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El Partido Republicano ha perdido el rumbo. Compatriotas norteamericanos, únanse a nuestra nueva alianza.

Charlie Dent, Mary Peters, Denver Riggleman, Michael Steele and Christine Todd Whitman

 

Charlie Dent representó al 15º Distrito de Pensilvania en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos de 2005 a 2018. Mary Peters fue secretaria de transporte durante el gobierno de George W. Bush. Denver Riggleman representó el 5º Distrito de Virginia en la Cámara de Representantes de 2019 a 2021. Michael Steele es un ex presidente del Comité Nacional Republicano. Christine Todd Whitman fue gobernadora de Nueva Jersey de 1994 a 2001.

 

El Partido Republicano (GOP) cometió un grave error esta semana al expulsar a la representante Liz Cheney (Wyo.) del liderazgo de la Cámara de Representantes por decir la verdad sobre la «gran mentira» de Donald Trump, que ha causado estragos en nuestra república democrática al poner en duda las elecciones de 2020.

Cheney contraatacó, con razón, contra los líderes del partido y advirtió sobre la peligrosa dirección que está tomando el GOP. Ella no está sola.

Junto con docenas de prominentes republicanos, ex-republicanos e independientes, estamos anunciando «Un Llamado a la Renovación Americana«, un grito de guerra a nivel nacional contra los elementos extremistas dentro del GOP, y destacando la necesidad urgente de una nueva coalición con sentido común.

Instamos a nuestros conciudadanos a unirse a nosotros.

Nuestra alianza incluye a ex gobernadores, miembros del Congreso, miembros del gabinete, funcionarios estatales, experimentados estrategas políticos y líderes de base dedicados a ofrecer una visión esperanzadora y basada en principios para el país, y a garantizar que nuestros votos tengan un impacto decisivo en las elecciones clave de todo Estados Unidos.

Queremos dar voz a los millones de estadounidenses que se sienten políticamente desamparados, y movilizarlos para que ayuden a trazar un nuevo rumbo para nuestro país.

Es el momento de un renacimiento de la causa americana, que perseguiremos en asociación y competencia leal con otros ciudadanos comprometidos con la preservación de nuestra Unión.

Trágicamente, el Partido Republicano ha perdido el rumbo, pervertido por el miedo, la mentira y el interés egoísta. Además, los ataques del GOP a la integridad de nuestras elecciones y nuestras instituciones suponen una amenaza continua y material para la nación.

Muchos se han ido desde entonces. El Partido Republicano se ha convertido en un tercer partido, situándose, en el número de votantes registrados, por detrás de los independientes y los demócratas.

Mientras tanto, los legisladores republicanos están tratando de obstaculizar el derecho al voto en todo el país como un último esfuerzo para conservar el poder.

No vamos a esperar eternamente a que el Partido Republicano logre enmendar sus errores. Si no podemos salvar al Partido Republicano de sí mismo, ayudaremos a salvar a Estados Unidos de los elementos extremistas del Partido Republicano.

Eso significa acelerar la creación de una alternativa: un movimiento político dedicado a nuestros principios fundacionales y divorciado del obsesivo culto a la personalidad del Partido Republicano en torno a un hombre profundamente viciado (y dos veces impugnado), cuyos índices de favorabilidad se están hundiendo en distritos electorales clave del país.

Lucharemos por los republicanos honorables que defienden la verdad y la decencia, como Liz Cheney, Adam Kinzinger, Lisa Murkowski y Mitt Romney, por nombrar solo algunos.

Pero no nos basaremos en el viejo manual partidista. Tenemos la intención de trabajar por encima de las líneas partidistas con otros estadounidenses para oponernos a los extremistas y defender la república siempre que podamos.

Junto con nuestros aliados patrióticos de otros partidos, nuestro movimiento se enfrentará a los traficantes del miedo, a los teóricos de la conspiración y a los oportunistas que buscan un poder desenfrenado.

Tenemos previsto invertir en un más profundo grupo de líderes eficaces en ciudades y estados de todo el país, al tiempo que reclutamos para la causa a una nueva generación de ciudadanos pragmáticos y con principios.

Algunos, sin duda, nos instarán a unirnos al Partido Demócrata. Creemos que avanzar hacia un sistema de partido único sería peligroso y no representaría los diversos puntos de vista de nuestra nación.

Estados Unidos no puede tener sólo un partido comprometido con la preservación de sus instituciones democráticas. Debe haber al menos dos, si no más.

Con la destitución de Cheney del liderazgo de la Cámara, la batalla por el alma del Partido Republicano -y de nuestro país- no ha terminado. Acaba de empezar, y por eso estamos formando una «resistencia de los racionales» contra los radicales.

Hemos estado esperando un Partido Republicano sano y próspero, pero ya no aguantamos más.

El mes que viene, convocaremos una gran asamblea pública a nivel nacional, abierta a todos los estadounidenses y en el que participarán líderes actuales y antiguos de Estados Unidos que expondrán hacia dónde debemos ir, cómo podemos garantizar una América más libre y cómo todos los ciudadanos pueden unirse a la lucha.

Puede ser que los extremistas hayan disparado el primer tiro en esta lucha moral por el futuro de nuestro país, pero con la verdad como bandera, los que trabajan para renovar Estados Unidos dispararán el último.

 

Traducción: Marcos Villasmil

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NOTA ORIGINAL:

The Washington Post

The GOP has lost its way. Fellow Americans, join our new alliance.

Charlie Dent, Mary Peters, Denver Riggleman, Michael Steele and Christine Todd Whitman
 

 

Charlie Dent represented Pennsylvania’s 15th Congressional District in the U.S. House from 2005 to 2018. Mary Peters was secretary of transportation during the George W. Bush administration. Denver Riggleman represented Virginia’s 5th Congressional District in the U.S. House from 2019 to 2021. Michael Steele is a former chairman of the Republican National Committee. Christine Todd Whitman was governor of New Jersey from 1994 to 2001.

 

The Republican Party made a grievous error this week in ousting Rep. Liz Cheney (Wyo.) from the House leadership for telling the truth about Donald Trump’s “big lie,” which has wreaked havoc in our democratic republic by casting doubt over the 2020 election.

 

Cheney rightfully struck back against party leaders and warned about the GOP’s dangerous direction. She is not alone.

 

Alongside dozens of prominent Republicans, ex-Republicans and independents, we are announcing A Call for American Renewal, a nationwide rallying cry against extremist elements within the GOP, and highlighting the urgent need for a new, common-sense coalition.

 

We urge fellow Americans to join us.

 

Our alliance includes former governors, members of Congress, Cabinet secretaries, state officials, seasoned political strategists and grass-roots leaders dedicated to offering a hopeful, principles-based vision for the country — and ensuring that our votes have decisive impact in key elections across the United States.

 

We want to give voice to the millions of Americans who feel politically homeless and mobilize them to help chart a new path forward for our country.

 

It is time for a rebirth of the American cause, which we will pursue in partnership and loyal competition with others committed to the preservation of our Union.

 

Tragically, the Republican Party has lost its way, perverted by fear, lies and self-interest. What’s more, GOP attacks on the integrity of our elections and our institutions pose a continuing and material threat to the nation.

 

The Jan. 6 insurrection was a wake-up call for many who had remained loyal to the party, even while harboring concerns about its direction.

 

Many have since left. The GOP has effectively become a privileged third party, ranking behind independents and Democrats in voter registration.

 

Meanwhile, Republican legislators are trying to impede voting rights across the country as a last-ditch effort to retain power.

 

We will not wait forever for the GOP to clean up its act. If we cannot save the Republican Party from itself, we will help save America from extremist elements in the Republican Party.

 

That means hastening the creation of an alternative: a political movement dedicated to our founding principles and divorced from the GOP’s obsessive cult of personality around a deeply flawed (and twice-impeached) man, whose favorability ratings are reportedly tanking in key swing districts around the country.

 

We will fight for honorable Republicans who stand up for truth and decency, such as Liz CheneyAdam KinzingerLisa Murkowski and Mitt Romney, to name a few.

 

But we will not rely on the old partisan playbook. We intend to work across party lines with other Americans to oppose extremists and defend the republic wherever we can.

 

Together with our patriotic allies in other parties, our movement will stand against fearmongers, conspiracy theorists and the opportunists who seek unbridled power.

 

We plan to invest in a deeper bench of effective leaders in cities and states across the country while recruiting a new generation of principled, pragmatic citizens to the cause.

Some no doubt will urge us to join the Democratic Party. We believe that inching toward a single-party system would be dangerous and would fail to represent the diverse viewpoints in our nation.
America cannot have just one party committed to preservation of its democratic institutions. There must be at least two, if not more.
With Cheney’s dismissal from House leadership, the battle for the soul of the Republican Party — and our country — is not over. It is just beginning, which is why we are forming a “resistance of the rational” against the radicals.
We still hope for a healthy, thriving Republican Party, but we are no longer holding our breath.
Next month, we will convene a nationwide town hall open to all Americans and featuring current and former U.S. leaders who will lay out where we must go from here, how we can ensure a freer America and how all citizens can join the fight.
Extremists may have fired the first shot in this moral struggle for America’s future, but with truth as our lodestar, those laboring to renew America will fire the last.

 

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