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El PP aviva el clamor de la calle a dos días de la votación de la amnistía: «Siempre se recordará que hubo un pueblo que resistió»

El Partido Popular vuelve a exhibir músculo en las calles de Madrid con una concentración en la que Feijóo apeló al «rescate democrático» de España

 

Otro baño de masas. Otra exhibición de fuerza contra la amnistía. Grito popular a las puertas de la aprobación de la ley que este martes pasa su último trámite en el Congreso. El Partido Popular concentró en Madrid a miles de personas –70.000 según sus cifras y 45.000 para la delegación del Gobierno– para mandar un mensaje de oposición al Gobierno antes de ese pleno que dará luz verde a una de las leyes más controvertidas de la democracia. Alberto Núñez Feijóo, arropado por Mariano Rajoy y José María Aznar además de la mayoría de líderes autonómicos, apeló a la unidad de los españoles para «derribar el muro de Sánchez y construir puentes». Para «acabar con un Gobierno que tiene los días contados», señaló.

Cuatro meses después de la primera concentración del PP contra la amnistía, la Plaza España de Madrid lucía este domingo con buen aspecto, similar a la marea popular que aquel 24 de septiembre inundó las calles de la capital. Miles de ciudadanos que, como entonces, se acercaron a la ciudad para protestar contra una ley de amnistía que en esa primera manifestación era solo un embrión y que ahora está a punto de ser aprobada por el Congreso. Las banderas de España volvieron a ser el nexo de unión entre todos esos ciudadanos, de diferentes edades y procedencias diversas, pero engarzados por un mismo sentimiento: su posición contraria a la amnistía y al Gobierno de Pedro Sánchez.

La reunión convocada por el PP buscaba ser un último grito popular antes de que el PSOE y los socios de investidura del presidente den luz verde al olvido legal de los implicados en el ‘procés’. Algo que previsiblemente ocurrirá este martes en el Congreso.

Al son de los gritos de «¡presidente, presidente!», Feijóo tomó la palabra para denunciar la «indignidad de Pedro Sánchez» y su sumisión a las minorías independentistas para gobernar el país. Frente a eso, opuso una resistencia popular, reflejada en los miles de españoles presentes en la plaza. «Pase lo que pase con la amnistía, en esa misma página de la historia estará una sociedad y un pueblo que resistió, se rebeló y cerró este paréntesis. Por cada engaño escucharán la verdad y por cada escándalo tendrán una respuesta desde cada ayuntamiento, cada comunidad, del Congreso o el Senado. Y en las urnas. Cuando sea, en las urnas», señaló.

El dirigente llamó a lograr un «rescate democrático» de España y a no claudicar contra la amnistía, que incluirá actos de terrorismo tras el pacto del PSOE y los separatistas. «Decir a los policías que no han sufrido terrorismo es una indignidad por parte del presidente. No hay corrupción buena o mala o terrorismo bueno o malo. Lo que sí hay es un Gobierno nefasto. Eso sí que lo hay», dijo el presidente del PP, quien pidió un aplauso para la Policía, la Guardia Civil y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. No hubo mayor ovación en toda la mañana. Consciente la gente de que el servicio prestado por la seguridad del país en aquellos días de 2019 en Cataluña merecía tal reconocimiento.

Fin a la pesadilla

Reiteró Feijóo su determinación para luchar por acabar con el Gobierno. Algo que hará «el tiempo que haga falta». El gallego no dudó en calificar a Sánchez como el peor presidente de la historia de España, algo que hizo comparándolo con el anterior presidente socialista. «Veis que Zapatero le acompaña a todas partes para preocuparse de que Sánchez y no él sea recordado como el peor presidente de la historia de España. Sánchez pasará a la historia por sus mentiras disfrazadas de cambio de opinión. Por su codicia disfrazada de presidente. Por venderse él, vender al PSOE y a España», culminó.

Fueron José Luis Martínez-Almeida e Isabel Díaz Ayuso los que ejercieron de anfitriones y teloneros para Feijóo. Solo ellos y el líder tomaron el micrófono esta vez, con Aznar y Rajoy en un segundo plano. El alcalde, enérgico y contundente, elevó la voz para condenar que se quiera amnistiar el terrorismo y acusó a Sánchez de cambiar de opinión para venderse a los separatistas. «Ese Pedro Sánchez tan valiente para unas cosas y tan cobarde para otras. Habéis visto la foto de cuando visitó a los policías heridos en los incidentes de Barcelona en 2019 por el terrorismo que se ejerció en Barcelona. Visítales ahora y diles que su sacrificio por España no te importa nada, que sus heridas e incapacidades permanentes no importan. Que ahora les abandonas y les dejas tirados», señaló. Aunque la mayor ovación se la llevó cuando habló de España y su historia. «Tenemos un gran futuro por delante y un pasado grande. Una historia que no es de colonias y de la que debemos sentirnos orgullosos. Pocas naciones han contribuido tanto al desarrollo del mundo», explicó Almeida.

Tomó el relevo Isabel Díaz Ayuso que, sin tanto énfasis, logró también encender a los concentrados. Entre ellos, varios simpatizantes de Vox, que acudieron a título particular después de que Abascal hubiera asegurado el sábado que no iban a apoyar el acto. La presidenta, apeló a la libertad, en un discurso en el que no dudó en llamar «mentiroso» a Pedro Sánchez.

«ETA es pasado, el 1 de octubre es pasado, el referéndum ilegal, la ruptura de la convivencia, la quema de las calles en Cataluña, el terrorismo para acabar con instalaciones críticas, la fuga de empresas… Todo es pasado, pero la Guerra Civil es presente. Sánchez tiene los días contados y su final se acerca a gran velocidad», señaló.

 

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