El caso de la doctora Motarjemi
Amediados de febrero de 2023 se dictó en Suiza una sentencia histórica: Nestlé debía pagar dos millones de francos por los daños causados por ocho años de actividad profesional reducida, así como cien mil francos en costas judiciales, a su exresponsable de seguridad alimentaria, Yasmine Motarjemi. En la sentencia se resalta también el implacable acoso que sufrió no sólo por parte de la empresa, sino de sus compañeros. Al contrario de lo que afirma Nestlé, y de lo que informaron ciertos medios de comunicación, el caso no es un simple conflicto laboral, sino que afecta a la salud de millones de personas. Es también un retrato del atroz comportamiento dentro de una empresa que favorece la división entre sus empleados, la delación y el maltrato, y que no para de mentir para conseguir el mayor beneficio.
Muy poco después de empezar a trabajar en la compañía en el año 2000, en calidad de supervisora de seguridad alimentaria, Yasmine Motarjemi vio que el personal parecía preocuparse más por su salario y posición que por la responsabilidad hacia los consumidores. Una encuesta realizada en 2000 en Nestlé mostró que el diez por ciento del personal era víctima de bullying y mobbing, según varias asociaciones de derechos humanos en Suiza.
En la sentencia se resalta también el implacable acoso que sufrió no sólo por parte de la empresa, sino de sus compañeros
En 2005, la doctora Motarjemi se enfrentó a una crisis importante en Nestlé cuando la fórmula infantil se contaminó con restos de un componente de tinta en el envase.El superior de Motarjemi retiró del mercado el producto contaminado y fue fulminantemente destituido de su cargo. Ésa es la perversa manera de actuar de la compañía: si cumples con el trabajo para el que se te ha contratado, te despiden. Si haces la vista gorda, te promocionan.
El golpe de gracia para la doctora Motarjemi se produjo poco después de que se estableciera y circulara una política de la empresa Nestlé que recompensaba a los gerentes que NO retiraban del mercado productos defectuosos o contaminados. Independientemente de esta política, Motarjemi continuó revisando y probando los productos Nestlé en busca de contaminación e informando de los problemas a medida que ocurrían. Como resultado, su nuevo director de Gestión de Calidad inició una campaña de acoso y mobbing en su contra, y continuó ignorando los protocolos de seguridad.
Las preocupaciones de Motarjemi se manifestaron claramente en 2005, cuando cientos de mascotas murieron por intoxicación por aflatoxinas encontradas en los productos Nestlé, y nuevamente en 2008, cuando trescientos mil bebés en China fueron envenenados con fórmula infantil contaminada, lo que provocó varias muertes. Nestlé afirmó que su fórmula infantil no estaba contaminada, pero documentos internos expusieron la contaminación en los mismos productos en Sudáfrica, que fueron retirados silenciosamente. También ocurrieron varios incidentes impactantes, algunos fatales, con un producto Nestlé entre 2008 y 2012. En 2009, Nestlé fue responsable de un importante brote de E. coli 0157 en los Estados Unidos con masa para galletas contaminada.
El vía crucis de la doctora Yasmine Motarjemi no acabó con la sentencia que condenaba a la multinacional suiza a indemnizarla. Todavía hoy sufre las consecuencias físicas y mentales derivadas de haber denunciado a un coloso multinacional cuya única filosofía es el beneficio a toda costa, sin escrúpulos de ningún tipo. «What else?»