Editorial – El Venezolano: Lo Botaron y comerán
El dilema Diosdado es muy simple: «el que no vota no come«. Lo planteó en un acto de campaña en Ciudad Bolívar, antigua Angostura, cuna de la Primera República. Una amenaza terrible y perversa, como todo lo que hace la usurpación madurista. No le hacía falta aclarar que votarán por los candidatos de Maduro, eso ya estaba descontado entre el cne el tsj y los alacranes; no había manera de no votar por Nicolás.
Pero ni siquiera el hambre movió el pueblo a votar. Decidieron de manera estoica y digna quedarse en sus casas. Dice el cne que votó el 30%, dice el Observatorio Venezolano de elecciones que votó un 20% del padrón. Algunas cifras hablan del 15%. Y unas que atribuyen al viejo controlador de elecciones del difunto Hugo Rafael, dicen que votaron apenas 1.8 millones de venezolanos, es decir sólo el 9%. Como comprenderán es obvio que la noticia es la abstención que oscila entre el 70% y el 91%.
Con esa poderosa ausencia la Venezuela digna nos está demostrando que para poder comer es más sencillo Botar a Maduro y toda su corte, que votar por Maduro y seguir con su perversa, criminal y peligrosa ineficiencia.
El domingo 6 de diciembre los venezolanos Botaron a Maduro.
Seguro más de uno en su casa y con las tripas dando función, apretadas por el hambre se dijo a si mismo: «no, Diosdado, en mi hambre mando yo«.