EDITORIAL: También Díaz-Canel debería ‘pensar como país’
El quid de la cuestión no es ir más 'apretaditos', sino cada vez más sueltos y más libres.
La prensa oficialista cubana insiste en que, para superar la actual «coyuntura«, hay que «pensar como país». Mientras tanto, el Gobierno piensa principalmente en cómo mantenerse en el poder, sin importar cuánta felicidad individual tenga que sacrificar para ello.
Las autoridades cubanas no piensan como país, sino como régimen. Cuando Miguel Díaz-Canel denuncia ante las cámaras que tal o más cual vehículo no ha recogido pasajeros en una parada, o cuando anuncia líneas telefónicas de atención al pueblo, lo hace menos por el bienestar de la población que por redoblar la vigilancia y la represión.
Pero si lo que el presidente procura fuera, en primer lugar, el bien del país, tendría que reconocer que este depende de la riqueza económica que su gente sea capaz de crear. Un Díaz-Canel que pensara como país daría pasos en pos de la liberación de las iniciativa e imaginación económicas. Y no solo entre los cubanos residentes en la Isla. Si la exigencia de pensar como país hecha a la población es también requisito para la dirigencia política, el quid de la cuestión estriba, no en ir más «apretaditos», tal como avisara el propio Díaz-Canel, sino en ir cada vez más sueltos y más libres.