Eliades Ochoa: «El son cubano ha echado tremendas raíces»
El guitarrista, cantante y compositor cubano Eliades Ochoa, líder de El Cuarteto Patria y una de las estrellas de Buena Vista Social Club, edita «Vamos a bailar un son», su nuevo trabajo discográfico. Un álbum de carácter tradicional, con colaboraciones como las de Pablo Milanés o la cantaora Argentina, que presenta esta noche en Madrid.
Un nuevo trabajo que es fiel a su estilo
Sí, he querido incluir bolero, son, guaracha, un pregón y hasta un changüí. Un estilo originario de Guantánamo que tiene una forma de tocar única, con sus cinco pasos, que no todo el mundo sabe interpretar.
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Era el guarachero mayor de Cuba. Sus guarachas siempre fueron de corte social, muchas de ellas nacieron en los cuentos de velorio. Grabé con él sus últimos dos discos, tocando siempre la guitarra prima.
Si hablamos de guitarras, su guitarra armónica es una de sus señas de identidad.
Es una guitarra que es capaz de sonar como un tres o como una guitarra ortodoxa, dependiendo de cómo la toques. Hace años, buscando el sonido del tres en la guitarra, me dí cuenta de que, al poner un «re» con una cuerda fina y afinarla en octavas, el sonido que obtenía era el mismo. Y de ahí nació la guitarra-tres, que, en vez de tener seis cuerdas como todas las guitarras, tiene ocho.
Canta en «Vamos a bailar un son» que «el son cubano, mi hermano, jamás ha perdido el brillo». ¿Es verdad que el son sigue tan vigente como siempre?
En cualquier parte del mundo. Y en la isla también, por supuesto. Hay muchas agrupaciones de pequeño formato que trabajan el son montuno. Y también otros formatos, lo que pasa es que lo modernizan un poco y a veces sientes notas que no son las que lleva el son en los «tumbaítos». Y ya cuando es una agrupación grande, en la que hay metales, batería o baby, entonces ya no se parece mucho al son al que tú estás acostumbrado. El son montuno con dos o tres notas ya está hecho. Y, sin embargo, dio la vuelta al mundo gracias al proyecto Buena Vista Social Club.
Definitivamente, el son ha echado tremendas raíces.
