EE.UU. plantea prohibirle la entrada a Zapatero por su sintonía con Venezuela
El subsecretario de Estado Christopher Landau sugirió públicamente aplicar la medida contra el expresidente español por su cercanía con el chavismo

Washington ha elevado el tono contra José Luis Rodríguez Zapatero por sus negociados con el chavismo. El subsecretario de Estado Christopher Landau, número dos de la diplomacia norteamericana, sugirió este lunes, en un mensaje en redes sociales, retirarle el visado de entrada a Estados Unidos al expresidente español.
Con ironía, el diplomático acompañó la insinuación con una imagen bajo el título de «El quitavisas», un recurso que se ha convertido en seña de identidad de la política exterior de Donald Trump: usar el acceso a EE.UU. como palanca de presión. La imagen está tomada de los cómics de Batman y la llamada «batiseñal».
El comentario se produce en plena ofensiva de la administración contra el régimen de Nicolás Maduro, acusado de narcotráfico y terrorismo. En el centro de esa estrategia está el intento de fracturar a los aliados internacionales que sostienen al chavismo. Zapatero ha sido durante años interlocutor privilegiado de Caracas, en procesos de diálogo y mediación que, según Washington, no han servido para acercar una transición democrática, sino para dar oxígeno a Maduro y a las facciones militares que lo mantienen en el poder.
Integrantes de la diplomacia estadounidense creen que Zapatero forma parte de un esquema de transición diseñado para preservar los intereses del llamado Cartel de los Soles aun si Maduro fuera apartado. Ese convencimiento explica la dureza de Landau, que sugirió abiertamente que el expresidente español sea castigado con la retirada de su visado, igual que ya se ha hecho con funcionarios venezolanos, empresarios afines al chavismo y familiares de altos cargos.
El episodio recuerda que el uso de visados se ha convertido en un arma de presión habitual de la Casa Blanca. En las últimas semanas, EE.UU. ha negado la entrada a artistas y dirigentes extranjeros acusados de promover boicot an Israel, y ha sancionado a operadores financieros cercanos a regímenes considerados adversarios.
El mensaje, repetido una y otra vez por Landau y por el secretario de Estado Marco Rubio, es que viajar a EE.UU. no es un derecho sino un privilegio que puede ser revocado en cualquier momento.
En España, la propuesta de sancionar a Zapatero añade tensión a las relaciones bilaterales. El expresidente socialista ha defendido siempre su papel como mediador en Venezuela, pero tanto la oposición venezolana como integrantes del Congreso estadounidense lo consideran un colaborador de facto del chavismo. Su nombre, asociado al fracaso de múltiples rondas de negociación, se convierte ahora en blanco directo de la campaña de máxima presión de Washington.
El «quitavisas» contra Zapatero no es solo una broma en redes sociales. Es la muestra de que Estados Unidos considera agotada la paciencia con quienes, desde Europa, todavía mantienen lazos de interlocución con un régimen al que Washington define abiertamente como un cartel narcoterrorista.
Los españoles tienen un acuerdo de entrada en Estados Unidos que les exime de tener que solicitar un visado antes de ingresar, como sucede con otros bloques y países.