El maestro Bong, uno de los nuestros
José Luis Rebordinos, director del festival de cine de San Sebastián, recuerda cómo la carrera del cineasta coreano empezó en el certamen donostiarra
El pasado mayo tuve la oportunidad de ver en el Festival de Cannes la película Parásitos. Formaba parte de una sección oficial a competición de Cannes extraordinaria, con un nivel altísimo como el que nos tiene acostumbrado este festival en los últimos años. A pesar de las importantes películas con las que competía, consiguió ganar la Palma de Oro. Y el reconocimiento a Bong Joon-ho, a quien, dicho con mucha humildad, sentimos un poquito nuestro. En septiembre, Parásitos formó parte de la sección Perlak del festival de San Sebastián.
En el año 2000 el Comité de Selección del certamen de San Sebastián se encontró con una película que se llamaba Barking Dogs Never Bite (Perro ladrador poco mordedor). Era una película divertida y extraña, pero que tenía algo dentro que la hacía muy especial. Tras algunas discusiones, decidimos apostar en nuestra competición oficial por esta primera película de un director surcoreano. La película fue recibida de manera desigual, pero pronto tuvimos la suerte de poder volver a confiar en este director y programar su segunda película a competición. El director se llamaba Bong Joon-ho y su película, Memories of Murder. En esta ocasión casi hubo unanimidad. Mucha gente recibió a la película como una de las mejores películas del año y como una auténtica joya cinematográfica. El resto de la historia es conocida. Posteriormente, Bong Joon-ho nos ha hecho disfrutar con grandes películas cono The Host, Mother, Snowpiercer u Okja. Y el fin de esta bonita historia a día de hoy es que la última película de Bong Joon-ho, Parásitos, acaba de hacer historia.
Parásitos me parece una joya. Una película que utiliza diferentes convenciones genéricas (del thriller a la comedia, pasando por el melodrama o el terror), para trascenderlos y acabar ofreciendo una brillante sátira política sobre la desigualdad social y la lucha de clases, nada complaciente con ninguna de las partes en conflicto. Tiene la particularidad de gustar por igual tanto a la crítica especializada como al público que está llenando las salas en todo el mundo para poder verla.
Si alguien tenía alguna duda, Bong es a partir de ahora, por derecho propio, uno de los cineastas más importantes del cine contemporáneo.
José Luis Rebordinos es el director del festival de cine de San Sebastián.