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Dos periódicos y un medio digital dejan de circular por presiones de Ortega

La retención de materia prima hizo que El Nuevo Diario dejara de circular los fines de semana desde diciembre pasado y redujera de 38 a ocho su número de páginas.

(EFE).- Los periódicos nicaragüenses El Nuevo Diario,  Metro y el medio digital Maje, todos de la empresa ND Medios, vinculada a un grupo financiero, dejaron de circular ayer víctimas de las presiones económicas del Gobierno de Daniel Ortega, que también amenaza al diario La Prensa, el más antiguo del país.

El Nuevo Diario, el segundo más antiguo de Nicaragua, puso fin a su edición impresa y digital debido a «dificultades económicas, técnicas y logísticas que hacen insostenible su funcionamiento», según explicó ese rotativo, fundado en mayo de 1980, en un editorial.

El subdirector de ND Medios, Douglas Carcache, en una reunión con periodistas y trabajadores, dijo que la circulación de El Nuevo Diario, Metro y Maje quedan suspendidos de manera indefinida por las dificultades adversas que afrontan, entre ellas la retención de sus materias primas, relató Mauricio González, uno de sus reporteros.

El Gobierno de Ortega, a través de la Dirección General de Aduanas, mantiene retenida desde hace un año el papel, tinta y otras materias primas a ND Medios, así como al Grupo Editorial La Prensa, que publica el diario La Prensa y Hoy.

El Gobierno de Ortega, a través de la Dirección General de Aduanas, mantiene retenida desde hace un año el papel, tinta y otras materias primas a ND Medios, así como al Grupo Editorial La Prensa

Aduana empezó a bloquear las materias primas desde el 6 de septiembre de 2018, «sin ninguna justificación legal o administrativa», y el 8 de julio pasado entregó apenas un 20% del papel retenido y una parte de otros insumos, dijo entonces el gerente general de ND Medios, Arnulfo Somarriba.

La retención de materia prima hizo que El Nuevo Diario dejara de circular los fines de semana desde diciembre pasado y redujera de 38 a ocho su número de páginas.

Los otros medios que dejaron de circular son Metro, un periódico distribuido en Managua de forma gratuita desde hace seis años, y Maje, un sitio de perfil juvenil con más de dos años.

La retención de papel también hizo desaparecer de las calles al periódico popular Q’Hubo, que también pertenecía a ND Medios, cuya razón social es Editorial Nuevo Amanecer, cuyo propietario es el grupo financiero Promerica, de capital nicaragüense.

Esa medida también ha afectado al diario La Prensa y Hoy que han optado por reducir el número de sus páginas.

El jefe de redacción del diario La Prensa, Eduardo Enríquez, dijo a Efe que «la amenaza es permanente», porque «el Gobierno está decidido a reducirnos al punto de la irrelevancia».

La Prensa, con 93 años de existencia, «por ser propiedad de una familia que ha sido periodista toda la vida, está más dispuesta a hacer sacrificios para seguir existiendo», sostuvo.

La política gubernamental hacia los medios de comunicación en Nicaragua también ha hecho desaparecer varios programas televisivos y radiales y un canal de televisión

Para Enríquez, los dueños de ND Medios «tomaron una decisión de negocios ante todos los obstáculos que impone el Gobierno y sus ataques a la libertad de expresión e información, que se combina con la crisis económica interna y la crisis mundial de los medios. Es la tormenta perfecta».

Para el escritor y exvicepresidente nicaragüense Sergio Ramírez, el cierre de esos medios, «como consecuencia del embargo ilegal de sus materias primas e insumos», es un «acto de represión que amenaza también a La Prensa», y es «un golpe a la libertad de expresión que debemos repudiar y denunciar».

«Hoy es un día de duelo nacional. Por falta de materia prima secuestrada por la dictadura cerró un periódico, El Nuevo Diario«, señaló, por su lado, la periodista Cristiana Chamorro, directora de la Fundación Violeta Barrios.

En tanto, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) calificó como «una vergüenza para Nicaragua y para el mundo libre» que, «debido a la presión de un gobierno autoritario», el Nuevo Diario haya tenido que suspender su publicación.

La política gubernamental hacia los medios de comunicación en Nicaragua también ha hecho desaparecer varios programas televisivos y radiales y un canal de televisión cuyas instalaciones permanecen ocupadas por la Policía Nacional.

El asedio de la Policía y grupos oficialistas han llevado al exilio a por lo menos 90 periodistas, según la Fundación Violeta Barrios, que entre abril de 2018 y agosto de 2019 registró al menos 1.080 casos de violación a la libertad de prensa, incluyendo agresiones, censura, amenazas y asesinato, entre otras transgresiones.

Desde abril de 2018 Nicaragua vive una crisis sociopolítica que ha dejado al menos 328 muertos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aunque organismos locales elevan la cifra a 595 y el Gobierno reconoce 200 y denuncia un supuesto intento de golpe de Estado.

 

 

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