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Eduardo Fernández: Nuestros Pastores II

Este artículo es el segundo que dedico a la Exhortación Apostólica emanada de la Conferencia Episcopal Venezolana reunida en Caracas a comienzos de este año 2023.

 

Dedico este artículo al Señor Obispo de San Felipe y Administrador Apostólico de la Arquidiócesis de Barquisimeto Víctor Hugo Basabe en reconocimiento a la valiente y muy acertada homilía pronunciada con motivo de la celebración del día de la Divina Pastora.

Este artículo es el segundo que dedico a la Exhortación Apostólica emanada de la Conferencia Episcopal Venezolana reunida en Caracas a comienzos de este año 2023.

En ese documento, los Obispos reiteran el compromiso de seguir contribuyendo a la construcción en Venezuela de una verdadera cultura de justicia, paz, tolerancia y diálogo.

En medio de las dramáticas circunstancias del país, alzamos nuestras voces, dicen nuestros pastores, para exigir que no haya ninguna familia sin vivienda, ningún campesino sin tierra, ningún trabajador sin salario justo y sin derechos, ninguna persona sin dignidad, ningún niño sin escuela y sin una infancia feliz, ningún joven sin educación y sin oportunidades y ningún anciano sin una venerable vejez-.

Para ello, agregan, no nos quedemos inmóviles, esperando a que las cosas las arreglen otros o que mejoren por sí mismas. Tenemos que levantarnos, confiados en la ayuda de Dios, y con valentía arriesgarnos unidos a construir  un país mejor.

No nos dejemos robar la esperanza (E.G.86)-. Es fundamental que pasemos de la lamentación a la acción libertadora. Que nos pongamos en cada rincón de la geografía nacional, en cada empresa, oficina y comercio, de cara a la tragedia nacional, y que cada uno se pregunte: ¿Qué puedo hacer yo? ¿Cuánto más puedo aportar? Pasar del yo al nosotros, elevando y multiplicando el bien que podemos producir.

Invitan los Obispos a continuar los esfuerzos sostenidos en el área de la educación, especialmente, la educación para el trabajo y el emprendimiento, en las áreas de alimentación y salud.

Acompañando a los maestros en su justa lucha por un salario digno y justo, por unas escuelas adecuadas a las necesidades de nuestros niños y de nuestros jóvenes. Acompañando a todos los trabajadores venezolanos en la defensa de sus derechos laborales. Solidaridad con los venezolanos de la diáspora y con todas las familias separadas por la desgracia económica y social.

¡Venezuela tiene futuro! Y el futuro de Venezuela está en nuestras manos.

Seguiremos conversando.

 

 

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