El Papa recibe al presidente de Cuba y pone sobre la mesa la amnistía a los presos políticos del régimen cubano

El Papa Francisco se ha reunido en el Vaticano con el presidente de Cuba. AFP

Miguel Díaz-Canel visitó este martes el Vaticano por primera vez como presidente de Cuba, y se reunió 40 minutos con el Papa Francisco en el mismo despacho en el que en 1995 Juan Pablo II se entrevistó por primera vez con Fidel Castro. Esta vez, el «convidado de piedra» fue la súplica que en febrero le hizo llegar el Papa a través del cardenal Beniamino Stella, de una «amnistía» para los prisioneros políticos arrestados tras las protestas de julio de 2021.

Los comunicados oficiales evitaron mencionar si repitió esta solicitud, pero curiosamente sí que apareció en la crónica de la agencia oficial Prensa Latina, controlada por el Gobierno de La Habana. Ésta confirmaba que «tras el encuentro (con el Papa), el presidente cubano se reunió en la Secretaría de Estado con el cardenal Pietro Parolin, de cuya reunión y temas tratados, entre los que figura la petición de liberación de presos, informará posteriormente el Vaticano».

«Muy grato reencuentro hoy con Su Santidad el Papa Francisco, a quien transmití el profundo cariño y deseos de plena recuperación del pueblo cubano», resumió Díaz-Canel en unas líneas publicadas en redes sociales. En un mensaje telegráfico en Twitter, el líder cubano añadió que mantuvieron «una conversación franca» y que «confirmamos amplias coincidencias en temas acuciantes de la agenda internacional para la humanidad». También abordaron «la realidad cubana actual, en particular el severo impacto en nuestra población del bloqueo económico recrudecido».

También el comunicado oficial del Vaticano se limitó a una descripción genérica. «Durante las conversaciones con la Secretaría de Estado, se habló de la importancia de las relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y Cuba, evocando la histórica visita de San Juan Pablo II en 1998, de la que se cumple el 25 aniversario. A continuación, se detuvieron en la situación del país y en la contribución que ofrece la Iglesia, especialmente en el ámbito de la caridad», explicó Matteo Bruni, portavoz de la Santa Sede. Aseguró además que «se tocaron algunos temas internacionales de interés mutuo y se subrayó la importancia de mantener el compromiso de promover siempre el bien común».

Durante este tipo de encuentros con el obispo de Roma, no sólo cuentan las palabras y los gestos, sino también el significado de los obsequios que se intercambian. Por eso, la única pista sobre el contenido de la conversación que mantuvo a puerta cerrada con el pontífice la dio el Papa Francisco durante la protocolaria entrega de regalos.

Como recapitulación de la visita, el Papa le entregó una escultura de bronce de una paloma con una rama de olivo en el pico y las palabras ‘Sed mensajeros de paz’. «Me parecía que eso podría dar un gesto de comunión en la paz», explicó Francisco a Díaz-Canel. El Vaticano añadió en una expresiva nota que la escultura «simboliza la paz a la que todos están llamados a contribuir en las distintas expresiones de la actividad humana a través del diálogo, la aceptación y la comprensión recíproca». Tras las protestas de julio de 2021 en la isla, las mayores desde la revolución de Fidel Castro, fueron arrestados y continúan en prisión entre 700 y mil jóvenes, según datos de varias ONG.

El Papa recibió a Díaz-Canel de pie y sonriente, con un «Señor presidente, me encanta verlo». «Santidad, ¡qué bueno verlo recuperado! Muchas gracias por este encuentro», le respondió el líder cubano, quien llegó acompañado de su esposa Lis Cuesta. En el séquitoestaban también el ministro cubano de Exteriores, Bruno Rodríguez, y Caridad Diego, jefa de la Oficina de Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista de Cuba.

Díaz-Canel entregó como recuerdo al Papa dos volúmenes de los poetas cubanos Cintio Vitier y Fina García Marruz. «Son intelectuales cubanos católicos, ya fallecidos, católicos; son libros de poemas bellísimos, libros de valor, que podrá apreciar», le explicó. También le entregó una escultura titulada ‘El lector’, del orfebre Miguel Pulgarón, quien realiza esculturas con cubiertos. «Refleja ese amor de Cuba por la cultura», aseguró.