El PRD tiende la mano a López Obrador para 2018
Alejandra Barrales, la presidenta del partido, dice que es una «obligación» conformar un frente para impedir que el PRI repita Gobierno
Las elecciones del Estado de México dejaron amargas lecciones a la izquierda mexicana. Cerca de seis millones de personas acudieron el domingo a las urnas a elegir un nuevo gobernante. Siete de cada diez (unos 3.8 millones de mexiquenses) marcaron en la boleta una opción distinta a la del PRI. El partido tricolor, sin embargo, triunfó y logró extender seis años más su hegemonía en su bastión principal. Los partidos de la izquierda, divididos y carcomidos por rivalidades, observaron cómo se esfumó una nueva oportunidad de arrebatar al PRI una pieza fundamental. “Es una desgracia que por esa incapacidad de la oposición el PRI tenga seis años más de Gobierno”, considera Alejandra Barrales, la presidenta del Partido de la Revolución Democrática (PRD), que obtuvo el tercer lugar en las votaciones del domingo en la entidad.
Barrales (Ciudad de México, 1967) llegó a la presidencia del PRD en julio de 2016. En once meses ha logrado mantener el tipo ante lo que parecía una catástrofe. Muchos pensaron que su presidencia, que concluye en octubre, administraría la debacle del partido. Desde 2015, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) de Andrés Manuel López Obrador le disputa la primacía de la izquierda mexicana. Morena consiguió el domingo el segundo sitio quedando a 168.000 votos del PRI. Esos sufragios los podría haber aportado Juan Zepeda, el candidato del PRD que creció consistentemente en las preferencias durante la campaña. Desplazó al PAN (derecha) al cuarto sitio y recibió más de un millón de sufragios. Gran parte de ellos en Ciudad Nezahualcóyotl, una de las pocas zonas metropolitanas que dieron la espalda a Morena.
“El proceso fue cuesta arriba, con muchos trabajando dentro y fuera del partido para desfondarlo. A pesar de eso, aquí estamos…. contra todo pronóstico el PRD se reafirma como una opción real para la ciudadanía”, considera Barrales en una entrevista con EL PAÍS. Los comicios del domingo obligan a PRD y Morena a dejar de percibirse como enemigos.“El Estado de México es el reflejo más claro de por qué no debemos ir solos a 2018”.
Las elecciones locales de 2015, 2016 y 2017 están en el pasado. No existe otro obstáculo que impida ver con claridad las presidenciales del próximo año. Barrales pide a las dirigencias un sentido de urgencia. “Tenemos que explorar la posibilidad de un frente de izquierdas, ciudadano, para evitar que el PRI repita gobierno”. “Es una obligación”, agrega.
La dirigente del PRD vislumbra que ningún partido podrá ganar por sí solo la presidencia el año próximo. “Este país no aguanta más un presidente débil, que esté atado de manos. Por eso nos rebasa la violencia y la corrupción”. Pero estas alianzas, según Barrales, tienen límites.
La presidenta del partido abre la puerta a una alianza con Morena rumbo a los comicios de 2018. No es la primera vez que propone la unión de las fuerzas. “Fueron varias las puertas que tocamos para que fuéramos juntos en el Estado de México”, recuerda. Barrales afirma que Ifigenia Martínez, una de las pocas fundadoras del PRD que no ha abandonado las filas del partido, fue la encargada de entablar un diálogo de acercamiento con López Obrador. “Nunca tuvo éxito, no tuvo respuesta”.
El desaire de López Obrador no es gratuito. El político fue dos veces candidato presidencial del PRD, en 2006 y 2012. Pero las diferencias con la cúpula del PRD lo llevaron a dirigir una escisión. Los jefes del PRD en ese entonces, un grupo conocido como Los Chuchos, apostaron por dar continuidad a una política de alianzas electorales con la derecha para arrebatar más gubernaturas al PRI. En 2012, llevaron más allá su propósito de relevancia al signar el Pacto por México, un acuerdo convocado por el Enrique Peña Nieto, el candidato que los había derrotado en las urnas meses antes.
“El PRD ya ha ido muchas veces detrás de alguien y no ha sido redituable. No solo para nosotros, si no que no ha cambiado nada a México”, considera la dirigente del PRD. Barrales ha gestionado las últimas herencias de Los Chuchos y su antecesor, Agustín Basave. En estas elecciones el PRD solo se alió con el PAN en Nayarit. Antonio Echevarría, un candidato ciudadano, ganó de forma arrolladora al PRI. “Nadie está hablando de ir detrás de un candidato panista. En mi gestión no he ido a apoyar a ningún candidato que no sea de mi partido o ciudadano. Sigo con esa convicción”.