El turismo registra datos muy por debajo de las previsiones del Gobierno

La cifra de turistas sigue cayendo en Cuba, especialmente por el descenso de viajeros procedentes de la Unión Europea. La Oficina Nacional de Estadísticas de Cuba (ONEI) ha publicado cifras actualizadas hasta el mes de septiembre de este año que reflejan que habían llegado a la Isla 3,3 millones de personas, una bajada del 6% respecto al mismo periodo de 2018, 213.151 visitantes menos.

Con estos números, al Gobierno se le pone casi imposible alcanzar el objetivo que mantenía el ministro del ramo, Manuel Marrero, cuando anunció en septiembre que confiaba en llegar a los 4,3 millones de viajeros al cerrar el año. Para lograrlo debería sumar un millón de turistas en los tres últimos meses de 2019 que es del todo improbable, sobre todo porque la decisión de Washington de prohibir todos los vuelos desde EE UU a Cuba, menos los con destino a La Habana, a partir del 10 de diciembre, se traducirá inevitablemente por un pérdida de turistas.

El dato para septiembre es alarmante para el sector, ya que la cifra cae un 28,8% (81.478 visitantes menos) respecto al mismo mes de 2018.

Aunque las autoridades insisten en responsabilizar del descenso en el turismo al embargo de EE UU, los peores datos proceden de Europa. Los cinco grandes emisores de viajeros a Cuba vuelven a caer, estrepitosamente en el caso de Italia (25,8%) y Reino Unido (25,7%) y significativamente en los de Alemania (13,9%), Francia (13,5) y España (13,3%).

Una caída mucho más moderada es la de turistas procedentes de EE UU, que bajan un (5,2%), y México (2,3%); mientras aguanta la cifra de Canadá, que solo pierde un 0,2% y sigue siendo el mayor emisor de viajeros a la Isla, con 858.770 en lo que va de año, casi el doble de los estadounidenses y casi ocho veces más que británicos.

Solo dos tipos de turistas mantienen datos positivos, los cubanos en el exterior, que aumentaron un 5,2% y los rusos, que suben un 13,8% y se confirman como el país que más crece entre los diez mayores emisores a pesar de que en número no resultan aún una cifra abultada, con 103.073 viajeros.

En el apartado de países sin identificar, con 737.863 turistas también se refleja una caída notable, del 10,5%.

Coincidiendo con la publicación de las estadísticas de la Onei, la agencia oficial Prensa Latina difundió un informe del Gobierno que relaciona los malos datos con el empeoramiento de las relaciones bilaterales con EE UU, además del efecto sostenido del embargo. El documento será publicado en noviembre y valora los daños en el sector turístico en unos 1.383 millones de dólares solo en lo que respecta al país vecino .

Ese informe evalúa datos desde abril de 2018 a marzo de 2019, cuando empezaron a endurecerse las sanciones a Cuba que produjeron pérdidas globales, siempre según las autoridades, de 4.343,6 millones de dólares.

De no existir esa estrategia que busca perjudicar al Gobierno cubano, dice el documento, se estima que el 35% del total de visitantes a Cuba en un año podrían ser estadounidenses y que en números absolutos deberían ser 1.656.298, pasando a ser el principal mercado emisor de viajeros hacia Cuba.

En el análisis se sitúa también el decrecimiento de entrada de estadounidenses por vía aérea, que fue de un 28,6%, una caída de 103.161 visitantes con respecto a 2017, a pesar de que los cruceristas sí aumentaron. El Gobierno de EE UU prohibió en junio los cruceros a Cuba, además de los viajes grupales educativos.

A principios de año, las autoridades se marcaron como meta alcanzar los 5,1 millones de turistas, pero a lo largo de los meses han debido revisar los datos a la baja, siendo su última previsión la de los 4,3 millones, que ya eran un 10 % menos que el año anterior.