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El sector editorial resiste al Covid y registra el mayor crecimiento del siglo

La facturación de los libros alcanza en 2021 los 2.576 millones de euros, el mejor dato en diez años, pero aún lejos de los más de 3.000 millones de 2008

                                             Feria del Libro de Madrid – ISABEL PERMUY

Si en el mundo de la cultura hay un sector resistente a las turbulencias, ese es el del libro. Desde que toda la economía se hundiera en 2008 por la crisis, el sector editorial viene manteniendo una recuperación sostenida que ni el Covid ha logrado frenar. Al contrario, «una de las consecuencias positivas de la pandemia es que una parte de la ciudadanía se ha reencontrado con la lectura». Lo dice Daniel Fernández, presidente de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), que este martes presentó el Informe de Comercio Interior del Libro del año 2021, unos resultados que calificó de «francamente buenos, por no decir extraordinarios».

La razón de este optimismo es que la facturación del sector editorial en el ejercicio pasado creció un 5,6 por ciento respecto al 2020, después de que en los últimos años el incremento rondara el 1,5 o el 2 por ciento. Esto supone un montante total de 2.576 millones de euros de facturación, una cifra que no obstante sigue lejos de los más de 3.000 millones registrados en 2008, cuando llegaron las vacas flacas, o los 2.773 millones de 2011. La facturación es muy buena, pero no es la más alta, resumieron los autores del estudio, que de todos modos remarcaron que en 2021 se ha consolidado el «renacer de la lectura».

2.576 millones de euros:   Es la facturación del sector editorial en el año 2021

 

Entre los motivos para la alegría destaca uno: que las ventas del libro infantil y juvenil crecieron un 17,8 por ciento. De todos los subsectores, este es el que mejor se ha comportado en términos interanuales, y eso que en 2020 ya experimentó otra mejoría notable. La ficción para adultos creció un 8,2 por ciento, y dentro de esta categoría es la novela contemporánea la que más penetración tiene entre los lectores, muy por delante de géneros como el policiaco o el romántico. La no ficción, responsable del 29,9 por ciento de la facturación total, incrementó también sus ventas en un 7,7 por ciento. Libros de divulgación general, prácticos o relacionados con temas como las ciencias sociales, la economía, el derecho o textos universitarios son los que conforman esta categoría.

La nota negativa la ponen los libros de texto, que sufrieron un descenso del 3,8 por ciento, algo que está directamente relacionado con que 2021 fue un año de transición hacia una nueva ley educativa, motivo por el cual muchas comunidades autónomas con modelos de ayudas a las familias por sistema de préstamo no renovaron los libros correspondientes, por haber cumplido los periodos de vigencia, señala el informe. Los libros de texto son la gran incógnita para el curso actual; en septiembre se espera que la nueva ley se empiece a aplicar, pero hasta el pasado viernes solo se habían publicado 17 decretos de los 92 que deberían aprobarse. «Esperamos que el sentido común se imponga», dijo Antonio María Ávila, director ejecutivo de la FGEE.

 

Las ventas del libro infantil y juvenil crecieron un 17,8 por ciento

Los 2.576 millones de euros facturados en total suponen la mejor cifra desde 2011 y se corresponden con un incremento del 6,4 por ciento en los títulos editados, y todo en un contexto de encarecimiento de la cadena de suministro. La mejoría del sector editorial, por tanto, está más relacionada con el aumento del número de títulos vendidos que con la subida de precios; de hecho, estos se han mantenido estables en 13,97 euros el ejemplar en papel y 10 euros en digital. El informe habla de un total de 174 millones de ejemplares físicos vendidos, con tiradas medias de 3.590 ejemplares por cada título, a los que hay que sumar 13,5 millones de descargas en soporte digital.

 

3.590 ejemplares: Es la tirada media de los libros editados en papel; el precio de venta medio ronda los 14 euros

 

«Tanto el incremento de las ventas como de los índices de lectura son noticias positivas tanto para el conjunto del sector editorial y también para nuestro progreso cultural –dijo Daniel Fernández–. Debemos seguir trabajando para recuperar las cifras del mercado exterior que aún siguen afectadas por todo lo ocurrido en estos dos años». Esta es precisamente la parte mala: las exportaciones del sector del libro decrecieron un 0,7 por ciento, consecuencia de las restricciones para la circulación de personas y bienes impuestas por la pandemia. Iberoamérica, con México a la cabeza, sigue siendo el principal destino de las exportaciones españolas.

Las importaciones también han caído, concretamente a los 106 millones de euros, cuando hasta el año pasado se venía superando la barrera de los 200 millones. El saldo neto de la balanza comercial, no obstante, se mantiene en positivo y ha mejorado en 32 millones. «El libro ha cumplido –señaló Ávila–. El sector hace una aportación positiva a la balanza comercial de España». En ese sentido, Fernández subrayó que el sector editorial ayuda a equilibrar las cuentas del país: «Somos contribuyentes netos a las arcas del Estado. Pagamos más impuestos que las ayudas que podamos recibir. Somos un sector industrial, aunque cuesta que nos lo reconozcan. Suponemos prácticamente el 1 por ciento del Producto Interior Bruto».

 

 

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