El ultranacionalista Sinan Ogan, tercero en las elecciones de Turquía, respaldará a Recep Tayyip Erdogan en el ballotage

El líder ultranacionalista turco Sinan Ogan respaldará al presidente Recep Tayyip Erdogan en el ballotage del próximo domingo (Murat Cetinmuhurdar/PPO/Handout via REUTERS)

El líder ultranacionalista turco Sinan Ogan, que quedó tercero en las elecciones presidenciales del pasado día 14 y por lo tanto fuera de la segunda ronda de la votación prevista para el próximo domingo, anunció este lunes su apoyo al actual presidente, Recep Tayyip Erdogan.

“En la segunda vuelta hemos decidido apoyar a Recep Tayyip Erdogan”, declaró Ogan durante una comparecencia ante la prensa en Ankara, transmitida en directo por la cadena NTV.

Ogan, un ex diputado ultranacionalista poco conocido que había sido expulsado del partido derechista MHP, formación actualmente aliada con el gobernante AKP de Erdogan, obtuvo un 5,2% de los votos en la primera vuelta, frente al 49,5% de Erdogan y el 44,9% de su principal rival, el socialdemócrata Kemal Kiliçdaroglu.

Aunque no está nada claro que los votantes de Ogan sigan en bloque su recomendación, su apoyo explícito a Erdogan convierte en prácticamente segura la victoria del actual presidente, dado el escaso margen que lo separa de la mayoría absoluta.

No obstante, los analistas cuestionan cuánto peso tiene el llamado de Ogan entre sus votantes. Su partido solo existe desde hace unos meses y la mayor parte de sus seguidores estaría descontento tanto con Erdogan como con Kiliçdaroglu.

Calcomanías del candidato presidencial de la Alianza ATA Sinan Ogan, al centro en azul, y del socio de la coalición Umit Ozdag, cubren una valla publicitaria callejera del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en Estambul (AP/Francisco Seco)

El presidente de 69 años, acusado de autoritarismo, salió mucho mejor parado de lo que le predecían los sondeos para la primera vuelta.

La coalición de partidos encabezada por Kiliçdaroglu tampoco consiguió arrebatar la mayoría parlamentaria a la alianza formada por el AKP, el partido islamista de Erdogan, y el MHP, en las legislativas celebradas el mismo día, 14 de mayo.

Esta incapacidad de la oposición de hacerse con el control del Parlamento es uno de los argumentos citados por Ogan hoy, puesto que si Kiliçdaroglu accediera a la jefatura del Estado y del Gobierno, tendría dificultades para gestionar un país con el Parlamento en su contra.

Además, Ogan se congratuló de haber inducido a ambos candidatos a prometer una política de mano dura contra inmigrantes y refugiados sirios.

Kiliçdaroglu, por su parte, recibió este lunes el apoyo del minúsculo partido Adalet (Justicia), una de las dos formaciones nacionalistas que componen la alianza ATA, que ha respaldado a Ogan en las presidenciales y obtuvo un 2,4% en las parlamentarias.

Adalet solo consiguió un 0,2% del voto total, mientras que su socio, el ultraderechista Zafer (Victoria), con el 2,2%, aún no ha aclarado su postura, pero ha publicitado hoy como “fructífera” una reunión con dirigentes del AKP.

El socialdemócrata Kemal Kiliçdaroglu buscar dar el golpe en el ballotage y arrebatarle el poder al presidente Recep Erdogan (REUTERS/Cagla Gurdogan)

En los últimos días los partidos de la oposición han impugnado los resultados de aproximadamente un 3% de las urnas, alegando diferencias entre las actas electorales firmadas y el dato que aparece en el sistema digitalizado, pero no se preveía una modificación sustancial del recuento.

Algo más de un millón de papeletas se han desechado como inválidas de un total de 54,8 millones sobre casi 61 millones de votantes registrados, lo que corresponde a una participación electoral del 87%, casi un punto por encima de la registrada en los comicios de 2018 y la más alta en dos décadas.

Entre los 1,7 millones de ciudadanos turcos que votaron en el extranjero, Erdogan obtuvo una neta mayoría del 58%, mientras que Kiliçdaroglu apenas llegaba al 40%, un fenómeno que también se había observado en los comicios anteriores.

Erdogan está decidido a permanecer cinco años más al frente de Turquía, un país de 85 millones de habitantes que se ha transformado profundamente durante sus dos décadas en el poder y que ahora sufre una grave crisis económica.

(Con información de EFE y AFP)