Eduardo Fernández: F.A.N. II
La semana pasada iniciamos un comentario acerca de una Institución clave en la estructura democrática del Estado venezolano, la Fuerza Armada Nacional.
Además de lo dicho en el artículo anterior, debe hacerse un esfuerzo para incorporar valiosos y capaces profesionales militares para darle fortaleza al ejercicio del mando, la planificación y la educación militar.
Debe comenzar a prepararse una reforma a la ley Orgánica de la Fuerza Armada para erradicar definitivamente la política partidista e inculcar el deber con la patria, con la moral y con el cumplimiento estricto de la Constitución y las leyes.
Es necesario atender con urgencia el restablecimiento de la Seguridad Social para los integrantes de la Fuerza Armada, en cumplimiento del convenio que establece el Estado con cada ciudadano que ingresa a formar parte de la institución militar.
La Democracia venezolana requiere contar con una Fuerza Armada de un tamaño proporcionado a sus necesidades, con una moral bien alta, bien equipada, bien formada, bien remunerada y cubierta por un moderno sistema de seguridad social.
Una tarea fundamental del próximo gobierno será la de evaluar y reestructurar el sistema educativo de la Fuerza Armada.
La responsabilidad del buen funcionamiento del sistema educativo para asegurar el óptimo nivel de educación de los cuadros militares al servicio de la República debe estar asignada a cada comando de componente. A excepción de los institutos que capaciten conjuntamente a los integrantes de los cuatro componentes, los cuales estarán bajo la conducción del Ministerio de la Defensa.
Este sistema debe restablecer la meritocracia para alcanzar nuevos grados y posiciones en el ejercicio profesional.
Invito a pensar en una reestructuración de la Fuerza Armada que contemple unidades más pequeñas, bien entrenadas y capacitadas, con su dotación de armamentos y equipos adecuados para el cumplimiento de su misión.
Elevar los conocimientos ciudadanos, la moral y el auto estima de todos los integrantes de la Fuerza Armada y recuperar el respeto y el aprecio de todos los venezolanos hacia nuestra institución armada.
Desde luego, habrá que hacer un exhaustivo inventario y evaluación de los armamentos, equipos e instalaciones para determinar su operatividad u obsolescencia.
Y, finalmente, restablecer la doctrina operativa del Mundo Occidental al cual pertenecemos y cuyos valores y principios compartimos.
Seguiremos conversando.