El Gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha ordenado a su comitiva, en la negociación política con la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, oponerse a que la Organización de Estados Americanos (OEA) u otro actor internacional sean “garantes y mediadores” del encuentro.
Fuentes que participan en la negociación afirmaron a CONFIDENCIAL que el miércoles, durante la primera sesión de reanudación del diálogo, los tres puntos que quedaron pendientes de aprobar se referían al tema de los garantes y mediadores.
“Garantes y mediadores es la tercia. El Gobierno sostiene que la crisis es un problema de los nicaragüenses y que nosotros debemos resolverlo sin garantes internacionales”, coincidieron las fuentes.
El periodista Luis Galeano, director de Café Con Voz, también afirmó haber consultado a “una fuente de todo crédito”, que le aseguró la misma información recabada por CONFIDENCIAL.
Ni la Alianza Cívica ni el cardenal Leopoldo Brenes ni el nuncio Waldemar Stanislaw Sommertag aceptan la postura de la dictadura al respecto.
Si el Gobierno no cede en este tema, la Alianza “podría valorar levantarse” de la mesa, de acuerdo a las fuentes. Este jueves ambas comitivas siguen reunidas en el INCAE, y no han explicado el avance de las negociaciones.
“No hubo forma de encontrar consenso en esos tres aspectos que son los que se van a definir mañana, porque la Alianza Cívica y los mismos religiosos están en la línea de que se incorporen los garantes y mediadores internacionales, que son los ojos del mundo que sabrán hacia dónde va la negociación, si hay voluntad de las partes o no”, expone el reporte de Café con Voz.
OEA dispuesta
El secretario general de la Organización de la OEA, Luis Almagro, afirmó que el organismo podría actuar como “garante” del diálogo en Nicaragua y reiteró que, para ello, es necesaria la liberación de los “presos políticos”.
“Nosotros estamos de acuerdo con un proceso de diálogo, no exactamente como mediadores, pero como garantes de ese proceso”, explicó Almagro en declaraciones a la prensa en la sede de la OEA.
Previo a que se convocara la reanudación del diálogo, una delegación de la Secretaría General de la OEA se reunió a mediados de mes en Nicaragua con representantes del Ejecutivo nicaragüense para pedir la liberación de los presos políticos y acciones para mejorar el sistema electoral.
“Creo —dijo Almagro— que el camino de liberación de los presos políticos despeja digamos los obstáculos y nos lleva a las soluciones institucionales y de democracia que el país precisa”.
En opinión de Almagro, es posible alcanzar una “solución nicaragüense” a la crisis sociopolítica que sufre el país desde abril pasado y que ha dejado cientos de muertos y de detenidos. Pero consideró que esa “solución nicaragüense” debe seguir la “agenda” de los “valores del sistema interamericano”, es decir, debe producirse con garantías y sin “presos políticos”. “Nosotros es lo que hemos solicitado, la liberación de todos los presos políticos porque nosotros no podemos entrar en una negociación en la que tengamos que negociar libertades. Eso no sería la mejor manera de estar en una negociación”, subrayó Almagro.
Gobierno veta a obispo Álvarez
Los otros dos puntos de los doce a ser aprobados se refieren a vetar al obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, de la negociación, y reducir la presencia de la iglesia al cardenal y el nuncio.
La Alianza Cívica también demanda que la Iglesia Católica sea no solo testigo sino mediador, como en el diálogo realizado entre mayo y junio del año pasado. Tampoco hay consenso al respecto.
Los nueve puntos aprobados este miércoles se refieren a temas procedimentales sobre el funcionamiento de la negociación. Sin embargo, los temas de fondo como la liberación de los presos políticos y el adelanto de elecciones no se han abordado, hasta que sean aprobados los doce puntos de la llamada “hoja de ruta”.