Disidencias de las Farc duplican su número de hombres en solo 12 meses
Ya están en 138 municipios. Las más grandes son la de Gentil Duarte y la de Santrich y Márquez
Las llamadas disidencias de las Farc lograron convertirse en tan solo un año en el segundo ejército ilegal más grande, por la cantidad de hombres en armas.
Si bien la guerrilla del Eln –con unos 5.000 hombres armados– aún es la principal amenaza, el crecimiento exponencial de las disidencias guerrilleras quedó confirmado en un documento oficial y reservado al que EL TIEMPO tuvo acceso.
En solo 12 meses lograron duplicar su tamaño, pasando de 2.300 hombres –según informó el Ejército en mayo de 2019– a sumar casi 4.600. De ellos, 2.600 ya están alzados en armas y 2.000 pertenecen a las llamadas redes clandestinas de apoyo.
De hecho, mientras el Ejército presenta fisuras y el gobierno Duque y la oposición discuten la conveniencia de hacer ajustes en programas e inversiones de reincorporación de los ex-Farc, las disidencias han ido copando zonas en 138 municipios.
Según el documento de inteligencia en manos de este diario, –que ya conoce el alto Gobierno–, la disidencia más poderosa es la de ‘Gentil Duarte’, con 2.776 integrantes
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De estos, inteligencia militar ha podido establecer que 1.703 ya poseen armamento con el cual controlan las economías ilegales de vastas regiones en al menos 14 departamentos.
‘Gentil Duarte’, por quien se ofrece una recompensa de 2.100 millones de pesos, ha logrado robustecer su ejército ilegal tras sellar una alianza delincuencial con ‘Iván Mordisco’ y ‘Jhon 40’, otros dos ex-Farc que regresaron al monte en plenas negociaciones en La Habana.
Los tres delincuentes han podido establecer así 17 estructuras armadas en Guaviare, Vaupés, Meta, Arauca, Guainía, Vichada y Casanare.
Venezuela y ‘Santrich’
También hacen presencia comprobada en Caquetá, Putumayo, Norte de Santander, Cauca, Valle, Cundinamarca y Tolima.
Los servicios de inteligencia detallaron que el frente más poderoso de esta disidencia opera en Vichada, cerca de la frontera con Venezuela.
Informantes en terreno han ayudado a establecer que esta estructura, bautizada ‘Acacio Medina’, ya tiene 289 hombres armados y 62 miembros más en sus redes de apoyo.
Sin embargo, la llamada ‘segunda Marquetalia’, la disidencia de ‘Iván Márquez’ y de ‘Jesús Santrich’ –a quienes la justicia de Estados Unidos busca extraditar por cargos de narcotráfico y terrorismo–, también crece con velocidad.
Esta semana quedó comprobado que sellaron una alianza criminal con un poderoso colectivo chavista conocido como ‘la Piedrita’, que tiene acceso hasta a ametralladoras M-50 con las que –según una fotografía revelada esta semana– protegen a ‘Santrich’ en un barrio popular de Caracas llamado 23 de Enero, muy cerca del Palacio de Miraflores.
De acuerdo con los análisis de inteligencia que se realizan a partir de información de fuentes humanas y operaciones en terreno, desde agosto del año pasado –cuando ‘Márquez’ y ‘Santrich’ anunciaron formalmente que retomaban las armas– han logrado reclutar a 797 personas, de las cuales 202 ya están armadas.
Además, con las ganancias del narcotráfico que mueven a través de Venezuela y la minería ilegal que controlan en la zona de frontera lograron financiar 9 frentes, con los que esta disidencia ya tiene algún tipo de presencia en 8 departamentos: Antioquia, Huila, Córdoba, Caquetá, Cesar, La Guajira, Arauca y Norte de Santander.
Con todo el dinero que están ganando con la coca y la minería ilegal, están haciendo una nueva colonización, ganándose a los campesinos con ganado y tierras
Con los hombres apostados en estos tres últimos departamentos es como han logrado establecer lazos con el régimen de Nicolás Maduro.
Pero su estructura más fuerte está en Caquetá y es el ‘reencauche’ de la sangrienta columna ‘Teófilo Forero’.
“Esta columna, bajo el mando de alias el Paisa, ya logró reclutar a 217 personas, incluyendo a varios menores de edad, por eso es un objetivo de alto valor para nuestras fuerzas”, aseguró un investigador.
Y confirma que también se investiga si alias el Paisa permanece en Venezuela, al amparo de ‘la Piedrita’.
“Siguen con el plan estratégico que alguna vez se trazaron las Farc para llegar al poder a través de las armas, copando áreas de valor estratégico que al final terminan siendo rutas hacia centros urbanos más importantes”, dijo el experto en seguridad John Marulanda.
Y agregó que lo están haciendo especialmente en zonas de frontera, porque desde allí ingresan armamento y de paso controlan la exportación de la coca en alianza con carteles.
“Con todo el dinero que están ganando con la coca y la minería ilegal, están haciendo una nueva colonización, ganándose a los campesinos con ganado y tierras”, explicó.
El otro gran bloque de disidencias está enquistado en departamentos del sur del país.
En los departamentos de Nariño y Putumayo hay 985 disidentes, repartidos en tres estructuras: la ‘Óliver Sinisterra’, las ‘Guerrillas Unidas del Pacífico’ y un grupo hasta ahora desconocido que fue identificado como ‘Contadores’ y que ya suma 144 hombres.
Siguen con el plan estratégico que alguna vez se trazaron las Farc para llegar al poder a través de las armas, copando áreas de valor estratégico
Coca y Tío Sam
Información de inteligencia que es analizada a fondo por la cúpula militar indica que se han presentado intentos de unión entre todas estas estructuras, para revivir un proyecto al estilo Farc que permita disputarles el poderío a otras organizaciones ilegales como el Eln o el ‘clan del Golfo’.
Sin embargo, todas las negociaciones entre sus cabecillas –algunas realizadas en territorio venezolano– hasta ahora han sido infructuosas, aunque hay evidencia de que los contactos exploratorios se mantienen.
El principal punto de discordia es el narcotráfico, sus jugosas ganancias y los ‘contratos’ con carteles mexicanos y brasileños.
EL TIEMPO estableció que en 14 de los 20 departamentos en los que las disidencias tienen presencia se concentra la mayor cantidad de narcohectáreas de todo el país: 158.000.
Tan solo en Nariño (41.903), Norte de Santander (33.598), Putumayo (26.408), Cauca (17.117) y Antioquia (13.403) –departamentos donde los tres grandes bloques de disidencias tienen presencia e intereses ilegales– hay 132.429 hectáreas de narcocultivos.
Y, según inteligencia, con el precio actual del dólar y la demanda de coca en cuarentena, nadie quiere ceder terreno por las ganancias que se están obteniendo.
Por ahora, la estrategia militar sigue siendo combatirlas hasta con bombardeos a sus campamentos, pero también se están potenciando planes de atención a los desmovilizados para evitar que regresen a las filas de la ilegalidad.
Parte de esta información sobre el crecimiento de las disidencias y su nexo con la coca es la que respalda la asesoría que un comando especial de Estados Unidos va a hacer en Colombia.
UNIDAD INVESTIGATIVA
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