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“El populismo ha sido muy bueno en denunciar los problemas de la gente”

El nuevo secretario del PD, Nicola Zingaretti, trata de relanzar al partido cosiendo las heridas y buscando aliados en los movimientos cívicos

Italia vivió hace dos años uno de los fenómenos políticos de auge y caída más sorprendentes que se recuerdan. Matteo Renzi, uno de los líderes más prometedores de la izquierda europea, subió tan rápido hacia el sol que terminó carbonizado. El vuelo, cristalizado en el fallido referéndum de diciembre de 2016, le costó al Partido Democrático (PD) una descomposición que terminó con la escisión de varias corrientes y el peor resultado de su historia en las pasadas elecciones. Tras varios meses de luchas internas, la militancia decidió volver a las viejas posiciones de izquierda y encargar ese giro al moderado gobernador de la región de Lazio, Nicola Zingaretti (Roma, 1965), que atiende en la sede del PD a cuatro periódicos (EL PAÍS, Financial TimesWall Street Journal y The Guardian) para explicar su proyecto.

El nuevo secretario del PD (hermano del actor que encarna al comisario Montalbano en la serie más popular de Italia), trata de relanzar al partido cosiendo las heridas y buscando aliados en los movimientos cívicos. El 35% de sus candidatos para las próximas elecciones no pertenecen al PD y la mayoría son mujeres. De momento, funciona. La formación de centroizquierda, justo cuando afloran las tensiones en el Gobierno y asoma la sombra de unas nuevas elecciones, ha subido en las encuestas y se ha convertido de nuevo en el foco de ataques de sus rivales. Si ladran, piensan en el PD, es que vuelven a cabalgar. Los comicios del 26 de mayo, cuando Italia también vota en 3.700 municipios, marcarán el tono real de la recuperación.

Pregunta. Muchos votantes del PD han terminado también en la Liga. ¿Cómo se puede convencer otra vez a esa gente, también en el terreno de la comunicación?

Respuesta. En Italia los populistas han sido muy buenos denunciando los problemas de la gente. A veces, incluso falsificando los datos, porque el centroizquierda ha creado más trabajo. No hay duda de que la fuerza de los nacionalismos se funda en una gran capacidad de localizar los problemas que generan la rabia. Pero son incapaces de resolverlos. Dijeron que Italia crecería al 1,4%; en diciembre lo rebajaron al 1% y ahora estamos en el 0,1%. En 11 meses hemos perdido 35.000 empleos y la producción industrial ha caído un 1,4%. Primero contaremos la verdad y luego partiremos del crecimiento y la redistribución de la riqueza.

P. ¿Tienen algún plan para contrarrestar a Matteo Salvini?

R. Hace dos años que la Liga invierte inmensos recursos financieros en este tema, sobre el que también reflexionan las fiscalías. Hace 48 horas, Facebook ha cerrado decenas de páginas con 2,8 millones de seguidores que producían fake news. Y muchas estaban relacionadas con la Liga y el Movimiento Cinco Estrellas (M5S). No hay duda de que tenemos que invertir más recursos financieros y tener una presencia en las redes, pero que no estará basada en la rabia, el odio, las noticias falsas y los insultos. En Italia emerge en los jóvenes una sana rebelión contra la cultura del odio.

P. Muchos de esos jóvenes se sienten de izquierdas, pero no consideran que el PD lo sea.

R. Nuestra misión es cambiarlo. Pero hoy quien vota a Luigi Di Maio, vota a Salvini. El intento del M5S de construirse una imagen de izquierda no tiene fundamento. Me impactó mucho que Di Maio dijera que es un escándalo que Salvini se alíe en Europa con los neonazis, pero le permita ser ministro del Interior. Hace falta coherencia. Nosotros nos dirigimos a esa generación que no necesita odio para mirar al futuro.

P. Usted dice que la etapa del rigor en Europa debe superarse. ¿Cómo piensan hacerlo y quiénes pueden ser los aliados en Europa para ello? Porque ese es también un caballo de batalla de sus oponentes en Italia, que lo han puesto en el contrato de Gobierno.

R. No creo que los soberanistas digan lo mismo que nosotros cuando hablamos de cambio. Salvini ha dicho que no respetará las reglas europeas. Un acto unilateral de ruptura, como cuando en septiembre presentaron su presupuesto. Y aquí quien te castiga no es Europa, sino los ahorradores que te prestan el dinero. No hay una ultraderecha que quiere cambiar Europa, quieren destruir esta institución. Pero si no respetas las reglas, vas contra un muro y quemas el dinero de los ahorradores. Hay que poner en la agenda nuevos temas, como un seguro de desempleo europeo.

P. ¿Los parámetros que rigen la base del euro tienen sentido?

R. Hay que cambiarlos. Pienso y deseo que en la nueva fase haya una nueva disponibilidad para apuntar más al crecimiento.

P. ¿Qué impacto puede tener la victoria de Pedro Sánchez en España en la debilitada socialdemocracia europea? ¿Y en Italia?

R. Aquí somos todos hinchas de Sánchez. Es evidente que es un gran líder de España y servirá a la familia de la izquierda europea para tener un ejemplo de alternativa vencedora, como también lo es António Costa en Portugal. Viktor Orbán, que se fotografía delante de una alambrada militar con los prismáticos buscando enemigos, no puede ser la referencia de los italianos.

P. ¿Quiénes serán sus aliados en Europa tras el 26-M?

R. Intentaremos tener el número más alto de parlamentarios. Luego miraremos a fuerzas de izquierda o verdes, también al nuevo grupo de los liberales con el presidente Emmanuel Macron. Necesitamos un frente amplio para que el PP no se vea atraído, como está pasando, por los grupos soberanistas. Hay un cambio de eje y los soberanistas se están aislando en Europa.

P. ¿En Italia, el PD mirará en el futuro al M5S para tejer alianzas?

R. No. Este Gobierno esconde el hecho de que después del voto se abrirá una fase muy difícil para Italia y el Ejecutivo. Faltan 40.000 millones de euros y habrá que hacer unos presupuestos muy duros. Si eso lleva a la crisis, me parece justo que se vaya a votar y se pregunte a los italianos por una solución. Construiremos una nueva alianza de centroizquierda dirigida a las fuerzas cívicas moderadas. No es imaginable una alianza con el M5S.

P. ¿Cuál será el futuro de Matteo Renzi en el partido? ¿Podría tener un papel importante en un hipotético Gobierno?

R. Matteo sigue siendo uno de los dirigentes del PD más importantes y deseo que sí. Trabajo por un partido unido. Hay que frenar esta fragmentación que ha llevado a Salvini al Gobierno.

P. ¿El PD está unido ahora?

R. Está más unido… .

P. El grueso de la caída de llegadas de inmigrantes a Italia se debe al anterior ministro del Interior, Marco Minniti. Pero electoralmente el beneficio lo ha recogido Salvini. ¿Ustedes reivindican esas políticas?

R. No hay duda de que la caída de los flujos surgió de la acción del Gobierno de centroizquierda. Pero en Italia ha desaparecido una política migratoria que debe combinarse con política exterior y desarrollo. También con políticas sociales. Aquí se han contado muchas mentiras, como la de las 500.000 deportaciones que prometieron y que no se han hecho.

P. ¿A dónde conduce la deriva autoritaria que vive Italia?

R. Es preocupante la difusión de la cultura del odio en Italia, las gotas de odio que se meten en la sangre del país. Todo comienza siempre desde ahí, en la búsqueda de un chivo expiatorio. Y desencadenan reacciones que luego no se repiten en la historia de la misma manera, pero son igualmente preocupantes. El odio no es solo éticamente equivocado. Es una receta social y económica estúpida. Y ese es el verdadero talón de Aquiles de la Liga de Salvini. No ser portador de un proyecto de desarrollo del país, sino el promotor de un proyecto cultural.

 

 

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