El régimen chino anula las libertades de Hong Kong en 25 años
Xi Jinping celebra el aniversario de su devolución con el movimiento democrático desmantelado por la Ley de Seguridad Nacional
Hace 25 años, cuando el Reino Unido devolvió Hong Kong a China después de siglo y medio de ocupación colonial, el régimen del Partido Comunista se comprometió a respetar su capitalismo y mayores libertades durante al menos 50 años, hasta 2047. En la mitad de ese tiempo, muchas de esas libertades han desaparecido. Desde que Pekín impuso en 2020 una draconiana Ley de Seguridad Nacional que criminaliza prácticamente toda oposición, decenas de políticos del bando demócrata están en la cárcel o el exilio, las organizaciones civiles han sido desmanteladas y medios como el diario ‘Apple’ se han visto obligados a cerrar. Hong Kong, que era la ciudad más abierta, liberal y cosmopolita de Asia, se parece cada vez más a China continental.
Durante este aniversario, así lo dejó claro la corta visita del presidente Xi Jinping para celebrar el traspaso de soberanía y asistir a la toma de posesión de su nuevo jefe ejecutivo, John Lee. Aunque Xi ha estado dos días en Hong Kong, en realidad solo pasó diez horas porque el jueves por la noche volvió a cruzar la frontera para dormir en la vecina ciudad de Shenzhen. Junto a la fuerte seguridad, es el más claro signo de lo poco que se fía de Hong Kong y del miedo a sufrir un atentado o protestas después de la revuelta por la democracia de 2019. Sumamente precavido con el Covid, el presidente chino se ha movido en una burbuja que ha obligado a hacer cuarentena a los participantes en sus actos, entre ellos los 1.300 invitados a la toma de posesión de John Lee en el Centro de Congresos y Exposiciones.
«El Gobierno debe estar en manos de patriotas. No hay país o región en el mundo donde sus ciudadanos permitan a aquellos que no son patriotas, o incluso a los traidores, tomar el poder político», aseguró el presidente Xi Jinping en su discurso de 22 minutos, recogido por el periódico South China Morning Post. Sus órdenes para John Lee son mejorar la eficiencia del Gobierno y el sentido de la identidad nacional, integrarse en los planes de desarrollo como la Zona de la Gran Bahía y las Nuevas Rutas de la Seda, resolver los problemas sociales con medidas efectivas y mantener la armonía y la estabilidad.
«Tras el viento y la lluvia, la ciudad no puede permitirse caer en el caos», advirtió Xi refiriéndose a las masivas manifestaciones de 2019 reclamando democracia que acabaron derivando en una violenta revuelta. Para impedir incidentes durante su visita, la Policía cerró las zonas por donde ha pasado la comitiva oficial, prohibió el vuelo de drones y registró las casas de activistas democráticos.
Una promesa
A pesar de su mayor control sobre Hong Kong, el presidente chino insistió en los principios de «un país, dos sistemas»y «alto nivel de autonomía» prometidos durante su devolución el 1 de julio de 1997. Pero también dejó claro que, mientras Hong Kong y Macao funcionan en base al sistema capitalista, la gente debe respetar el modelo socialista que impera en China continental. «Todo lo que hace el Gobierno central es por el bien de la nación, Hong Kong y Macao, así como por sus compatriotas», zanjó Xi, quien pidió «pragmatismo» a los nuevos responsables de la ciudad.
Mostrando el malestar occidental con China por su alianza con Rusia ante la guerra de Ucrania, manifestado en la cumbre de la OTAN celebrada en Madrid, el primer ministro británico, Boris Johnson, aseguró que «no damos la espalda a Hong Kong». «Hace 25 años hicimos una promesa al territorio y su gente y tenemos intención de mantenerla, haciendo todo lo que podamos para que China respete sus compromisos y Hong Kong sea dirigido de nuevo por y para su pueblo», advirtió Johnson, según informa la BBC.
Frente a la oleada de hongkoneses que se plantean emigrar por el creciente autoritarismo de Pekín, entre los que destacan más de medio millón que han pedido renovar los pasaportes de británicos nacionales en el extranjero (BNO) concedidos antes de la devolución, Xi Jinping prometió a los jóvenes que tendrán «un futuro». «No importa qué carrera o ideas tenga un residente, mientras apoye sinceramente el principio de ‘un país, dos sistemas’, ame a Hong Kong, respete la Ley Básica y sea una fuerza positiva en su desarrollo», abogó Xi. Pero, antes de marcharse de vuelta a China, visitó la guarnición del Ejército Popular de Liberación cercana al Gobierno y al Parlamento por si las cosas vuelven a torcerse como en 2019.