El ‘periodo especial’ en Cuba cumple 25 años
El “período especial”, la más grave crisis económica vivida por los cubanos, cumplió este sábado 25 años sin que se haya anunciado nunca su término y en un momento en que el acercamiento con Estados Unidos levanta esperanzas de que las penurias sean finalmente asunto del pasado.
A muchos cubanos todavía se les caen las lágrimas al recordar los apagones de 16 horas diarias, las calles vacías, fábricas paralizadas con sus empleados en casa percibiendo solo el 60% del magro salario, resurgimiento de la prostitución, bistec de cáscara de toronjas y otros recursos contra el hambre.
Súbitamente dejaron de llegar a la isla los barcos soviéticos abarrotados de petróleo, cereales, leche en polvo, medicinas, materias primas y piezas industriales. El producto interno bruto cubano cayó 38% y Cuba, que enfrentaba un embargo económico estadounidense desde 1962, se paralizó.
En esos días comenzaron a reducirse los alimentos subsidiados de la libreta, proceso que continúa hasta ahora y se auguraba un inminente colapso del gobierno comunista.
El 29 de agosto de 1990 la prensa cubana publicó una nota del gobierno anunciando severas restricciones en el consumo de combustible y otros productos esenciales, así como la paralización de inversiones.
Siete meses antes Fidel Castro había explicado a los cubanos qué significaba un “periodo especial en tiempo de paz”.
“Que los problemas fueran tan serios en el orden económico por las relaciones con los países de Europa Oriental o pudieran por determinados factores o procesos en la Unión Soviética, ser tan graves, que nuestro país tuviera que enfrentar una situación de abastecimiento sumamente difícil”, declaró el 20 de enero de 1990 en un congreso sindical en el Teatro Karl Marx de La Habana.
“Téngase en cuenta que todo el combustible llega de la URSS”, añadió Castro, quien iniciaría en 1993 una tímida reforma económica -con apertura al turismo y la inversión extranjera y la legalización del dólar, la moneda del enemigo- para enfrentar la crisis.
Además, el líder cubano incorporó a las Fuerzas Armadas Revolucionarias -al mando de su hermano Raúl- a tareas económicas, incluido el negocio del turismo, en el que todavía son un gran operador.
La economía cubana comenzó tímidamente a repuntar en 1997, de la mano del turismo, y más sostenidamente a partir de 1999, con el inicio de la alianza política y económica con el presidente venezolano Hugo Chávez.
“Para mí los años iniciales fueron muy malos, crisis casi total, eso se ha superado, el transporte mejoró, la oferta de productos agrícolas y de otra índole para el consumo mejoró, la gente no se ve tan afectada como esos años”, dijo el economista Omar Everleny Pérez, del Centro de Estudios de la Economía Cubana de la Universidad de La Habana.
En 1986 Castro había comenzado a preparar a la isla para circunstancias difíciles, luego de que la Unión Soviética -en medio de su Perestroika- le comunicara que en caso de un ataque de Estados Unidos debería defenderse sola, olvidando el compromiso asumido durante la crisis de los misiles de 1962.
Castro elaboró un plan para un “periodo especial en tiempo de guerra”, que en 1990 adaptó a la paz.
En 1994 hubo por única vez desde 1959 una masiva protesta contra el gobierno en La Habana, el llamado “Maleconazo”, y estalló la “crisis de los balseros”, cuando 36,000 cubanos se lanzaron al mar en precarias embarcaciones rumbo a Estados Unidos para escapar del hambre.
Cuba nunca ha anunciado el fin del periodo especial, cuyas consecuencias “marcan a la sociedad cubana en diversos aspectos aún 25 años después”, según el ex ministro de Economía José Luis Rodríguez.
“Los niveles del PIB alcanzados en 1989 no se pudieron recuperar hasta 2004, lo que literalmente costaría al país 15 años de su proceso de desarrollo en medio de grandes penalidades y sacrificios”, explicó Rodríguez en un artículo.
“Si se compara con esos cinco primeros años, podemos decir que se terminó el periodo especial. Sin embargo aún hay muchas carencias, y además hay territorios y territorios, algunos luminosos y otros opacos”, dijo Pérez.
La muerte de Chávez en 2013 levantó fantasmas de un nuevo periodo especial, aunque el acercamiento con Estados Unidos tras medio siglo, iniciado en diciembre de 2014, ha levantado esperanzas entre los cubanos de que las penurias son finalmente asunto del pasado.