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El saqueo de Petróleos de Venezuela abre la guerra en el chavismo

La dimisión del ministro Tareck el Aissami destapa la lucha por el poder y el desfalco de 3.000 millones de dólares. Es la primera vez, en 23 años, que el régimen realiza una operación anticorrupción contra su propia gente

         El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, acompañado de Tareck el Aissami EFE

Nicolás Maduro entró en cólera el pasado fin de semana cuando se enteró de que unos 3.000 millones de dólares, reservados para su campaña electoral, de los 38.000 millones depositados en dos bancos en EE.UU., se esfumaron en un abrir y cerrar de ojos, dejando a su Gobierno sin recursos ni para pagar el salario de los maestros que le habían diezmado su popularidad con sus ruidosas protestas.

Viéndose colapsado financieramente y sin poder hacer otra cosa, el mandatario venezolano decidió entonces ordenar a la Policía Nacional Anticorrupción detener a los funcionarios responsables que le habían arruinado y pedir la renuncia a su ministro de Petróleo, Tareck el Aissami, quien de inmediato dimitió el pasado lunes para «no interferir en la investigación», según él mismo confesó.

Es la primera vez, en los 23 años que lleva el chavismo en el poder, que el mandatario lidera una lucha anticorrupción contra su propia gente (de momento ya van 19 detenidos) en medio de una guerra interna de grupos que operan a modo de mafias: el que lidera el propio El Aissami y el de los hermanos Delcy (vicepresidenta) y Jorge Rodríguez (presidente de la Asamblea Nacional). En esta contienda se han visto involucrados ministros, funcionarios, jueces, militares, diputados y alcaldes chavistas.

Informe confidencial

La furia de Maduro se desató con un informe confidencial que le remitió el expresidente del Banco Central de Venezuela, Nelson Merentes, donde se subrayaba la desaparición de 3.000 millones de dólares que estaban destinados a dos objetivos: financiar su campaña electoral, que iba a ser gestionada por Jorge Rodríguez y pagar a los educadores y maestros, quienes cobran el salario mínimo de 5 dólares al mes y que habían dado muestras de descontento generalizado con protestas.

Según denuncia el editor de la revista ‘Zeta’ y el diario ‘El Nuevo País’, Rafael Poleo, una de las claves estaría en el reciente colapso y la intervención por parte del Gobierno de EE.UU. de dos entidades bancarias –Silicon Valley Bank y First Republic Bank– que, entre otras actividades, se dedicaban a lavar los dólares de las exportaciones de oro y petróleo venezolano por parte de los chavistas. Silicon Valley Bank, con tres décadas en activo, basaba su negocio en empresas emergentes del sector tecnológico, mientras que First Republic Bank estaba centrado en la gestión patrimonial y fideicomisos. Poleo asegura que el blanqueo se hacía en esas entidades a través de un sistema bursátil llamado #USDT, una moneda virtual de las llamadas ‘stable coins’ o bitcoin.

La DEA y el FBI

«Estos corruptos habían depositado la mayor parte del dinero obtenido por la venta de crudo con intermediarios en dichos bancos (Silicon Valley Bank y First Republic Bank). La Oficina del Tesoro, la DEA y el FBI lo sabían todo por el seguimiento que vienen haciendo desde hace una década. Siempre lo saben todo, y esperaron a que se confiaran para quitarles de un solo golpe más de 38.000 millones de dólares en criptoactivos (incluyen los 3.000 millones) y en dólares en efectivo (50% y 50%), que se quedaron en territorio estadounidense», añade Poleo.

 

 

Según el economista Asdrúbal Oliveros, debido a las sanciones a Venezuela y Rusia, Petróleos de Venezuela (Pdvsa), que hasta el pasado lunes presidía Tareck el Aissami, tiene serias dificultades para cobrar el petróleo y depende de una amplia red de intermediarios, que se quedan con una buena parte de los ingresos. «A eso añádele el descuento en la venta de crudo para competir con otros proveedores. En suma, Venezuela deja de percibir una parte importante del flujo de ingresos petroleros. Además de un incremento de la corrupción, pues no hay manera de controlar a todos los intermediarios. Por eso, la purga que vemos actualmente. Entre 2020 y 2022, esas pérdidas para Pdvsa representan alrededor del 34% del ingreso percibido. Nada despreciable».

Desvío de facturas

Resulta que los funcionarios chavistas e intermediarios al mando del ministro El Aissami han desangrado a Pdvsa. Según la agencia de noticias Reuters, el cobro de las facturas petroleras eran desviadas a cuentas personales y no de la empresa gestora del que es el mayor bien de Venezuela. De esta manera, se esfumaron más de 21.000 millones de dólares. De un total de 25.270 millones de dólares en exportaciones de petróleo entre enero de 2020 y este mes (marzo de 2023), «Pdvsa sólo pudo confirmar la recepción de 4.080 millones de dólares en pagos, excluyendo algunos canjes como el realizado con Cuba, lo que significa que sólo ha cobrado con éxito el 16% de las exportaciones»,señala Reuters.

Los 21.200 millones de dólares en cuentas comerciales por cobrar incluyen unos 3.600 millones de dólares de facturas potencialmente irrecuperables, vinculadas a petroleros que salieron del país sin pagar por adelantado al menos una parte del valor de los cargamentos, a pesar de que los clientes habían aceptado esas condiciones, según los documentos que reseña la agencia.

Lucha por el poder

Tareck el Aissami, de 48 años, ha sido hasta hace unos días algo así como el súper ministro, una de las personas de mayor confianza para Nicolás Maduro y el brazo financiero del régimen chavista. Ahora, ha caído en desgracia. De ascendencia libanesa y siria nació en Mérida. Se licenció como abogado y criminólogo y fue gobernador del estado de Aragua, cuya capital es Maracay. Desde el año 2017 venía ejerciendo la vicepresidente del área económica, siendo ministro de Producción y Comercio desde 2018 y ministro de Petróleo desde el 2020.

Segundo de cinco hermanos, al calor del chavismo llegó a amasar una fortuna incalculable y acumular 40 empresas de importaciones y exportaciones con cuentas, además de en Venezuela, Panamá, Curazao, Santa Lucía, Miami y Líbano. Mientras su riqueza personal aumentaba, la tesorería de Petróleos de Venezuela disminuía. En todos los años que estuvo al frente de la petrolera estatal fracasó en su intento de aumentar la producción actual de 700.000 barriles diarios. Con íntimas conexiones con Irán, entregó las riendas de la industria a sus amigos del régimen de los ayatolás, que han provocado una serie de incendios en las plantas de refinación. En Venezuela, paradójicamente, hay escasez de gasolina y gasoil. Las colas son interminables en las gasolineras.

 

Entre los detenidos se encuentra, de izquierda a derecha, Hugbel Road, Edwin Rojas, Antonio Pérez Suárez, Cristóbal Cornielles y Daniel PrietoABC

 

La Justicia de EE.UU., por otro lado, ha sancionado a El Aissami y le tiene en su punto de mira por sus vínculos con Hizbolá, organización terrorista y brazo armado del régimen iraní en Líbano, así como sus conexiones con el narcotráfico desde Venezuela hacia México y Estados Unidos. De hecho, se ofrece 10 millones de dólares por su captura, tras una sentencia en su contra, en marzo de 2019, por parte de la Corte federal de Manhattan, por narcotráfico.

Para Andrés Izarra, el exministro de Comunicación de Hugo Chávez, lo que está ocurriendo en Venezuela es «una lucha por el poder» entre Maduro y El Aissami, tal y como él mismo comentó al portal Infobae. El exministro chavista reconoció que Nicolás Maduro siempre le ha permitido a su círculo cercano beneficiarse de la estructura criminal que montó desde su llegada a Miraflores. «Pero Maduro lo que sí no permite es que le disputen el poder», aseveró.

El botín

El diputado opositor Guillermo Palacios afirma que el chavismo ha desfalcado unos 550.000 millones de dólares impunemente, basándose en cifras de Transparencia Internacional. El saqueo ha sido continuado.

La Plataforma Unitaria Democrática, que agrupa a la colación de los partidos de la oposición, emitió un duro comunicado en el que señala que «el monto del botín por el cual se pelean es un misterio: solo mencionan la cifra de más de 3.000 millones de dólares, cantidad similar, por cierto, al presupuesto del acuerdo social firmado en México y que será administrado por la ONU para que pueda llegar a los ciudadanos venezolanos y, precisamente, evitar que corran la misma suerte de estos recursos que se han robado».

Según recogen algunos medios, «a estos corruptos del entorno de Tareck el Aissami, se les había solicitado desviar y ocultar estos fondos de miles de millones, para ser usados ‘oportunamente’ en la próxima campaña presidencial, sin importarles que hoy el monto del salario mínimo y la pensión es de solo 5 dólares. De allí que popularmente nuestro pueblo hable del ‘tumbe del botín a Maduro’», concluye la plataforma opositora.

 

 

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