Ecuatorianos votan en masa por Noboa y propinan un varapalo a Rafael Correa
El movimiento político del expresidente Correa ha sufrido ya tres derrotas en elecciones presidenciales.

El correísmo, a través de su candidata Luisa González, recibió una sonora derrota en las urnas este domingo en Ecuador. El sólido triunfo en las urnas del presidente Daniel Noboa ha sido también un varapalo para el exmandatario Rafael Correa, cuyo movimiento político optó por no reconocer la derrota sin que haya pruebas fehacientes de que ocurriera un fraude en las elecciones.
Con 97% de las actas escrutadas, en la mañana local de este lunes fue declarada irreversible la victoria de Noboa, de apenas 37 años de edad, y quien ya había derrotado a González en 2023, en unas elecciones sobrevenidas para completar el periodo presidencial de Guillermo Lasso, electo para ejercer el poder entre 2021 y 2025.
Si el triunfo de Noboa fue sorpresivo en 2023, dado que era un outsider político y prácticamente un desconocido para el gran público, en este 2025 y tras año y medio en el poder, con una política caracterizada de «mano dura» contra las bandas criminales, su triunfo tan abierto ante la candidata del correísmo ha sido también una sorpresa.
El clima inesperado que terminó teniendo la carrera presidencial ecuatoriana en este 2025 ha sido también fruto de los resultados de encuestas de opinión pública, que hoy parecen estar en el banquillo de los señalados por analistas y observadores.
Los sondeos daban un triunfo sólido para Noboa en la primera vuelta, en febrero pasado, augurando incluso el descarte de un balotaje. Hace dos meses ocurrió prácticamente un empate, ya que Noboa obtuvo 44,17% y González 44%. Aquello fue el primer fallo notorio de las encuestas en Ecuador.
La semana pasada, en tanto, cuando se cerraba la campaña electoral, las encuestas mostraban un país prácticamente dividido en dos, con un empate técnico entre el presidente y la colaboradora cercana de Correa.
El expresidente de izquierdas sigue siendo un personaje políticamente activo dentro de Ecuador, gracias a las redes sociales y a la prensa internacional, pese a que está asilado en Bélgica, tras huir de su país donde fue condenado por casos de corrupción y abuso de poder durante su presidencia entre 2007 y 2017.
En Ecuador, el Consejo Nacional Electoral (CNE) confirmó la victoria de Daniel Noboa mientras Luisa González se negó a reconocer su derrota. Fue una jornada electoral relativamente pacífica y sin sobresaltos mayores, y el actual mandatario ecuatoriano se impuso sobre la elegida del correísmo por más de diez puntos, según informaron las autoridades electorales.
Noboa obtuvo 55,65% con el 97% de las actas escrutadas, contra 44,35% de González. Centenares de observadores electorales estuvieron desplegados en el terreno. Ni las misiones de la Unión Europea ni de la Organización de Estados Americanos (OEA), ni las entidades locales que hicieron observación, pusieron en duda los resultados dados a conocer por el CNE.
«Todos saben que estos resultados son imposibles. Sacamos el mismo 44% de la primera vuelta. Estos mafiosos hubiesen podido disimular un poquito más», sostuvo Correa a través de las redes sociales para denunciar un supuesto fraude, del cual no ofreció prueba alguna.
Según datos oficiales, alrededor del 84% de los 13,7 millones de ecuatorianos llamados a las urnas salieron a votar este 13 de abril, en una jornada en la que no hubo reportes de violencia, como ya hemos resaltado, pero que asimismo estuvo marcada por el estado de excepción decretado por el presidente un día antes de los comicios, por el temor de los grupos criminales tratasen de interferir en el proceso.
En las elecciones de 2023, Ecuador y América Latina quedaron en estado de shock cuando el crimen organizado asesinó al periodista y entonces candidato presidencial Fernando Villavicencio, tras participar en un acto de la campaña electoral de entonces. Tras este hecho, Noboa emergió como figura alternativa al correísmo.
«Esta victoria ha sido histórica. Una victoria de más de diez puntos, no queda duda de quién es el ganador», sentenció Noboa, rodeado de su familia y equipo de campaña, después de que las autoridades de CNE lo confirmaran a él y a su compañera de fórmula, María José Pinto, como los ganadores de la elección.
El joven mandatario, hijo de quien es considerado el hombre más rico de Ecuador y bautizado como el «el Rey del Banano», Álvaro Noboa, lanzó mensajes dirigidos al correísmo, al afirmar que este domingo la ciudadanía ecuatoriana votó para «caminar hacia adelante» y no volver al pasado.
Por su parte, analistas y observadores han precisado que el movimiento político del expresidente Correa ha sufrido ya tres derrotas en elecciones presidenciales. A las dos que Noboa le propinó a González (en 2023 y 2025) se suma la que el exbanquero conservador Guillermo Lasso tuvo sobre Andrés Arauz, otro delfín de Correa, en 2021.
Este domingo, asimismo, quedó en entredicho la capacidad de movilización del movimiento indígena en Ecuador. Tras la primera vuelta, y dando un giro estratégico importante, el correísmo consolidó una alianza con la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE).
Más allá del acuerdo de alta política, esta inédita alianza puso a prueba si aguas abajo, entre las propias comunidades indígenas, se habían cerrado las heridas que dejó el paso de Correa por el poder, que se caracterizó por la represión y criminalización de las protestas indígenas, así como la aprobación de leyes que restringieron el acceso al agua o facilitaron la expansión minera en territorios ancestrales.
Que la votación de Luisa González prácticamente no haya crecido tras el apoyo de la CONAIE habla de la desmotivación de las bases indígenas para promover el regreso al poder del correísmo a través de González.
Finalmente, con este triunfo de Noboa parece lejano un eventual regreso de Rafael Correa a Ecuador, oportunidad que parecía acariciar si González se hacía con el poder.