El PP alerta del «efecto PSOE» en el paro, el «punto más débil» de Sánchez
Génova defenderá la reforma laboral y su política económica autonómica como «contrapunto»
Apenas un mes después de ser investido presidente del Gobierno, Pedro Sánchez ha dado munición suficiente al Partido Popular para abrir una ofensiva de oposición en muchos frentes. Sus pactos con los independentistas, el oscuro caso de la vicepresidenta de Maduro en Barajas, el maltrato a las comunidades autónomas frente a los privilegios dispensados a Cataluña, pero también el silencio tras la sentencia de los ERE o los ataques a la educación concertada son algunos de los asuntos que ocupan la agenda parlamentaria del PP, y que se activarán en cuanto el Congreso empiece a trabajar ya con normalidad esta próxima semana. Pero en Génova saben que Sánchez tiene un punto especialmente débil: la economía y el paro. Al hacerse público el pésimo dato de enero, el PP ha alertado del «efecto PSOE» sobre el desempleo en España.
«El empleo y la economía son su punto débil, pero también son nuestro punto fuerte y lo vamos a recordar y a demostrar en los Gobiernos autonómicos», avisan los populares al inicio del primer periodo de sesiones en el Parlamento.
En Génova funciona ya lo que Pablo Casado ha llamado un «Gobierno en la sombra», con diferentes áreas de actuación. El área económica se reforzó tras las elecciones con la entrada de la exministra Elvira Rodríguez como vicesecretaria de Sectorial. Junto a ella, Daniel Lacalle sigue siendo, como secretario de Economía, el «gurú» del equipo de Casado. En el Congreso, Mario Garcés actúa como «jefe» del área económica, con varios portavoces: Carolina España (Hacienda), Víctor Piriz (Presupuestos), Miguel Ángel Castellón (Economía y Empresa) y Juan Luis Pedreño (Transformación Digital). Como coordinador de Trabajo y Seguridad Social, José Ignacio Echániz lleva la batuta en el Grupo Popular, acompañado de Diego Movellán.
Las caídas del empleo
Al hablar del «efecto PSOE», en Génova se apoyan en la evolución del paro en cada periodo de Gobierno para intentar demostrar las consecuencias perversas que siempre han tenido los Ejecutivos socialistas sobre el mercado laboral. «Cada vez que gobiernan los socialistas, provocan recesión y paro masivo, es un dato objetivo», sostienen en el equipo económico del PP.
Con Felipe González, el número de parados aumentó en casi un millón de personas, y la tasa de paro rozó el 25 por ciento. En la etapa de José María Aznar en La Moncloa, se generaron unos cinco millones de puestos de trabajo, y el paro se redujo en más de 700.000 personas.
La etapa más negra para la economía y el empleo en España fue, sin duda, la de José Luis Rodríguez Zapatero al frente del Gobierno. El presidente socialista no vio venir el derrumbe económico, negó la existencia de la crisis y disfrazó sus síntomas con todo tipo de nombres y, asfixiado por la realidad cuando el daño ya estaba hecho, acabó aprobando el mayor recorte social de la historia de la democracia en España, en 2010. Al año siguiente adelantó las elecciones, una vez que la victoria del PP era clara y previsiblemente contundente, para dejar la segunda parte de los ajustes en manos de Rajoy. Pues bien, con Zapatero en el poder España quedó al borde del colapso, y se aumentó el número de desempleados en casi 2,3 millones de personas, hasta rozar los 4,5 millones de parados registrados.
Desde que Rajoy llegó al poder a finales de 2011 hasta que lo dejó por la moción de censura en junio de 2018, se crearon dos millones de puestos de trabajo y el paro volvió a bajar: 1,2 millones de desempleados menos.
El «efecto PSOE» sobre el paro se deja ver de nuevo con Sánchez en el Gobierno. En enero, el paro registrado subió en 90.248 personas en enero, el peor dato en ese mes desde 2014, y la afiliación a la Seguridad Social se redujo en 244.000 personas. El balance ya es negativo. Desde que Sánchez es presidente, la tendencia ha cambiado y el paro ha subido en 1.723 personas.
Las reformas
«Los datos de desempleo y de afiliación a la Seguridad Social son demoledores y una auténtica sangría», advirtieron en Génova, donde se prepara ya una ofensiva parlamentaria y política para confrontar ese «punto débil» del PSOE con el «punto fuerte» del Partido Popular.
Dentro de esa ofensiva, el PP se volcará en defender las reformas que se impulsaron durante el Gobierno de Rajoy, como la del mercado laboral, ante los avisos de derogación de unas medidas que, según los populares, fueron clave para la recuperación económica y del empleo. Génova mostrará sus medidas y propuestas económicas, sobre todo las que pongan en marcha en las comunidades, como «contrapunto» del partido, para que puedan compararse con las que impulse el Gobierno de coalición de los socialistas con los «comunistas» de Unidas Podemos.