El show estratégico de la izquierda
Difícil creer en la sinceridad de Tohá y Vodanovic de desentenderse del actual gobierno, cuando al principal afectado, el Presidente Boric, no le preocupa en absoluto.

La izquierda es muy hábil comunicacionalmente, qué duda cabe. Tan hábil como tener la impudicia de querer convencer al país que se quieren desentender del gobierno actual, como intentan hacerlo Paulina Vodanovic y Carolina Tohá al decir -cada una por separado- que si resultaren elegidas a la presidencia, sus gobiernos serían algo totalmente distinto.
En el caso de Paulina Vodanovic, ella dice no somos la continuidad, somos otra cosa y se queja de los “costos” que han tenido que pagar según ella, por decisiones de terceros. Si son tan diferentes y les ha causado daño estar en el gobierno, ¿por qué siguen apoyándolo y no renuncian? ¿por qué no se retiraron después de la defenestración legal de Isabel Allende, de la que culparon al propio presidente?
En cuanto a Tohá, ella ahora dice que Chile no necesita una mera continuidad de lo que hay actualmente, pero que si hay que defender lo logrado, matizando su discurso al decir que estamos en otro ciclo que requiere hacer una nueva etapa en la política chilena y que ella va a ofrecerle al país un proyecto nacional desde el progresismo. Pero sigue atacando al FA.
A Carolina Tohá la salió a cuestionar el propio ministro del Interior Álvaro Elizalde, respecto a sus dichos que para este gobierno la seguridad y crecimiento no estaban desde el primer día en el gobierno.
Elizalde señaló que “el gobierno hace mucho tiempo viene impulsando una decidida política para elevar los estándares de seguridad y para potenciar el crecimiento económico” y que ella fue parte de ese mismo esfuerzo.
Pero, el que más debió ser crítico y estar molesto con su exministra, y también con Vodanovic, es el Presidente Boric. Pero no lo está, al contrario, pues dijo que “no me preocupa en absoluto, porque lo que quiero es que el progresismo sea mayoría y para ser mayoría hay que ir más allá del Gobierno y por lo tanto me parece no solo respecto de la candidata Tohá, sino también de todos los candidatos de la primaria, que tienen que marcar sus énfasis. Así es que bienvenido sea”.
Lo que hizo Boric con sus dichos fue fijar el objetivo político de la izquierda: retener el poder, para lo cual requieren tener más que el 30% de apoyo actual. Para lograrlo, la estrategia, alineada con el objetivo político, es lograr la mayoría que les permita triunfar en noviembre. Y la táctica, hacer todo lo necesario para que la estrategia sea exitosa. Estrategia y táctica alineadas con el objetivo político y por lo tanto, los renuncios de Tohá y Vodanovic son instrumentales a dicho objetivo.
No se explica de otra manera, porque ni a Tohá ni a Vodanovic se les puede creer que renieguen de su participación en la gestión de gobierno, ya sea a través de las votaciones en el Congreso del PS y en la gestión propia de quien fue Ministra del Interior hasta su renuncia en marzo. Y menos se les puede creer cuando a Boric no le genera problema alguno que se quieran distanciar, sino que todo lo contrario.
El atraer electorado fuera del 30% leal lo intentan desde el PS y el PPD. Winter es el encargado de mantenerlo, sintiéndose orgulloso del gobierno y presentándose como su continuador. Le sumamos el PC, que está jugando su propio juego con Jara. Tohá y Vodanovic disidentes, Winter obsecuente y sumiso y el PC como siempre pensando en ellos, y enseguida negociar las cuotas de poder. Gran show estratégico-comunicacional.
Todo esto, para evitar la posibilidad que la derecha gane la Presidencia en noviembre y entonces, harán todo lo necesario para mantenerse en el poder. Para eso, la estrategia mediática de Tohá y Vodanovic está alineada con dicho objetivo.
Y mientras lo electoral copaba la agenda, el ministro de Hacienda tuvo que pedir perdón en el Congreso por la equivocada presentación del Informe de Finanzas Públicas (IFP) que hizo ante los parlamentarios la “mejor directora de Presupuestos de la historia”. Pero no solo eso, sino que Marcel dio a conocer que una vez más la meta a cumplir de déficit estructural de -1.1% del PIB no se cumplirá, sino que será de -1.6% del PIB, dejándole al próximo gobierno la tarea de llegar al -1.1%. Mientras, en 2025, el gobierno tendrá que hacer recortes por US$1.990MM, sin que el déficit estructural baje de 1.6%.
Pero a pesar de los intentos de la izquierda, es muy probable que el próximo gobierno será de oposición, quien recibirá un estado de las finanzas públicas deficitario, obligándolo a hacer ajustes. Esto nos obliga a tomar conciencia que no se deben generar grandes expectativas sobre lo que podrá lograr, dadas las condiciones financieras con que recibirá el país, además de los graves problemas en seguridad, salud, trabajo, educación, economía, vivienda y gobernabilidad.