EE.UU. acusa a Rusia de querer influir la elección a favor de Trump y anuncia imputaciones y sanciones
Tras varios episodios de injerencia electoral por parte del Kremliln, la Casa Blanca decide castigar a periodistas y medios rusos, como RT, Ruptly y Sputnik
EE.UU. ha acusado a Rusia de montar una campaña de desinformación para provocar división interna en la primera potencia mundial y para interferir en las elecciones de este noviembre, según detalló este miércoles el fiscal general del país, Merrick Garland.
El máximo responsable del Departamento de Justicia aseguró que en documentos rusos se establece que el «objetivo de la campaña es asegurar el resultado que Rusia prefiere para las próximas elecciones». La información y documentos proporcionados por las autoridades estadounidenses no nombran de manera explícita a Donald Trump ni al Partido Republicano, pero dejan claro que Rusia se refiere a ellos.
Garland anunció una batería de medidas para enfrentarse a esos esfuerzos. En primer lugar, confirmó la imputación de dos ciudadanos rusos que trabajan para RT, el canal público ruso que es una de las principales armas de propaganda del Gobierno de Vladimir Putin.
Se trata de Konstantin Kalashnikov y Elena Afanasyeva, a quienes EE.UU. acusa de montar una trama en la que se gastaron diez millones de dólares en una empresa de Tennessee para producir y diseminar desinformación. Según el Departamento de Justicia, compartieron más de 2.000 vídeos con información prorrusa, que tuvieron cerca de 16 millones de visionados.
Otra de las acciones del Gobierno de EE.UU. es ir a por otra campaña de desinformación rusa, conocida como Doppelganger, y que ya había sufrido sanciones por parte de la Unión Europea en julio del año pasado. EE.UU. ha confiscado ahora a través del FBI 32 sitios web dedicados a propagar propaganda rusa. Una de las estrategias de esta campaña rusa es crear plataformas que imitan la apariencia de medios de información estadounidenses legítimos -como ‘The Washington Post’ o la cadena Fox News- para servir a su desinformación.
Según la información de la Administración Biden, Doppelganger está liderada por Sergei Kiriyendok, un ex primer ministro ruso que ahora es subjefe de Gabinete de Putin.
Una estrategia ya conocida
El objetivo de estas campañas rusas es «reducir el apoyo internacional a Ucrania, reforzar las políticas e intereses de Rusia e influir en los votantes de EE.UU. y de otras elecciones en el extranjero», aseguran las autoridades estadounidenses.
Al mismo tiempo que se conocían estos esfuerzos del Departamento de Justicia, el Tesoro de EE.UU. anunció sanciones contra ANO Dialog, una organización rusa que coopera en Doppelganger, y contra Margarita Simonyna, la directora de RT.
El Departamento de Estado, por su parte, ha ofrecido una recompensa de diez millones de dólares por información relacionada con la interferencia electoral y ha anunciado sanciones contra cinco medios públicos rusos, incluidos RT, Ruptly y Sputnik.
«El pueblo estadounidense tiene el derecho a saber cuándo una potencia extranjera trata de aprovecharse del libre intercambio de ideas en nuestro país para mover su propia propaganda», dijo Garland.
Las autoridades estadounidenses ya habían determinado el pasado mes de julio que Rusia buscaba interferir en el proceso electoral de EE.UU., reconociendo de forma implícita que lo hace para beneficiar a Trump, y ahondar en las divisiones que sufre el país. Es una determinación a la que ya llegó la inteligencia estadounidense en las elecciones de 2016, en las que ganó el multimillonario neoyorquino, y en las de 2020, en las que perdió frente a Joe Biden, el actual presidente.