El mayor impacto de las sanciones a Venezuela recaería sobre tenedores de bonos y aparato represor
Las sanciones que Estados Unidos podría imponer la próxima semana al crudo venezolano tendrían su mayor impacto sobre los tenedores de sus bonos y el aparato de represión que sostiene al régimen de Nicolás Maduro, dijeron analistas al advertir que la población lleva ya tiempo que no se beneficia de la renta petrolera.
El presidente Donald Trump ha advertido que aplicará sanciones “rápidas y severas” contra Venezuela –que podrían incluir un embargo a su crudo– si Maduro insiste en su empeño de realizar el domingo la elección “fraudulenta” de una Asamblea Constituyente.
A 36 horas de la programada apertura de las urnas, el régimen socialista no está dando señales de estar dispuesto dar marcha atrás, y funcionarios en Washington han señalado que el gobernante estadounidense tiene toda la intención de cumplir con sus palabras.
Aun cuando Venezuela asegura que podría conseguir compradores para el crudo que no pueda colocar en Estados Unidos a la vuelta de pocos meses, expertos dijeron que la medida propinaría un golpe muy difícil de superar para el ya atribulado régimen socialista.
“Sin esos recursos, el gobierno tendría menos margen de maniobra para seguir manteniéndose en el poder”, advirtió desde Londres Diego Moya-Ocampos, analista senior de IHS Country Risk.
“Y es poco probable que la situación para la población pudiera ser peor de lo que ya es con la severa escasez de alimentos y de medicinas, que básicamente fuerzan a la población a depender de la beneficencia del estado para poder suplirse”, agregó.
De hecho, Maduro actualmente destina una porción muy marginal de los dólares que ingresan al país para la compra de alimentos y medicinas.
Él mismo lo ha admitido, al declarar que la nación ha dedicado $20,000 millones en los últimos dos años para el servicio de su deuda externa, al tiempo que un informe de la Asamblea Nacional señala que el régimen solo estaba otorgando el año pasado menos del 15 por ciento de las divisas que se necesitaban para mantener abastecidos los anaqueles de los supermercados y las farmacias.
“Cuando dicen que va a afectar principalmente a los más pobres, ese comentario no toma en cuenta el hecho de que el gobierno dedica muy pocas divisas a los pobres”, enfatizó desde Caracas el columnista David Morán.
“La gran mayoría de los programas del gobierno son financiados con impuestos internos y por dinero inorgánico. Eso es lo que más invierte el gobierno en los pobres y no divisas”, agregó.
Ya los mercados están dando por sentado que el país sudamericano no podrá evitar entrar en default este año, con los precios de sus bonos cayendo en más de 17 por ciento en cuestión de una semana.
En otra señal de volatilidad, el ilegal dólar negro, el único al cual la mayoría de venezolanos tiene acceso, perdió más del 22 por ciento de su valor en los últimos cinco días, cotizándose el viernes en 10,389 bolívares por unidad, según la página de internet Dólartoday.com, que le hace seguimiento.
La renta petrolera también es crucial para sostener el vasto aparato de corrupción utilizado por el régimen para preservar la lealtad de la cúpula militar que lo sostiene. Una disminución de los ingresos petroleros podría poner fin a esos incentivos y en teoría llevar a algunos oficiales a darle la espalda al régimen en medio de las crecientes presiones sociales que enfrenta.
Russ Dallen, socio gerente de la firma Caracas Capital Markets, dijo que las pretensiones del régimen bolivariano de reemplazar rápidamente a Estados Unidos como comprador de su crudo –ante la eventual aplicación de sanciones– podrían verse complicadas si Washington acompaña esa medida con otras sanciones que limitarían su acceso al sistema financiero internacional.
Estados Unidos, por ejemplo, podría colocar a PDVSA en la lista negra del Tesoro, como ya ha hecho con algunos altos funcionarios del régimen, los cual impediría que pudiera hacer operaciones en dólares.
Esa posibilidad quedó abierta hace ya bastante tiempo luego de que autoridades estadounidenses denunciaran que la estatal de petróleo estaba siendo usada para lavar dinero de la corrupción.
Por otro lado, dejar de comprar crudo venezolano podría generar beneficios políticos adicionales a Trump, dado que crearía las condiciones perfectas para cumplir con sus intenciones de vender la mitad de las Reservas Estratégicas de Petróleo del país, que el gobernante considera innecesarias ante el incremento de la producción local.
Cubrir por un año los 700,000 barriles diarios de crudo venezolano que Estados Unidos dejaría de comprar con las sanciones, requeriría cerca de 255 millones de barriles, menos de la mitad de los 688 millones que el país tiene en esas reservas.
Trump tenía planes de vender esa cantidad gradualmente durante un plazo de diez años para que de esa manera no se produjera una sobreoferta de crudo que pudiera alterar al mercado.
Pero las sanciones permitiría colocar los 255 millones en pocos meses, en una medida que en vez de alterar el mercado estaría protegiéndolo de volatilidad, explicó Dallen.
“Y al final del año, esos $16,000 millones adicionales que se van a obtener a través de las venta van a hacer que él [Trump] luzca como un héroe porque ese monto le va a permitir recortar el déficit” escenario que no se producía en Estados Unidos desde la administración de Bill Clinton, dijo Dallen, quien ha sido consultado por Washington sobre la situación en Venezuela.
“El [Trump] ya trazó una raya en la arena. El dijo que lo iba a hacer y va a salir a respaldar sus palabras después del domingo”, agregó Dallen.
Las refinerías estadounidenses también están dando señales de que se están tomando las palabras de Trump muy en serio.
Según un cable de la agencia Reuters, las refinerías estadounidenses ya comenzaron el proceso de dejar de comprar crudo pesado, del tipo venezolano, para disminuir el futuro impacto que las sanciones al régimen de Maduro podría tener sobre sus operaciones.