El último intento de Trump: reventar el colegio electoral
Algunos republicanos proponen que los compromisarios voten de forma libre
El último intento de los estrategas y conseguidores del presidente Donald Trump para que este se quede en el poder pasa por conseguir que los compromisarios del colegio electoral en estados en que ha ganado Joe Biden por la mínima ignoren el resultado de las elecciones. Si los compromisarios hicieran así en los estados donde Trump ha presentado demandas –Wisconsin, Míchigan, Pensilvania, Georgia y Arizona– su resultado en las elecciones sería similar al de hace cuatro años, y podría seguir en la Casa Blanca.
Tan avanzado estaba este complot, capaz de abrir toda una crisis constitucional en EE.UU., que un grupo de diputados republicanos en Arizona, Míchigan, Pensilvania y Wisconsin han advertido de que no forzarán la elección de compromisarios republicanos que voten al presidente, sea cual sea el resultado de las elecciones.
En realidad, en las elecciones presidenciales de EE.UU. se vota a los 538 integrantes del colegio electoral. Los electores son en teoría libres de votar a favor de cualquier ciudadano que pueda ser presidente, pero en la práctica se comprometen a hacerlo por candidatos concretos. Alguna vez se ha roto esa costumbre, como cuando en 2016 hubo algunos que, en lugar de a Trump o Hillary Clinton, votaron a Colin Powell o Bernie Sanders. El caso de Powell, en el estado de Washington, llegó al Supremo, que este mismo verano falló que los estados sí pueden penalizar a los compromisarios que voten en contra de la voluntad popular, algo que ya condenaba al fracaso esta trama a favor de Trump.
Un gran vuelco
Aun así, como el presidente lleva días denunciando fraude, algunos de sus subalternos en la campaña electoral han llegado a hacer circular la idea de un gran vuelco en los estados más conservadores, para hacer perder a Biden. El plan era que el poder legislativo en esos estados, si está controlado por los republicanos, nombre a compromisarios pro-Trump, ignorando el resultado de las urnas.
No es que esto lo defiendan sólo empleados de la campaña que se representan a sí mismos. Lo sugirió el mismísimo gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, que es un firme aliado de Trump. «Si hay fraude, es mejor quitar a quienes participan de él», dijo DeSantis en una entrevista en Fox News, al hablar sobre Pensilvania, donde Biden ha ganado por 63.000 votos. Varios republicanos han levantado la voz para negar esa posibilidad. «No veo, salvo si hallamos algún tipo de fraude, del cual no he visto prueba alguna, la posibilidad de cambiar a los compromisarios», dijo Rusty Bowers, presidente de la Cámara de Representantes de Arizona, un estado que ha optado por Biden por sólo 10.000 votos.