Diaz-Canel, ‘fiestero’ y tuitero, pero lejos del pueblo cubano
El mandatario trata de emular a líderes internacionales en el uso de internet y la participación en eventos sociales, pero no logra proyectar 'cercanía'.
Miguel Díaz-Canel se diferencia en varias cosas a quienes lo precedieron al frente del régimen de Cuba, no solo por no llevar el apellido Castro de Fidel y Raúl, sino porque intenta mostrarse «cercano» al pueblo y quiere proyectar una imagen de líder de estos tiempos, con su inclusión en las redes y su participación en eventos culturales. Así como la presencia visible de su esposa Lis Cuesta en actos sociales y políticos, algo que no era propio de los Castro.
Pero qué ocurre cuando se trata de emular a líderes internacionales, pero se es, a fin de cuentas, deudor de dictadores y se replican sus mismas políticas represivas y obsoletas.
Díaz-Canel, el ‘fiestero’
Y mientras el pueblo se muere
de Hambre Miseria
Represión Y Necesidad
El Puesto A Dedo
Baila Canta, Canta y Baila @DiazCanelB #abajoelcastrocomunismo #LibertadparaCuba #ProhibidoOlvidar #ElCambioEsYa #EsteAñoCachitaSeVa #PeligroDerrumbeCuba
En su afán no solo por mostrarse cercano al pueblo, si no por parecer parte de él, a Díaz-Canel se le ha visto asistir a conciertos junto a su esposa Lis Cuesta y, como no, bailar animadamente. Así ocurrió en junio de 2018 durante el concierto que la cantante italiana Laura Pausini y el dúo Gente de Zona ofrecieron en La Habana. Los artistas se mostraron entonces complacidos por la presencia del mandatario y su mujer, según reportó la prensa oficial. Asimismo, Alexander Delgado, de Gente de Zona, pidió «aplausos para nuestro presidente Díaz-Canel».
También se le vio bailando salsa en Nueva York con su esposa, cuando visitaron esa ciudad en septiembre de 2018, e incluso tocó la tumbadora.
Recientemente se le ha vuelto a ver moviéndose al ritmo de la música de Descemer Bueno en un concierto que diera este en el Teatro Karl Marx de La Habana. El video, que ha circulado por las redes, no le ha hecho gracia a muchos internautas cubanos, quienes han criticado que el gobernante «baila y canta» mientras «el pueblo se muere de hambre», así lo expresa un tuitero que compartió el audiovisual.
Díaz-Canel, el tuitero
Se estrenó escribiendo su primer tuit el 10 de octubre de 2018, en una fecha simbólica en la que se presentó en Twitter precisamente desde La Demajagua. Tras eso no deja de ser noticia de vez en cuando por alguna de sus publicaciones en esta red social.
Miguel Díaz-Canel Bermúdez
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Vimos en familia la película «Inocencia», de Alejandro Gil, un capítulo muy doloroso de nuestra historia. No olvidemos jamás que así como abundan los héroes, no faltan los mal nacidos por error en #Cuba, que pueden ser peores que el enemigo que la ataca. Viva siempre #CubaLibre!
Cuando los funcionarios públicos ejercen su libertad de expresión, sea en cumplimiento de un deber legal o como simple ejercicio de su derecho fundamental a expresarse, tienen el deber de asegurarse de que sus pronunciamientos no constituyan violaciones a los derechos humanos.
El dirigente no solo habla de temas políticos, hasta comenta qué películas ve en casa. Eso sí, aprovecha para apostillar opiniones que causan indignación entre los cubanos. Así ocurrió en diciembre de 2018 con este tuit: «Vimos en familia la película ‘Inocencia’, de Alejandro Gil, un capítulo muy doloroso de nuestra historia. No olvidemos jamás que así como abundan los héroes, no faltan los mal nacidos por error en #Cuba, que pueden ser peores que el enemigo que la ataca», dijo aludiendo a exiliados y opositores.
«¡Un ‘presidente’ diciendo que parte de su pueblo son unos mal nacidos por error! ¿A quién se le ocurre eso? Solo a la dictadura castrista en #Cuba!! Es como cuando un padre cruel desprecia a algunos de sus hijos. #Ni1mas», respondió la usuaria Aladina en esa red social.
Incluso se le acusado de «plagiar», como en abril de 2019, al detectar los usuarios de Twitter el gran parecido entre un tuit del gobernante cubano y otro del ministro de Defensa del régimen de Nicolás Maduro, Vladimir Padrino López.
«Rechazamos este movimiento golpista que pretende llenar de violencia al país», dijo Díaz-Canel en su cuenta en Twitter, en un mensaje publicado a las 7:31AM. «Los traidores que se han colocado al frente de este movimiento subversivo, han empleado tropas y policías con armas de guerra en una vía pública de la ciudad para crear zozobra y terror», añadió.
Lo curioso es que a las 6:51AM de ese mismo día, Padrino López había tuiteado un mensaje casi idéntico. Así lo exponía un tuitero que colgó una captura de pantalla de ambos mensajes.
El apoyo a Maduro y su cercanía con él nos hace ver en algún tuit suyo el estilo madurista apegado a la cursilería. Así lo dejó claro este 14 de febrero en su comentario dedicado al Día del Amor y la Amistad. «Con amor se fundó la obra y con amor la continuamos. Con amor acogemos a los amigos. Con amor abrazamos a la familia. Con amor defendemos la Patria. Con amor servimos a nuestro pueblo. Con amor nos entregamos a nuestra pareja. Con amor todo lo alcanzamos», escribió, y le llovieron las críticas.
«Con ese mismo ‘Amor’. Golpean a las Damas d Blanco. Encarcelan Inocentes. Engañan al pueblo miserablemente. Falsean los hechos en el Noticiero. Prohiben a los cubanos expresarse y comerciar con libertad. Reprimen sin piedad cualquier disensión. Amor en Dictadura no es amor, Canel», le señaló un tuitero.
Han sido muchos los momentos que han suscitado polémica, y lo cierto es que cada tuit del gobernante es comentado no solo por simpatizantes sino también por detractores. Pero el mandatario evita responder.
Díaz-Canel, el ‘cercano’
No ha perdido la oportunidad de darse baños de masas desde su llegada al poder, es otra faceta de su «estilo» que presenta como «gobernar en contacto con el pueblo”. La prensa oficial se deshace en elogios con titulares como «Las damas querían besarlo, los caballeros abrazarlo». En cambio, califican de «manipulación» cuando el gobernante es repudiado y los medios independientes lo reportan. Así ocurrió en febrero de 2019 en Regla, cuando una comitiva con autoridades del Gobierno que visitaban la zona afectada por un tornado se retiró de forma intempestiva, al parecer movida por algunas protestas.
En un video que circuló se ve salir a toda velocidad a tres carros marca Mercedes de color negro y a otros dos vehículos. También personal de seguridad desplegado intentando abandonar el lugar lo antes posible. «¡Propaganda nada más! ¡Descarados!», se escucha gritar a una mujer.
Luego la prensa oficial intentó negar que Díaz-Canel fuera abucheado en Regla. «En el corazón de una de las zonas más afectadas por la tragedia, difícilmente alguien ofenda a quien ha venido personalmente para valorar el alcance de sus necesidades y buscar el mejor modo de resolverlas», señaló la periodista Arleen Rodríguez Derivet.
Pero lo cierto es que el mandatario ha sido cuestionado cada vez que ocurre una tragedia, como recientemente con el derrumbe de un balcón en la Habana Vieja, donde murieron tres niñas. Díaz-Canel no se personó en el lugar y tardó un día en dar un escueto pésame por Twitter.
«Qué condolencias de qué, Díaz Canel (…), estoy seguro que tus hijas no transitan por balcones que están derrumbados o están a punto de derrumbarse», dijo el primo de unas menores en un video en redes sociales.
La propaganda del régimen intenta vender una imagen de cercanía, pero el gobernante vive en un lujoso barrio de La Habana conocido como Cubanacán, preside junto a su esposa talleres internacionales para «promover los valores de la cocina criolla nacional», donde participarán en «tours gastronómicos» que incluyen platos de la cocina cubana tradicional, quesos, embutidos artesanales cubanos y chocolate, entre otros. Mientras la gran mayoría de cubanos viven en precarias condiciones, en viviendas muchas veces en peligro de derrumbe, y sobreviven al desabastecimiento alimenticio, y tienen que optar por comer lo que logren encontrar en los mercados semivacíos o en las alternativas que propone el Gobierno, que puso a la venta a finales de 2018 en Santiago de Cuba carne de jutia y de avestruz, mientras que en Manzanillo, a principios de 2020, sumaron al menú carne de cocodrilo.
Tampoco se puede ver como «cercana» la imagen que circuló en marzo de 2019, donde aparecen Díaz-Canel y su esposa Lis Cuesta con ropa informal, además de tres amigos, alrededor de una mesa en la que hay platos ya vacíos, algunas fuentes con comida, copas y una botella de vino. Aunque por la foto no era posible distinguir la calidad de la comida que han disfrutado el gobernante, su esposa y los invitados, su difusión causó enojo en un país donde el desabastecimiento y el precio de los alimentos golpea a la mayoría de las familias.
Está claro que por mucho que se esfuerce en aparentar sencillez, Díaz-Canel está muy lejos de parecerse al pueblo, y sí cada vez más a quienes lo han puesto en el poder. De ahí que sea tan creíble su lema de «somos continuidad», coherente con su política de continuar con la mala administración económica, el adoctrinamiento, la represión y la falta de libertades que impera en Cuba desde hace más de 60 años. Continuar, en resumen, con el castrismo, pero sin llevar el apellido Castro.