Democracia y PolíticaEconomía

El Gobierno británico reconoce que el Brexit es una de las causas de la crisis del combustible

El ministro de Transporte señala que «no hay duda» de que la salida de la UE ha contribuido al caos, «que remite». Ante la falta de conductores, unos 100.000, el Gobierno piensa en recurrir a militares e incluso a presos

La crisis de desabastecimiento de combustible que sufre el Reino Unido desde la semana pasada parece estar aliviándose, aunque de forma leve. Al menos así se desprende de los datos de la Asociación de Minoristas de Gasolina (PRA, por sus siglas en inglés), según los cuales el 27% de estaciones de servicio del país estaban completamente sin gasolina el pasado jueves, un nivel esperanzador comparado con la escasez generalizada de los últimos días, provocada por la falta de conductores de camiones cisterna, que entonces no pueden trasladar el carburante de las refinerías a las gasolineras. La Road Haulage Association, que agrupa a quienes hacen transportes por carretera, cifra en cien mil el número de choferes necesarios para suplir las necesidades actuales del país. A esto se suma la compra excesiva por parte de la población, agobiada con la idea de quedarse con los tanques de sus coches y motos vacíos, un aumento en la demanda que no hizo más que empeorar la situación. Según la PRA, dicha demanda de gasolina y diésel se mantiene aún en «niveles sin precedentes», por lo que su director ejecutivo, Gordon Balmer, pidió encarecidamente a la población que mantenga «sus hábitos de compra normales» y que solo vaya a repostar cuando sea necesario para garantizar «combustible para todos». Balmer denunció además que siguen recibiendo informes de «un alto nivel de abuso verbal y físico» a las personas que trabajan en las estaciones de servicio, lo cual calificó como «inaceptable».

Estas declaraciones llegan después de que el Ejecutivo insistiera en que la coyuntura está mejorando. «Nos encontramos en una situación en la que se entrega más combustible a las estaciones de servicio del que se vende, por lo que la crisis está ahora absolutamente bajo control», dijo a la cadena Sky News Simon Clarke, secretario jefe del Tesoro, que insistió en que el Brexit no tiene nada que ver. Sin embargo, el ministro británico de Transporte, Grant Shapps, sí reconoció que «no hay duda» de que el Brexit es una de las causas de esta crisis, que ha provocado colas enormes en las estaciones de servicio, enfrentamientos entre conductores y hasta persecuciones a los camiones cisterna, como denunciaron algunos choferes. «No hay duda» de que el Brexit ha contribuido al caos de los últimos días, admitió Shapps, pero insistió en que la «causa principal» de la escasez es la pandemia del Covid-19, que obligó a cancelar desde el año pasado las pruebas de conducción de vehículos pesados para los nuevos conductores.

«Nos encontramos en una situación en la que se entrega más combustible a las estaciones de servicio del que se vende, por lo que la crisis está ahora absolutamente bajo control», dijo Shapps

El ministro además aseguró que gracias a la independencia de la que goza el Reino Unido desde la firma de su divorcio el año pasado con la Unión Europea es que el gobierno ha podido tomar algunas medidas de urgencia para paliar la situación. El Brexit «nos ha ayudado a cambiar las reglas para poder examinar a más conductores con mayor rapidez», declaró, y agregó que la separación influyó, por tanto, para bien y para mal. «Desafortunadamente, como hemos visto con los rollos de papel higiénico y otras cosas, una vez que las personas comienzan a buscar un artículo en particular, (la situación) puede escalar rápidamente», aseveró y criticó a quienes llenaron de combustible botellas plásticas por ser una práctica «peligrosa» y «extremadamente inútil».

Mejor planificación

El líder de la oposición, el laborista Keir Starmer, señaló como culpable de la crisis al primer ministro Boris Johnson, a quien exigió una mejor planificación a largo plazo para evitar que la escasez de personal tumbe a otros sectores productivos en los próximos meses, que ya están sufriendo las consecuencias de la partida de territorio británico de miles de trabajadores comunitarios, muchos de los cuales no volverán. De hecho, la Confederación de la Industria Británica (CIB, por sus siglas en inglés), que agrupa a miles de empresas en el Reino Unido, ha advertido de que la escasez de personal podría durar dos años. Starmer denunció que el Ejecutivo «está tratando de resolver un problema» pero entonces «aparece otro en su lugar».

«Hemos conseguido que presos y delincuentes realicen trabajos voluntarios no remunerados. ¿Por qué no, si hay escasez, animarlos a que realicen un trabajo remunerado donde hay un beneficio para la economía, un beneficio para la sociedad?», ha declarado Raab

El gobierno, que ya movilizó su propia flota de camiones cisterna conducidos por civiles pero que anunció que en los próximos días pondrá tras el volante también a sus militares, está además con una idea cuando menos polémica sobre la mesa: la de poner a prisioneros a conducir camiones. Así lo mencionó el ministro de Justicia y viceprimer ministro, Dominic Raab, en una entrevista concedida a la revista ‘The Spectator’: «Hemos conseguido que presos y delincuentes realicen trabajos voluntarios no remunerados. ¿Por qué no, si hay escasez, animarlos a que realicen un trabajo remunerado donde hay un beneficio para la economía, un beneficio para la sociedad?», se preguntó, y agregó que si a estas personas se les ofrece “esperanza” es “menos probable que vuelvan a delinquir”.

 

 

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