Elecciones primarias | ¿Cómo configurar el liderazgo y desenmascarar la oposición de mentira que intenta sabotear los comicios?
El Nacional consultó a los politólogos Ángel Medina Devis, Alfredo Coronil Hartmann y Esteban Oria, quienes aun con visiones en ocasiones contrastantes coincidieron en que los comicios organizados por la Plataforma Unitaria tienen una función legitimadora.
A mes y medio para las primarias opositoras, pautadas para el 22 de octubre, aún quedan muchísimas interrogantes que van desde si se podrán efectuar los comicios, ante una evidente arremetida desde distintos flancos para anularlas, hasta si la esencia de esos comicios es realmente elegir al candidato que se enfrente a Nicolás Maduro en 2024, dado que quien tiene la preferencia mayoritaria, María Corina Machado (Vente Venezuela), está inhabilitada para el ejercicio de cargos públicos, al igual que Henrique Capriles (Primero Justicia con apoyo de Un Nuevo Tiempo) y Freddy Superlano (Voluntad Popular).
El Nacional conversó con varios expertos en materia política en un intento de dilucidar posibles escenarios, así como aclarar el rol que juegan diversos grupos que se denominan de oposición para obstaculizar el proceso que lleva a las primarias, al igual que las maneras en que la fragmentación interna de la coalición opositora dominante contribuye a deteriorar su posición.
De la Coordinadora Democrática a la Plataforma Unitaria
Una primera dificultad a la que se están enfrentando las primarias es el propio uso de la palabra oposición dado que, en conjunto con las amenazas procedentes del oficialismo declarado, algunos factores que se autodenominan opositores o antichavistas protagonizan los mayores esfuerzos por bombardear el proceso comicial.
En ese sentido, no está de más hacer un breve recuento de la conformación de la oposición desde que el chavismo alcanzó el poder en 1998.
Poco más de tres años después de que Hugo Chávez se convirtiera en presidente de Venezuela, en 2002 se fundó la Coordinadora Democrática, que primero tuvo la finalidad de promover el paro petrolero de ese año y que posteriormente se abocó a activar el referendo revocatorio de 2004, tras lo cual se desintegró.
Desde entonces, muchos de los partidos que la conformaron desaparecieron y nuevas organizaciones emergieron. Pero, en conjunto, desde la existencia de la Coordinadora Democrática había una cierta claridad en Venezuela sobre a qué factores se les podía atribuir la cualidad de oposición.
Pese a la variedad de visiones, ideologías y estrategias, durante el mandato de Chávez la diferenciación política siguió siendo relativamente sencilla: chavismo-oposición. El oficialismo conformado por el Gran Polo Patriótico y la oposición conglomerada en alguna forma de alianza, que desde 2008 se concretó en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) de la que Chávez llegó a decir que era la “MUS, la Mesa de los United States”, lo que podría interpretarse como una evidencia de que el propio exmandatario fallecido sobreentendía un reconocimiento internacional, en este caso de la Casa Blanca, a la oposición congregada en esa plataforma.
Paulatinamente, y sobre todo desde las elecciones presidenciales del 7 de octubre de 2012 en las que se midieron Chávez (que pudo postularse por tercera vez al enmendar la Constitución para permitir la reelección continua indefinida) y Henrique Capriles, quien aceptó la derrota, se fue popularizando, especialmente en los jóvenes, el uso de la expresión Ni-Ni como una forma de deslindarse del chavismo y de la MUD, que en todo caso logró que la palabra oposición estuviera indefectiblemente relacionada con los partidos que la integraban, excluyendo cualquier movimiento que aun siendo antichavista no estuviera dentro de la alianza.
En adelante, la MUD reafirmó su dominio con el triunfo en las parlamentarias de 2015 y posteriormente con el establecimiento del gobierno interino de Juan Guaidó. Sin embargo, la alianza se vio forzada a buscar nuevas formas de organizarse para intentar mantener el predominio y creó, primero el Frente Amplio Venezuela Libre (aún activo) y luego la Plataforma Unitaria.
Desde la llegada al poder de Nicolás Maduro, tras la muerte de Chávez en 2013, la ecuación se ha modificado, al punto de que hoy en día distintos grupos cuestionan a la oposición tradicional y se atribuyen ser “la verdadera oposición”, aunque en ocasiones sobre ellos pesan acusaciones de lazos con el chavismo, como el polémico Luis Ratti, por un lado, y los llamados alacranes, por el otro, incluyendo a José Brito, Luis Parra y otros dirigentes que efectivamente militaron en partidos de la MUD, pero que fueron expulsados en 2020 por presuntamente haber recibido sobornos del oficialismo para limpiar la imagen de Alex Saab, aprovechando la legitimidad reconocida por la comunidad internacional de la Asamblea Nacional electa en 2015. A este grupo se suman dirigentes que participaron en 2020 en las intervenciones de las juntas directivas de los partidos políticos tras la judicialización por parte del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
Pero también han surgido partidos como Fuerza Vecinal, donde muchos de sus dirigentes pertenecieron a Primero Justicia, que insisten en mostrarse como detractores del gobierno, pero que ahora reciben acusaciones de colusión con el gobierno principalmente por intereses económicos.
De igual manera existen los dirigentes que expresan aspiraciones presidenciales en calidad de independientes y en esa categoría hay casos contrastantes. Por un lado Benjamín Rausseo, que se denomina independiente y que parecía que se inscribiría en las primarias, pero que al final no lo hizo; y los casos de Andrés Caleca, Tamara Adrián y Luis Farías, que sí inscribieron candidaturas para las elecciones primarias.
Pese a todo, expertos consultados por El Nacional coinciden en que aunque pudiera existir una diversidad de factores que efectivamente se oponen a Nicolás Maduro, hay una facción dominante y es justamente la que organiza las primarias, con lo cual estos comicios podrían tener en el fondo una función adicional a la de elegir un candidato presidencial: la de consolidar la posición de dominio.
¿Cómo se conforma la oposición?
Los politólogos Ángel Medina Devis, diputado a la Asamblea Nacional en 2010 y 2015 y vicepresidente del Parlatino entre 2016 y 2020; Alfredo Coronil Hartmann, abogado y escritor; y Esteban Oria, presidente de la Federación Venezolana de Politólogos y experto en marketing político, coinciden en que lo que puede considerarse oposición trasciende a la llamada Plataforma Unitaria, pero reconocen en ella y en los dirigentes que se inscribieron en las primarias el factor predominante.
“En ningún sistema político existe una sola oposición. Lo que existe es un gobierno y todas aquellas organizaciones que confrontan a ese gobierno o a ese modelo. Lo que sí hay en Venezuela es una oposición dominante que en buena medida marca la ruta mayoritaria de los factores que se oponen al poder. Así que son varias, son distintas las expresiones, las formas, de ser oposición, pero hay una que es dominante y, en este caso, pudiera estar enmarcada en lo que hoy es la Plataforma Unitaria”, señaló Medina Devis.
Coronil Hartmann, por su parte, consideró que la oposición es lo que llamó “un sentimiento aplastantemente mayoritario” en Venezuela.
“Pero, la oposición ha perdido sus numerosas posibilidades de triunfo por su inconsistencia funcional, operativa y por las actitudes muchas veces capciosas de algunos de sus portavoces más publicitados”, agregó.
Cuatro bloques opositores
La visión más compleja de la oposición la ofreció Esteban Oria, quien considera que existen cuatro bloques distintos. De hecho, desde su perspectiva dos de esos bloques participan en las primarias: uno lo compone María Corina Machado, con su partido Vente Venezuela, el segundo lo compone el llamado G4 (Primero Justicia, Acción Democrática, Primero Justicia y Un Nuevo Tiempo, este último no inscribió candidato a las primarias pero se alió con Capriles).
El experto mencionó como tercer bloque opositor al chavismo disidente y a un cuarto conformado por el exilio.
Sobre los llamados alacranes, el politólogo enfatizó que “no son oposición”.
A continuación se describen los cuatro bloques mencionados por Oria, en sus propias palabras:
- “El principal bloque en la actualidad está encabezado por María Corina Machado, quien inicialmente contó con el respaldo de partidos aliados de la fracción parlamentaria 16 de julio, como Alianza al Bravo Pueblo (ABP) y Convergencia”.
- “El segundo bloque está conformado por lo que se conoce como el G4 de la ya conocida MUD, que incluye a VP, AD, UNT y PJ y su enorme grupo de influencers que van desde Carla Angola, Franklin Virgüez y televisoras a sus servicios”.
- “El tercer bloque está compuesto por disidentes del chavismo, entre ellos figuran personas como Rafael Ramírez, Nicmer Evans y Carlos Figueroa del PCV, así como sindicalistas, muchos de los cuales han estado encarcelados”.
- “El cuarto grupo es el exilio, que es muy diverso. Este grupo merece un estudio aparte debido a su complejidad. A pesar de sus diferencias, podrían actuar como un bloque unido, ya que muchos de ellos no planean regresar a Venezuela, pero pueden influir en las políticas contra Maduro de manera independiente. Figura gente como Veppex, José Colina y Patricia Poleo, pero son más. Hay que destacar a los que están en Ucrania y lo del tema emergente del Batallón Bolívar debido a que por su carácter institucional y el reconocimiento del gobierno de Volodimir Zelensky”.
No obstante, en lo concerniente al reconocimiento, tanto a lo interno como a lo externo, Oria señaló que el predominio, aunque menguado, lo sigue manteniendo el G4, aunque cree que las primarias podrían modificar la ecuación.
“María Corina Machado podría cambiar esta dinámica si logra una victoria contundente y obtiene un sólido apoyo de base, lo que podría resonar en la comunidad internacional”, indicó.
Fragmentación de la oposición dominante
Los expertos también compartieron sus opiniones respecto a los elementos que conllevaron a la fragmentación o la pérdida del dominio de la oposición como se había entendido tradicionalmente desde la llegada del chavismo al poder.
Coincidieron, en primer lugar que hubo factores internos como la reestructuración o reorganización frecuente de la alianza.
“Ha habido procesos de reorganización de la oposición dominante, en algunos momentos se llamó Coordinadora Democrática, luego Mesa de la Unidad Democrática, hubo diferentes gerencias, después el contexto de la Asamblea Nacional que determinaba el G4. Ahora tenemos el Frente Amplio, después la Plataforma Unitaria. Esos cambios de estructura, de forma, de toma de decisiones incidió en que actores ya no estuvieran allí, que unos se salieran, otros entraran y fue logrando que se fragmentara en alguna medida esta oposición dominante”, indicó Medina Devis.
Otro elemento interno que generó confrontación fue la falta de consolidar los objetivos. “Venimos de todo el proceso de gobierno interino que no logró su objetivo, y previo a eso hubo tantos otros eventos donde no se lograron los objetivos, varias elecciones donde perdimos, otras donde claramente ganamos. Pero todas esa falta de concreción también hace que se confronte la oposición y se fragmente”, señaló.
Mientras tanto, desde la visión de Coronil Hartmann un elemento que fracturó a la oposición dominante fue la incapacidad para admitir los errores.
Oria mencionó, por su parte, que la posición sobre las sanciones actualmente confronta a los dirigentes.
Medina Devis destacó, por otra parte, que, aunado a las fallas internas, hubo (hay) una estrategia desde el poder para dividir a la oposición.
“Para eso han utilizado distintas herramientas, especialmente la vía de judicializar la política como un mecanismo para desestructurar a la oposición dominante”, precisó.
La oposición a la medida del gobierno
Oria remarcó que más allá de la existencia de varios bloques que se oponen a Maduro, debe tenerse claro de cara a la ciudadanía y a la comunidad internacional que existen otros grupos que se autodenominan oposición sin serlo.
“Es importante aclarar quiénes no son parte de la oposición. Esto incluye a los representantes de los partidos favorecidos por el TSJ, así como aquellos que no participan en las elecciones respaldadas por la oposición. Desde un punto de vista práctico, cualquier individuo o grupo que se encuentre fuera de esta estructura no se considera parte de la oposición, independientemente de sus buenas intenciones o legitimidad. Esto se debe a la percepción, el contexto actual y la dinámica política del momento. Tampoco considero de oposición al partido Fuerza Vecinal, sería una forma light (ligera) del madurismo”, dijo.
En la misma dirección apuntó Coronil Hartmann quien señaló que el madurismo hizo su propia oposición para intentar legitimar la Asamblea Nacional electa en 2020, para lo que se arrebataron las tarjetas de los partidos, aunque más tarde se anularon las medidas.
“Una prueba de hasta qué punto el gobierno hizo su propia oposición es la confiscación de los partidos políticos por vía del TSJ para que se pudiera conformar la actual Asamblea Nacional y les hace una especie de oficina anexa del PSUV, solo para cuando al propio gobierno le es útil. De resto esa oposición a la medida no tiene otra función que no sea la de implosionar o al menos erosionar los esfuerzos unitarios de cara a momentos electorales”, indicó.
El G4 y Maduro
Oria también cree que dentro de la oposición dominante hay facciones que podrían considerarse “a la medida del gobierno” y expresó su rechazo hacia el G4.
“Hablamos de la oposición a la medida y ese título se lo ha ganado el G4. No importa el lenguaje ni el tono que usen en su discurso, sabemos que harán el trabajo de sostener lo poco que Maduro les ha dejado de poder, algunas gobernaciones y alcaldías. Me preguntan: ¿es una oposición? Sí, lo es, pero es igual que (Neville) Chamberlain cuando pensó que firmando un tratado con (Adolf) Hitler iba a detenerse la invasión a los países aliados”, expresó.
Luis Ratti
Medina Devis, entre tanto, cuestionó que se plantee una dicotomía entre oposición verdadera y oposición falsa, y señaló que las valoraciones morales contribuyen a la división y confrontación entre los actores políticos. En ese sentido, remarcó el caso de Partido Comunista de Venezuela, que tradicionalmente apoyó al chavismo, pero que ahora se opone a Maduro y que, de hecho, se le arrebató a su directiva legítima.
“La oposición es muy amplia, los partidos políticos que determinadamente todos los días rechazan a Nicolás Maduro y a quienes están en el poder son oposición. Hoy el Partido Comunista de Venezuela claramente es oposición. Así que creo que se ha reconfigurado quienes son oposición”, señaló.
Sin embargo, reconoció la existencia de dirigentes que se atribuyen el término oposición solo con la intención de boicotear. Se refirió a Luis Ratti, aunque no quiso nombrarlo.
“Sin duda hay gente que si pudiera catalogarse como oposición de mentira. Por ejemplo, no voy a decir el nombre, pero este señor que va todos los días al Tribunal Supremo de Justicia, que va todos los días a Fiscalía para pedir que apresen o enjuicien a María Corina, que enjuicien a Capriles, para pedir que se suspendan las primarias. Claramente raya en una actitud política que no tiene nada que ver con la oposición. Lo que hace es bañarse y vestirse de oposición para decir que está en contra de Maduro pero que la verdad no es así. Hay unas cuantas figuras del país que lo que hacen es seguir el juego de Maduro y para enredar el clima dicen que son de oposición”, expuso.
Impacto en la población
Sobre el impacto o la confusión que podría tener en los votantes la existencia de un entorno tan complejo, donde existen múltiples factores que de denominan opositores y que se enfrentan entre sí, Medina Devis consideró que la población está consciente de quienes no son confiables y que los venezolanos saben decidir.
“No creo que haya ningún impacto en los ciudadanos por la existencia de múltiples oposiciones. La verdad es que es el ciudadano quien decide a quién apoyar”, dijo.
Explicó que la necesidad existente en los votantes es que la oposición dominante se ponga de acuerdo y elija un candidato específico al que apoyar para poder confrontar a Maduro en 2024.
La posición de Oria al respecto es contrastante, sin embargo, pues considera que tanto Chávez como Maduro lograron la hegemonía debido a la división opositora o a la existencia de múltiples oposiciones.
“La estrategia de Maduro implica permitir que ciertos actores opositores gobiernen en sus áreas respectivas como si fueran enviados suyos. De esta manera, Maduro gobierna de facto con la ayuda de estos actores opositores. Es precisamente esta dinámica la que ha generado conflictos entre ellos. La lucha se centra en quién recibe una parte más grande o más pequeña de las migajas que Maduro concede, lo que da lugar a una guerra de discursos en la que unos se acusan mutuamente de ser ‘lamebotas’ del régimen”, expuso.
Remarcó que en un escenario como ese la población se agota, se desilusiona y pierde interés en los asuntos políticos.
¿En quién confiar?
Los tres politólogos entrevistados por El Nacional coincidieron, pese a sus perspectivas particulares, en que la confianza de los votantes hacia los dirigentes opositores pasará porque estos se hayan inscrito en las primarias.
Medina Devis indicó que más allá de un asunto de confianza o desconfianza, las primarias son un mecanismo de legitimización que, consideró, sería imposible de igualar para quienes no se hayan inscrito y que luego presenten candidaturas presidenciales.
“Ese es el objetivo de las primarias: permite que se renueve la interlocución entre los candidatos y los ciudadanos. Y eso es muy difícilmente lo puede obtener alguien que esté fuera de las primarias”, dijo.
Mientras tanto, en palabras de Oria, “quienes se inscriben y participan en las primarias pueden ser reconocidos como legítimos representantes de la oposición”.
Señaló que los dirigentes que evitan las primarias “son maduristas o agentes que podrían estar recibiendo financiamiento directo o indirecto del propio Maduro”.
“Estoy seguro de que serán utilizados como un receptáculo de votos falsos y ficticios que el régimen restará del candidato de la oposición. Por eso, necesitan figuras como el Conde del Guácharo (Benjamín Rausseo). En un contexto real, es probable que sus votos sean considerablemente menos de 5.000, pero el régimen los inflará exageradamente. Lo mismo sucederá con otros candidatos como (Daniel) Ceballos y otros. Esta estrategia está muy bien diseñada por Maduro”, expuso.
“Tienen derecho a aspirar ser candidatos, pero no a implosionar la unidad”
Coronil Hartmann aseguró que desconfía de las candidaturas que no pasen por las primarias, pues, a su juicio, aunque existan posiciones encontradas entre las distintas facciones se conoce que la Plataforma Unitaria aglutina el mayor respaldo, por lo cual una estrategia para poder competir con el oficialismo necesariamente pasa por la unidad.
“Aglutinando la Plataforma Unitaria el respaldo popular más importante, todo aquel que, siguiendo la línea del régimen, decide actuar por su cuenta no es en ningún caso alguien confiable. El éxito de la oposición, o de las oposiciones, obliga a que sea solo un candidato presidencial”, señaló.
“Todos los políticos tienen el derecho a aspirar ser elegidos, pero a lo que no tiene derecho nadie es a implosionar la indispensable unidad del voto opositor. Con esa finalidad muchas personas han sido puestas en la escena política: para dispersar el voto mayoritario para que al final se imponga el voto minoritario que representa Maduro”, advirtió.
Los roles de las primarias
En un entorno de tal complejidad, según consideraron Medina Devis y Coronil Hartmann, las primarias cumplen varias funciones, incluyendo, en primer lugar, movilizar nuevamente a la población para desandar el camino de la abstención.
“Otro rol es el de construir la unidad. El resultado de ese proceso será el candidato que representará a la Plataforma Unitaria en las elecciones presidenciales. Las primarias serán el primer gran desafío civil contra el autoritarismo del régimen, más si vemos en las encuestas y en lo que uno palpa en la gente que la ganadora será precisamente María Corina Machado, por larga ventaja, aún estando inhabilitada. El mensaje de la gente entonces es elegirla a ella, pese a la espuria inhabilitación. Entonces, aunque es un desafío, hay que asumirlo. Las primarias son un mandato que todos juntos debemos hacer valer”, señaló Coronil Hartmann.
Para Medina Devis, por su parte, el rol de la primaria es demostrar lo que denominó “la resiliencia democrática del país”. Y, al respecto, destacó que el proceso está siendo boicoteado por todos los medios a manos del oficialismo y que en ese entorno, la elección cobra más valor.
“Es una primaria que ha estado siendo profundamente tiroteada por todos lados para desmeritarla, para dividirla, para debilitarla, para hacer que su organización sea terrible, eso es lo que está demostrando es una profunda resiliencia democrática. Las organizaciones políticas y los ciudadanos, a pesar del desastre, a pesar del tiroteo, a pesar de los ataques, están dispuestos a avanzar en lo que se pueda, a avanzar en un mecanismo que permita legitimar el liderazgo político opositor”, expresó y remarcó que el objetivo también es encontrar un líder, pero sobre todo encausar las diferencias en torno a un mecanismo legitimador de la oposición dominante.
¿Podrían anular las primarias?
Precisamente, en medio de la entrevista con Medina Devis se hizo público que en varios estados del país se introdujo un recurso de habeas data ante tribunales regionales. Lo que llevó a la pregunta de si, ante una serie ataques cree que las primarias sobrevivirán y se efectuarán como está pautado el 22 de octubre. Previamente, el primer vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabello, había señalado que se debía investigar el financiamiento, además de que una vez publicado el Registro Electoral por parte de la Comisión Nacional de Primaria se intentó imponer una matriz de opinión de que se estaba cometiendo una irregularidad, aunque el registro es público.
En ese sentido, Medina Devis indicó que el gobierno maneja dos estrategias respecto a las primarias. La primera consistiría en impedir estos comicios judiciadizandolos y arguyendo supuestas irregularidades en el financiemiento o apegando al recurso de habeas data, en el cual los supuestos afectados piden la protección de sus datos.
“Esos son los dos nuevos capítulos para boicotear las primarias: el financiamiento y esto otro del habeas data, estos recursos en tribunales regionales. Lo que aluden en estos recursos es la protección de datos, es decir, ellos dicen que los datos ciudadanos los debería administrar el Estado y las instituciones del Estado, o sea que no tienen ningún problema que el CNE los administre. Pero piden que se les protejan sus datos frente a la publicación del Registro Electoral por parte de la Comisión Nacional de Primaria, aludiendo que no están de acuerdo en que sus datos se publiquen en un link que no sea del CNE”, explicó el politólogo.
Agregó como una segunda estrategia del oficialismo para dinamitar las primarias el permitir que se efectúen, pero en las condiciones más adversas.
“En este caso, apuntarían a que la organización sea minúscula, con financiamiento mínimo, con los actores claves amenazados y en algunos casos buscarían incluso lograr la desactivación política de los candidatos principales. Sería llevar las primarias a la menor capacidad de organización y movilización posible”, dijo.
“Una visión pesimista” sobre las primarias
De vuelta a las funciones que los consultados consideran que tienen las primarias, si en efecto se realizan, la visión de Oria contrasta con la de Medina Devis y la Coronil Hartmann.
Oria se confesó “bastante pesimista” y explicó que dadas las condiciones actuales el objetivo común debería ser convertir a María Corina Machado en un actor reconocido en el ámbito internacional. Destacó que no menciona a Machado porque la idealice sino, dijo, porque la ve como un agente de cambio, que además es quien mantiene la preferencia de los votantes, pese a su condición de inhabilitada.
Explicó que su pesimismo proviene justo de la inhabilitación y también del hecho de que desconfía profundamente del G4.
“Mi preocupación radica en que quizás no le permitan inscribir su candidatura en el CNE. Maduro sabe que él perdería en dos frentes si compitiera contra ella. Y por eso debe impedirlo. Maduro perdería incluso si el candidato fuera Manuel Rosales, pero simplemente planea robar las elecciones. Por lo tanto, Maduro no necesita ganar, lo que necesita es un competidor que acepte perder, como ha sucedido en el pasado”, expuso Oria.
Añadió que dado ese escenario, Maduro buscará medirse con Rosales o Henrique Capriles.
“Algunos pueden decir que Capriles nunca reconoció a Maduro, pero en los hechos sí lo hizo. Caso contrario con María Corina Machado, que ha dicho que llega hasta lo último. Eso es lo que teme Maduro, el qué significa eso de llegar hasta lo último. Para él probablemente es mejor detenerla ahora en el CNE, sin embargo si somos cristianos, un milagro puede ser posible”, expresó.
¿Y si las primarias las gana un candidato inhabilitado?
Medina Devis insistió en que un contundente ganador de las primarias se convertiría en la figura líder de la oposición. No obstante, señaló que una vez efectuados los comicios se verá la distribución de las fuerzas políticas.
“Una elección primaria con una ventaja abrumadora del primer lugar lo transforma en líder indiscutible. Ahora, en un resultado en el que el segundo o tercer lugar llegan muy cerca del ganador implicaría que se distribuye ese liderazgo”, dijo.
Cree que esa distribución de la fuerza política incidirá en las decisiones de levantar o no las inhabilitaciones y que también configurará las estrategias finales de la oposición.
Coronil Hartman y Oria concordaron en que esperan que la posición de todos los que participan en las primarias sea defender al ganador y emplear las maquinarias de los partidos para presionar y lograr la habilitación del abanderado.
“No podemos aceptar en caso alguno que, por ejemplo, en una sucesión, aparezca de la nada alguien que no participó en las primarias, como parece ser el intento de Manuel Rosales al apoyar a Capriles. Eso no se puede permitir porque Rosales siempre sabe lo que hace cuando da un paso y es un tipo muy peligroso para la unidad que tanto anhelamos. Queda la enorme tarea de desmontar las candidaturas paralelas que pretenden dividir el voto opositor y para lograrlo hay que denunciar sin descanso a las oposiciones que el régimen creó”, finalizó Coronil Hartman.