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El ultraconservador Viktor Orbán vuelve a ganar las elecciones en Hungría

El ultraconservador Viktor Orbán vuelve a ganar en Hungría en unas elecciones en las que la coalición del primer ministro obtiene la mayoría. Con más de 133 escaños, se hace además con los dos tercios de la cámara suficientes, entre otras cosas, para cambiar la constitución.

Con el 97,03% escrutado, la coalición ultraconservadora de Orbán logra un 53,13% del voto. La lista opositora, por su parte, tendría un 34,96% y el partido de extrema derecha, Movimiento Nuestra Patria, un 6,22%, lo que le permitiría entrar en el parlamento.

Con estos datos, 135 escaños irían a la coalición de Orbán, Fidesz-KDNP, 56 a la coalición opositora, siete a la extrema derecha Movimiento Nuestra Patria y un escaño al partido Autogobierno Nacional de los Alemanes en Hungría, una pequeña formación creada para representar a la comunidad alemana del país.

Los datos, sin embargo, son distintos en la capital y en el resto del país. la alianza de los seis partidos de la oposición ha logrado la mayoría de votos en Budapest, mientras Fidesz y su socio KDNP se han impuesto en otras regiones de Hungría.

La invasión de Ucrania, decisiva en la campaña

La invasión rusa de Ucrania ha favorecido a Fidesz, que ha utilizado el argumento de estar “a favor de la paz”para no posicionarse en el conflicto, algo muy criticado tanto por sus socios europeos como por el propio presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.

La eurodiputada y miembro del partido centrista y opositor Momemtum, Anna Donath, asegura a Euronews que «se ha estado difundiendo una narrativa muy falsa en el campo progubernamental, como si la paz fuera la cuestión que divide a una mitad del país o a la otra. Está claro que todo el mundo quiere la paz, hay un consenso al respecto, pero una mitad del país piensa que la otra mitad quiere la guerra».

El argumento contra posicionarse en la invasión ha perjudicado también a la coalición opositora de la que formaba parte el partido de extrema derecha Jobbik. Muchos votantes de este partido giraron más a la derecha y votaron al partido MiHazánk (Movimiento Nuestra Patria), también contrario a intervenir en apoyo a Ucrania, lo que le ha permitido obtener escaños.

Controversia por el voto por correo desde el extranjero

Hay más de 456.000 personas inscritas, pero hay quien asegura que ha habido muchas anomalías en torno a la elección por correo. Según informes de varios medios de comunicación, en algunas partes de Serbia y Rumanía los activistas locales del partido húngaro Fidesz son quienes recogían los votos. El jueves, la policía rumana investigó un lugar en el que se arrojaron un gran número de papeletas electorales en una bolsa, algunas de las cuales fueron quemadas.

Referéndum sobre la protección de la infancia

No han sido sólo unas elecciones, Orbán también ha convocado un referéndum. El Gobierno plantea 5 preguntas diferentes sobre la «protección de la infancia». Los miembros del Ejecutivo y sus partidarios explican la necesidad del referéndum como una respuesta a «un ataque de Bruselas». Aunque el resultado del mismo parece haber sido favorable a los intereses de Orbán, el escrutinio está por realizarse y queda por ver si los votos válidos llegan al 50%.

Las instituciones de la Unión Europea y los estados miembros, las ONGs de derechos humanos, especialmente de derechos de las personas LGBT y la Comisión de Venecia, criticaron los cambios de ley añadidos a la ley antipederastia votada a finales de junio por el Parlamento. Estas modificaciones han sido calificadas como homófobas y muchos críticos ven similitudes con la ley rusa anti-LGBT. Básicamente prohíben la promoción de las personas LGBT sin definir qué significa promocionarlas.

Un mensaje a Bruselas

«Hemos conseguido una victoria tan grande que se puede ver desde la luna, pero seguro que también puede verse desde Bruselas», ha dicho Orbán, en un claro reto a los socios de la UE y a la Comisión Europea, con quienes ha tenido encontronazos a lo largo de todo su mandato.

El primer ministro no ha sido un socio cómodo. Una de las últimas disputas se dio por la aprobación del mecanismo que permite a la UE bloquear los fondos europeos a aquellos países que no respeten el Estado de Derecho, que hagan un mal uso del dinero procedente de Bruselas, o que tengan un alto riesgo de corrupción.

Los húngaros votaban este domingo en unas elecciones marcadas por el cambio del sistema electoral, el cruce de acusaciones entre Gobierno y oposición por la cercanía del primer ministro al Kremlin y la mala relación del ejecutivo húngaro con sus socios europeos.

Con el sistema electoral aprobado por Orbán, de los 199 asientos en el Parlamento, 106 se deciden por circunscripción uninominal en la que el que tiene más votos obtiene el escaño. Los 93 mandatos restantes se deciden proporcionalmente por los votos de las listas nacionales.

Favorito en las encuestas, Orbán se enfrentaba a una coalición de partidos de muy amplio espectro político, que se han visto obligados a presentar una candidatura común. El cambió de sistema electoral ha obligado a partidos como Jobbik, de extrema derecha, a unirse con los verdes o los liberales en una sola lista para aunar fuerzas contra la coalición ultraconservadora del partido de Orban, Fidesz.

A la cabeza de esa heterogénea lista, estaba, Peter Marki-Zay, ganador de las primeras primarias de la oposición en Hungría, en las que varios partidos se unieron para elegir un candidato. Marki-Zay ha dicho, tras conocer los resultados, que «no fue la honestidad y el honor, sino la propaganda lo que ganó las elecciones para Fidesz».

De 49 años, Marki-Zay es padre de siete hijos y tiene fuertes valores cristianos y conservadores. Llegó a votar a Fidesz en 2010, pero se declaró decepcionado por su política. Cuando se presentó a la alcaldía de Hódmezővásárhely como independiente, recibió el apoyo de todos los partidos de la oposición.

 

 

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