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Elecciones en Honduras: Perderá un aliado de la dictadura de Nicaragua y el ALBA

Analistas destacan tendencias electorales que favorecen a Salvador Nasralla del partido Liberal, pero se mantiene “incertidumbre” por el rol del CNE

             Fotografía de un hombre votando en Tegucigalpa (Honduras). EFE/ Gustavo Amador

 

El 30 de noviembre de 2025 se celebrarán elecciones presidenciales en Honduras, por mayoría simple, en que las encuestas electorales proyectan una derrota de la candidata oficialista Rixi Moncada, del partido Libertad y Refundación (Libre), frente al favorito Salvador Nasralla del partido Liberal.

Según la última encuesta de Demoscopia, realizada en octubre de 2025, Nasralla tiene una intención de voto del 31.6%, seguido por Nasry “Papi” Asfura del partido Nacional con 28.6%, y en un distante tercer lugar le sigue Moncada, la candidata de la presidenta Xiomara Castro y el expresidente Mel Zelaya, con 18.9%, y 11% de indecisos.

La derrota de Moncada “terminaría quitando un aliado importante para el orteguismo y para Venezuela en este momento crucial en la región”, afirma Oscar Moncada, periodista y analista político hondureño, al referirse a la alianza del gobierno y el partido de Xiomara Castro, con las dictaduras de Nicaragua, Cuba y Venezuela.

En una conversación en programa Esta Semana, que se transmite en el canal de YouTube de CONFIDENCIAL, debido a la censura televisiva en Nicaragua, Oscar Moncada, director de +Conscientes en ICN y autor del libro  “Tierra de Narcos, como las mafias se apropiaron de Honduras”, y  Thelma Mejía Coordinadora de Noticias de Televicentro Canal 5, analizaron el entorno de incertidumbre de las elecciones hondureñas, a pesar de la posible derrota del oficialismo, que de forma anticipada de ha autoproclamado ganador.  “Va a depender mucho de cuánta gente salga a votar. La única manera que podría retener a Libre en su estrategia de generar la incertidumbre sobre el proceso va a depender de qué tan masivo sea el voto”, advierte Thelma Mejía.

Thelma Mejía, periodista, coordinadora de noticias de Televicentro: Estamos entrando como dicen, en la carrera de los 100 metros entre los tres candidatos fuertes de cinco que van a participar en este proceso. Salvador Nasralla del Partido Liberal, que ha tenido más de dos décadas de estar en la llanura; Nazry Asfura, del Partido Nacional, que estuvo 12 años consecutivos en el poder y experimenta sus primeros cuatro años de llanura; y Rixi Moncada de Libertad y Refundación, que está haciendo todo por retener el poder.

Las encuestas han venido indicando que Nasralla ha ido creciendo y se muestra como el candidato favorito, un candidato fuerte frente a un partido débil que ha estado desestructurado en todo este tiempo, y no ha tenido una base sólida, pero Nasralla es un candidato bastante potable, que está generando la atención del voto joven y algún sector del voto independiente.

Luego tenemos el Partido Nacional, que es un partido fuerte, organizado, estructurado, pero tiene un candidato débil que es Nasry Asfura, un candidato que lleva consigo esa factura del Partido Nacional de corrupción y de narcotráfico, donde el expresidente Juan Orlando Hernández se encuentra en Nueva York condenado por narcotráfico y el partido todavía está como con ese lastre. Él también tiene procesos en la justicia con unos amparos cuando fue alcalde de la ciudad.

En tercer lugar, el partido Libertad y Refundación, un partido fuerte, organizado, estructurado, pero con una candidata débil que es Rixi Moncada que no ha logrado tener la empatía con el resto del electorado. Ella es de expresiones bastante duras, con un discurso muy ideologizado, muy confrontativo, que sigue hablando para su base, para su militancia, pero tiene que convencer al resto de la población, y no ha podido dar ese salto. Por eso está en un tercer lugar bastante distante de “Papi” Asfura del Partido Nacional y más de Salvador Nasralla del Partido Liberal.

En esta contienda de “tres caballos” pareciera que la elección se va a definir nuevamente en el bipartidismo, entre el Partido Nacional y el Partido Liberal, a menos que a 34 días para las elecciones, ocurrieran factores externos, los candidatos cometieran errores estratégicos tremendos que pudiera un poco balancear las cosas-

¿En estas cinco semanas que quedan de campaña electoral, la percepción es que esta es una competencia ya entre dos candidatos, o todavía sigue siendo a tres bandas?

Oscar Estrada, periodista, director de +Conscientes en ICN: Depende mucho de a quién le pregunte, porque hay una campaña para posicionar según el medios, la encuesta que estén favoreciendo, en que los candidatos se están posicionando como ganadores. El Partido Libre ha hecho desde el Gobierno un gran esfuerzo por posicionarse con encuestas falsas, que no tienen rigor científico, hechas en Facebook, en Twitter para poder levantar esa percepción de que las encuestas les están favoreciendo a ellos con números irrisibles de 40% de diferencia comparado con los otros candidatos.

Lo cierto es que las encuestas que cuentan con mayor rigor científico, verificables, dan siempre una tendencia a Salvador Nasralla como ganador y en un segundo lugar, casi en la categoría de empate técnico, con unos cinco o siete puntos a Salvador Nasralla, y muy por debajo, como decía Thelma, viene la candidata oficial Rixi Moncada.

Ellos (el Partido Libre) son más interesados en presentar que esta es una contienda de tres, cuando en la práctica pareciera que es una contienda de dos. El temor es que, usando esa narrativa, encuestas falsas, y usando también toda la maquinaria que les da el Estado y el poder vayan a declararse ganadores sin tener respaldo y forzarlo solamente desde la narrativa.

¿Qué está en juego en esta elección? El gobierno de Xiomara Castro ha sido uno de los últimos aliados de la Alianza Bolivariana y de la dictadura Ortega-Murillo de Nicaragua. El hecho de que la candidata oficial es la probable perdedora y por lo tanto no habrá continuidad de proyecto político de libre. ¿Qué significa para Honduras? ¿Habría un cambio de rumbo político?

Oscar Estrada: Definitivamente, es un cambio de timón muy fuerte, el candidato Nasralla se decanta más por su simpatía con (Javier) Milei, con estas propuestas más libertarias de derecha. El Partido Nacional, si llegara a ganar, tendría una propuesta también mucho más posicionada en la derecha hacia Estados Unidos. Y sería un cambio radical de lo que ha venido siendo esta administración.

La propuesta que tiene la candidata Moncada alrededor de las relaciones con el resto de Centroamérica, con Nicaragua y con Venezuela, específicamente, es una continuación de lo que ha sido esta política. Este cambio terminaría quitando un aliado importante para el orteguismo y para Venezuela en este momento crucial en la región.

¿Qué significaría una victoria de Salvador Nasralla? Él ha sido candidato en dos ocasiones anteriores. Algunos analistas lo describen como un líder político bastante errático, él fue electo vicepresidente con Xiomara Castro. ¿Qué representa Nasralla desde el punto de vista político programático para los hondureños?

Thelma Mejía: Una victoria de Nasralla significaría el cambio que dice Óscar (hacia la derecha), pero también el país seguiría siempre en esa incertidumbre, porque Nasralla es una persona con un gran ego y creo que miraríamos en el país una continuidad de muchos esquemas autoritarios. El cambio que el país amerita va a depender de la gente con que se rodea Nasralla. Los sectores que lo están apoyando apuestan, a tener cerca a Nasralla, a que no se dispare en sus locuras, en sus saltos erráticos y a tratar de generar poco de estabilidad en el país, a enfocarse esas relaciones con Estados Unidos, a replantearse la relación con China, probablemente vuelva la relación con Taiwán.

Nasralla va a ser un gobierno que tiene que iniciar una transición. Está obligado a tratar de hacer un buen gobierno, de lo contrario va a venir nuevamente Libertad y Refundación al poder. Si libre queda en la oposición el  gobierno que va a tener una oposición desde el primer día, entonces así va a ser de mucha negociación, dependerá de ese Congreso y un Gobierno que va a estar fluctuando mucho entre la inestabilidad.

Oscar Estrada: Y yo agregaría que producto de lo que fue precisamente esta alianza de Salvador Nasralla y el partido Libre, al inicio de esta administración y de lo que fueron sus posiciones en cuanto al asalto que hubo en el Congreso Nacional, a esta altura no hemos visto de parte del candidato del Partido Liberal, y del Partido Liberal en sí, esa necesidad de recuperar la institucionalidad y el respeto a las instituciones que necesitamos en este momento. Entonces el riesgo más bien sería que seguiríamos en este juego de los políticos tratando de forzar la institucionalidad a su conveniencia.

La pregunta del millón el partido libre que lidera tras bambalinas Mel Zelaya, con la presidencia de Xiomara Castro y la candidata Rixi Moncada, ¿aceptaría una derrota en las urnas? ¿Es confiable el sistema electoral hondureño para que se pueda arbitrar un resultado electoral?

Thelma Mejía: Va a depender mucho de cuánta gente salga a votar. La única manera que podría retener a Libre en su estrategia de generar la incertidumbre sobre el proceso, va a depender de qué tan masivo sea el voto. Las encuestas te indican que más del 61% de los hondureños está decidido a ir a votar, quizás 1.4 millones, tendría que ser 1.6 millones o un poco más esa votación, eso sería como una de las cosas que podría frenar a Libre.

Pero estamos viendo de antemano, que hay estrategias para desacreditar la institucionalidad, y la institucionalidad electoral responsable de este proceso no ayudan a generar acciones de certidumbre a 35 días del proceso. Hay una pugna interna en el Consejo Nacional Electoral que se ha vuelto a revivir en el otorgamiento de contratos relacionados con la conectividad, relacionados con el sistema de transmisión de resultados. En el Tribunal de Justicia Electoral hay una crisis interna también, al no poder dar un fallo para inscribir o no a un aspirante a diputado que fue precandidato liberal por el departamento de Olancho y están suspendidas unas papeletas de impresión a diputados para Olancho y para el departamento de Valle. Y tienes a un consejero del Consejo Electoral que fue a denunciar a otra compañera de él, más otro jefe de bancada, de estar fraguando un proyecto para generar crisis electoral, entonces el nivel de confianza sobre el órgano electoral sigue de capa caída y podemos llegar a unas elecciones en donde esté tan atomizada la institucionalidad.

Si el margen es estrecho, si la diferencia de votos es estrecha, la incertidumbre, la narrativa de que o hay un ganador y que haya tres ganadores y tienes la Constitución dice que si el Consejo Electoral no puede ponerse de acuerdo para declarar un ganador, el Congreso Nacional tiene la potestad de hacerlo. Pero es un Congreso que no está sesionando y que quiere crear una comisión permanente para que cinco decidan declarar ganador de las elecciones en caso de que la crisis llegue a ese extremo.

El legado de Juan Orlando Hernández dejó en Honduras la sombra de un narcoestado y una penetración del narcotráfico, más allá incluso de su propia presidencia en distintos sectores del Estado hondureño. ¿Tiene alguna relevancia hoy en esta campaña electoral? ¿Representan las las posibles candidaturas ganadoras Nasralla o Asfura alguna alguna propuesta para desmontar la influencia del del narcotráfico en la política?

Oscar Estrada: El juicio de Juan Orlando Hernández, demostró estos vínculos que hemos venido viendo y señalando desde mucho antes con el partido de gobierno con estructuras del narcotráfico y específicamente en financiamiento de campañas. El Partido Nacional parece haberse recuperado incluso dándole vuelta ya a la narrativa, es muy frecuente escuchar ahora en medios de comunicación y en la calle a gente señalar que Juan Orlando Hernández está preso por una causa injusta, que no hubo pruebas. Y el partido Libertad y Refundación ha perdido también la autoridad moral para poder señalar al Partido Nacional como un narco partido desde el momento que desde su fundación ellos mismos también recibieron financiamiento por las mismas estructuras que en su momento estaban apoyando a Juan Orlando Hernández.

El Partido Liberal, el partido de Salvador Nasrralla también se ha visto vinculado con estos famosos narco videos con el candidato de 2013.

Hasta el momento ninguno de los partidos parece tener realmente interés de fortalecer instituciones como “Unidad de Política Limpia”, que sería la responsable de cuidar las finanzas, el ingreso del financiamiento ilícito a la campaña, porque hay dinero del gobierno que se está metiendo, pero también hay dinero de las mafias en distintos niveles. Entonces los principales partidos en Honduras no están interesados en transparentar sus finanzas, porque hay presencia del crimen organizado en los partidos en Honduras.

 

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