oferta. «La única manera de mejorar la calidad del pan es que la gente compre otro pan mejor por 1 peso. Ni miles de auditorías o controles estériles o corruptos harán que en Cuba los panaderos te hagan por 30 días consecutivos un pan mejor», aporta un seguidor del cantautor.
Otro señala: «Hasta 2020 el Estado financiaba la ineficiencia de la empresa estatal. A partir del 2021 el Estado decide no hacerlo más y poner esos recursos directamente a disposición de la población a través del incremento de sus ingresos. Pero la empresa estatal, con sus controles casi monopólicos en la mayor parte de las actividades, ha optado por buscar una nueva forma de financiamiento de su ineficiencia (y ¡ojo! porque la ineficiencia enmascara casi siempre corrupción a diferentes niveles) a través de los aumentos indiscriminados de precios».
«¿Qué me compraré? (…) ¿Dónde me lo compraré? Esto habida cuenta que casi todo estaba cerrado, y lo que estaba abierto no tenía nada que vender. ¿Formará esto parte del Ordenamiento? ¿Será coyuntural o permanente?»
«Mientras no se liberen las fuerzas productivas a través de permitir la creación de pequeñas y medianas empresas y los precios se controlen a sí mismos mediante la competencia, no desaparecerá la ineficiencia empresarial, no aumentará la productividad, no se generarán más riquezas», añade uno más.
Lo elevado de los precios o la calidad no es lo único que se pone de manifiesto en la infinidad de comentarios del blog del otrora paladín del régimen. La ausencia de productos también ha entrado en el debate: «¿Qué me compraré? (…) ¿Dónde me lo compraré? Esto habida cuenta que casi todo estaba cerrado, y lo que estaba abierto no tenía nada que vender. ¿Formará esto parte del Ordenamiento? ¿Será coyuntural o permanente?»
El autor del texto inicial se muestra implacable en sus opiniones contrarias a las autoridades en los comentarios a su propio artículo, en los que interactúa para replicar a quienes defienden tímidamente la forma en que el Gobierno ha desarrollado la Tarea Ordenamiento. Después de una larga parrafada de indignados reclamos, finaliza su mensaje con estas palabras: «Mejor lo dejo aquí y no sigo. Que ya estoy otra vez sin saldo para internet. Adelante, distinguidos compañeros y compañeras: sigan acabando con el país».
Tras este mensaje, Rodríguez volvió a animar el debate con un nuevo post, publicado el domingo. En este caso, el artículo es del sociólogo Ricardo J. Machado y se titula ¿Tarea ordenamiento versus realidad? Aquí, el autor disculpa los errores cometidos en la implementación del proceso, por las dificultades que entraña, e insta al Gobierno a escuchar muy atentamente las demandas de la población para ir rectificando sobre la marcha. Pero no se pone de perfil a la hora de alertar de las graves repercusiones si no se abre la mano a los pequeños privados.
«Hay que atarle las manos a la burocracia y no permitir que un gobierno paralelo haga de las suyas. El 8º Congreso del PCC tendrá la palabra. Podría ser la última»
Según Machado, el Gobierno debe poner en marcha una reforma que dé impulso a las pymes, flexibilización en la gestión cooperativa y «la ansiada autonomía de las empresas estatales que la burocracia intentará sabotear bajo cuerda». Y continúa: «Murillo afirma que el número de empresas estatales que podrían quebrar es de unas 450. Según mi experiencia serían el doble, casi llegando a mil. La falta de preparación gerencial y el adormecimiento mental de muchos de nuestros empresarios, como resultado de casi 60 años de estructura vertical autoritaria, es muy difícil de superar a corto plazo».
Además, el autor hace una seria advertencia al final del texto: «Hay que atarle las manos a la burocracia y no permitir que un gobierno paralelo haga de las suyas. El 8º Congreso del PCC tendrá la palabra. Podría ser la última».
Rodríguez, menos prolijo en sus comentarios a este post, ha aprovechado la publicación para transmitir el mensaje textual de un jubilado que no puede asumir el gasto de electricidad y exige al Gobierno que haga caso. Además, no ha dejado pasar la oportunidad de responder al texto discreta pero claramente: «No logro entender cómo ese problema no se ha resuelto, partiendo de la frase mil veces repetida de ‘pensar como país’, que me atrevo a elevar a otra categoría ‘pensar como nación o patria'».