Elizabeth Warren publica en Facebook un anuncio falso sobre Zuckerberg para denunciar la falta de control
La precandidata demócrata deja en evidencia a la plataforma después de que esta se negara a eliminar una 'fake news' difundida por la campaña de Trump
La precandidata demócrata Elizabeth Warren escala la tensión con Facebook. La ahora favorita en las encuestas de la oposición ha comprado un anuncio que sostiene que el dueño de la red social, Mark Zuckerberg, apoya oficialmente la reelección de Donald Trump. En el tercer párrafo de la publicidad, Warren reconoce que la información es falsa y justifica su publicación en que la plataforma le ha dado rienda suelta al republicano para mentir “y después pagarle a Facebook enormes sumas de dinero para difundir esas mentiras a los votantes estadounidenses”. La llamativa estrategia se lanzó esta semana después de que el gigante tecnológico rechazara eliminar un anuncio comprado por el equipo de campaña de Trump con información falsa sobre el precandidato demócrata Joe Biden y su hijo Hunter.
We intentionally made a Facebook ad with false claims and submitted it to Facebook’s ad platform to see if it’d be approved. It got approved quickly and the ad is now running on Facebook. Take a look: pic.twitter.com/7NQyThWHgO
— Elizabeth Warren (@ewarren) October 12, 2019
«Si Trump intenta mentir en un anuncio de televisión, la mayoría de las cadenas se negarían a emitirlo, pero Facebook solo cobra los cheques de Trump», dice el anuncio difundido masivamente por la senadora por Massachusetts desde el pasado jueves. La frase alude a CNN, que decidió no emitir el anuncio de 30 segundos que la campaña de Trump quería difundir en la cadena que tantas veces ha criticado por publicar “noticias falsas”. El aviso dice que el exvicepresidente Joe Biden ofreció a Ucrania 1.000 millones de dólares en ayuda si el Gobierno expulsaba al fiscal que investigaba una compañía vinculada al hijo del demócrata. CNN, que rechazó la emisión de dos anuncios de Trump la semana pasada, argumentó que no difundió este último porque «hace afirmaciones que se han demostrado que son falsas por varios medios de comunicación».
El equipo de campaña de Biden negó la información difundida en el anuncio de Trump y solicitó a Facebook y Twitter que la sacaran de sus plataformas. La empresa de Zuckerberg contestó con una carta asegurando que la base de la red social es “la creencia fundamental en la libertad de expresión”. Actuamos en función del «respeto por el proceso democrático y la creencia de que, en democracias maduras con una prensa libre, el discurso político es posiblemente el discurso más analizado que existe», escribió la jefa de políticas globales de Facebook, Katie Harbath.
La decisión de la compañía de mantenerse al margen causa especial preocupación entre los demócratas porque la injerencia rusa en las elecciones de 2016 se dio en gran medida a través de anuncios falsos difundidos en las redes sociales. «Facebook ya ayudó a elegir a Donald Trump una vez», reza el anuncio de Warren. «Ahora están permitiendo deliberadamente que un candidato mienta intencionadamente al pueblo estadounidense. Es hora de responsabilizar a Mark Zuckerberg». «Si la senadora Warren quiere decir cosas que sabe que no son ciertas, creemos que Facebook no debería estar en posición de censurar ese discurso», dijo un portavoz de la compañía a medios locales.
El 24 de septiembre, Facebook anunció que no verificaría o eliminaría el contenido de los anuncios de los políticos. El vicepresidente de asuntos globales y comunicaciones de Facebook, Nick Clegg, señaló en un comunicado: «No es nuestro papel intervenir cuando los políticos hablan».
Que Warren lidere la campaña para que Facebook retire los anuncios no es una sorpresa. La demócrata propone una batería de medidas antimonopolio contra las grandes firmas tecnológicas y plantea, entre otras cosas, partir la empresa de Zuckerberg en varias pequeñas. Hace un par de semanas The Verge filtró un audio en el que dueño de la red social decía que si Warren ganaba las elecciones apostaba por que tendrían «un gran conflicto legal». Añadía que ese escenario «apestaría», pero que seguro ganarían. La candidata progresista le respondió que lo que realmente «apestaría» es no arreglar «un sistema corrupto» que permite que compañías como la suya se involucren «en prácticas anticompetitivas ilegales, pisoteen los derechos de privacidad de los consumidores y no cumplan reiteradamente su responsabilidad de proteger nuestra democracia».