El chavismo financió el Movimiento 5 Estrellas que hoy gobierna en Italia
En verano de 2010, el Gobierno venezolano envió 3,5 millones de euros al Consulado de Milán para sufragar el partido que fundó Beppe Grillo
Nicolás Maduro dio su autorización en 2010 al envío de una maleta que contenía 3,5 millones de euros al Consulado venezolano en Milán para financiar en negro al Movimiento 5 Estrellas, partido nacido en octubre de 2009 para hacer política apartidista en Italia y que ahora gobierna en el país transalpino. Así se refleja en documentos clasificados como secretos de la Dirección General de Inteligencia Militar del país caribeño a los que ha tenido acceso ABC. El actual jefe del Ejecutivo de Caracas era entonces ministro de Exteriores.
El cónsul de la legación diplomática de Venezuela en Milán, Gian Carlo di Martino, actuó como intermediario antes de que el destinatario final, Gianroberto Casaleggio, recibiera el dinero en metálico.
El documento señala a Casaleggio como «promotor de un movimiento izquierdista revolucionario y anticapitalista en la República de Italia».
Casaleggio cofundó en Milán el Movimiento 5 Estrellas (M5E) junto al cómico y actor Beppe Grillo. Murió en 2016. Este informático está considerado el ideólogo del M5E. Casaleggio, Grillo y sus seguidores constituyeron una corriente revolucionaria de inspiración ecologista, antimperialista y europeísta. Sus dirigentes siempre han repudiado que se les enmarque en la división dicotómica de la política tradicional entre izquierda y derecha. Se autodefinen como «una asociación libre de ciudadanos».
Desde septiembre pasado, el Gobierno de coalición italiano lo lidera Giuseppe Conte, a propuesta del M5E. Hasta diez de los 22 miembros del Consejo de Ministros están adscritos al M5E, entre ellos, el titular de Exteriores, Luigi Di Maio. Este fue el jefe político del M5E hasta enero pasado, mes en que lo relevó Vito Crimi.
Los 3,5 millones de euros fueron enviados «de manera segura y secreta a través de la valija diplomática», según refleja literalmente el archivo de la inteligencia militar que en 2010 dirigía Hugo Carvajal, prófugo de la Justicia desde noviembre pasado después de que la Audiencia Nacional aprobara su extradición a Estados Unidos. La Justicia estadounidense lo investiga por delitos de narcotráfico y suministro de armas a la guerrilla colombiana de las FARC. Huyó de España sin que las autoridades judiciales y policiales lo evitaran.
La suma para financiar al M5E salió de los fondos reservados administrados por el entonces ministro del Interior y hoy vicepresidente de Economía, Tareck el Aissami, según refleja el texto del despacho obtenido por este diario. El Aissami era y es una de las personas del círculo de confianza de Maduro.
En febrero de 2017, la Oficina de Control de Activos de Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó a El Aissami por delitos relacionados con el narcotráfico. Unos meses después, la propia OFAC también publicó sanciones económicas contra Nicolás Maduro. Lo tachó de ser «dictador que ignora la voluntad del pueblo venezolano» al día siguiente de haberse celebrado las elecciones a la Asamblea Nacional Constituyente que EEUU consideró ilegítimas.
A su vez, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas estadounidense designó a El Aissami en agosto de 2019 como una de las personas más buscadas por la misma acusación y por blanqueo de capitales. Un año antes, la Unión Europea también lo había sancionado, entre otros motivos, por haber sido supervisor del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), organismo que habría cometido «graves violaciones de los derechos humanos» como «detenciones arbitrarias, investigaciones por motivos políticos, tratos inhumanos y degradantes y torturas», según reza el reglamento publicado por el Consejo de la UE.
Detrás del episodio de la valija diplomática había una historia. La nota de la Inteligencia militar llegó hasta sus archivadores porque la situación ocurrida en el Consulado de Milán había provocado un incidente interno. Un funcionario de la Agregaduría militar había hallado la maleta con los 3,5 millones de dólares y lo había puesto en conocimiento de Hugo Carvajal. Este indagó el origen y la razón del envío, dándolo por bueno «a posteriori». No en vano, El Aissami y Maduro lo habían autorizado. El despacho concluye como sigue: «Se giraron instrucciones verbales a nuestro funcionario en Italia a no seguir informando sobre el asunto, que pudiese convertirse en un problema diplomático [entre Italia y Venezuela]».
Al igual que Podemos, desde sus orígenes, los fundadores del Movimiento 5 Estrellas apostaron por poner límite salarial a sus representantes políticos y tener una contabilidad transparente de sus cuentas. Diversos reportajes periodísticos de medios italianos se han preguntado de dónde conseguían los «grillos» el dinero para hacer política. Así lo recogía el semanario «L’Espresso» a finales de 2017 que detallaba cómo la financiación del M5E era «transparente en los detalles, opaca en su conjunto».
El Gobierno venezolano optó por no responder al cuestionario enviado por ABC para Maduro y El Aissami. También se dio la oportunidad de réplica al actual líder del M5E, Vito Crimi, a su anterior jefe político, Luigi Di Maio, al cónsul venezolano en Milán, Gian Carlo di Martino, y al propio Grillo. Ninguno de ellos contestó a las preguntas de este diario.
El M5S respalda a Maduro
La formación política fundada por Grillo y Casaleggio ganó las últimas elecciones generales italianas de 2018 con el 33% de los votos. Una gran parte del arco parlamentario italiano ha criticado la posición de los «grillos» respecto a los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro; bien por ambigua, bien por ofrecer su respaldo al chavismo.
El Gobierno de Roma es uno de los tres ejecutivos de la UE –junto a Chipre y Eslovaquia– que aún no ha reconocido la legitimidad de Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela. «No consideramos oportuno precipitarse a reconocer investiduras que en cualquier caso no han pasado por un proceso electoral», declaró Giuseppe Conte a comienzos de 2019 cuando gobernaba en coalición con la Liga Norte de Matteo Salvini. Conte reaccionaba así a un tuit de Salvini en el que tildaba a Maduro de «dictador rojo» y pidió el fin de su mandato.
«Italia no reconoce a Juan Guaidó porque estamos totalmente en contra del hecho de que un país o un grupo de terceros países puedan determinar las políticas internas de otro país», señaló en aquellas mismas fechas el subsecretario del Ministerio de Asuntos Exteriores y miembro del Movimiento 5 Estrellas, Manlio di Stefano. Agregó que el partido no contemplaba alinearse con las posturas adoptadas por instituciones comunitarias como el Parlamento Europeo. Di Stefano, junto a otros miembros del M5E con cargos oficiales, había encabezado en 2017 una delegación del M5E a Caracas para asistir a los actos conmemorativos del cuarto aniversario de la muerte de Hugo Chávez. La delegación fue recibida por dirigentes del Gobierno de Maduro, entre otros, por su vicepresidenta Delcy Rodríguez.
En enero de 2019, el diputado «grillo» Alessandro Di Battista publicó una carta abierta en varios medios italianos en el que se posicionaba contra la posición de Donald Trump, quien expresó la idea de que Maduro debía irse inmediatamente. En la misiva, Di Battista se posicionaba contra las sanciones a Venezuela decretadas por el Gobierno de EE.UU. porque «el objetivo es la guerra civil». Añadía el político del M5E: «Si el resultado [de las sanciones] no satisface a quienes apuntan al pozo petrolero venezolano, la intervención armada será una hipótesis muy probable».
El petróleo como combustible ideológico
Al comienzo de la pasada década, la empresa pública Petróleos de Venezuela SA, principal activo económico del país, se convirtió en un maná usado por Hugo Chávez para promocionar su «socialismo del siglo XXI» en el exterior. El precio del crudo superó en muchos meses los 100 dólares el barril y en 2010, cuando el M5E recibió la maleta, Pdvsa producía 2,85 millones diarios. Hoy el Estado caribeño solo extrae 730.000, muy por debajo de sus posibilidades debido a la ineficacia de su gestión de Pdvsa. Desde febrero, es precisamente El Aissami quien preside una comisión especial para intentar reflotar su maltrecha producción. Hoy el país caribeño depende de Irán para surtir de combustible los vehículos de los venezolanos.
El dinero venezolano ha llegado en el último decenio a países como Argentina, Bolivia, Cuba o Italia, entre otros, para financiar movimientos políticos y gobiernos afines al chavismo, principalmente en el entorno de 2010 cuando las divisas abundaban. Como ejemplo, el FBI acusó a Cristina Fernández Kirchner de haber recibido dinero del Gobierno de Chávez para financiar su campaña electoral de 2007, campaña tras la cual se hizo con la presidencia. En Argentina, los tribunales aún investigan el llamado «maletinazo» después de la reapertura de las actuaciones judiciales que decretó el Tribunal Supremo en 2016. La actual vicepresidenta argentina habría recibido no menos de 800.000 dólares en una trama donde participó Rafael Reiter, exjefe de seguridad de Pdvsa.
Señalado por investigaciones policiales y judiciales en Buenos Aires y Houston como uno de los llamados «valijeros» de los Kirchner, el Consejo de Ministros de España aprobó la extradición de Reiter a Estados Unidos en junio de 2018. Un tribunal texano lo investiga por supuestos delitos de organización criminal y blanqueo de capitales, causa en la que están imputados otros ex altos cargos del sector energético público de Venezuela. Pero Reiter se encuentra en libertad provisional en España a la espera de juicio. El Juzgado Central de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional lo investiga en relación al saqueo de Pdvsa.