Democracia y Política

En el principio fue Daniel Kahneman

 

Nota bene: Las líneas siguientes fueron publicadas hace un par de años. Luego de la buena acogida recibida por la nota sobre la técnica del pre-mortem, he decidido abundar en nuevos ensayos sobre los prejuicios cognitivos, los modelos de toma de decisiones, así como su aplicación a la realidad de hoy, tanto en la política como en otras áreas humanas. Pero es evidente que para hacerlo, había que ir a los inicios, mencion ar a una de las personas más influyentes en el descubrimiento y desarrollo de estos asuntos: Daniel Kahneman. Por ello, recordemos, una vez más, al gran psicólogo y académico ganador del premio Nobel.

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1366989906781.cachedEn la actual revolución en materia de toma de decisiones humanas, en el principio fue Daniel Kahneman. Bueno, esto no es totalmente cierto, pero casi. Kahneman es ganador del premio Nobel de Economía 2002; un contribuyente mayor a la llamada “behavioral economics” o economía del comportamiento y que desde la psicología ha sistemáticamente desmontado el tradicional modelo de decisión racional. Dicho premio Nobel lo recibió conjuntamente con Vernon Smith, y le fue concedido “por haber integrado aspectos de la investigación psicológica en la ciencia económica, especialmente en lo que respecta al juicio humano y la toma de decisiones bajo incertidumbre.”

Su libro de 2013, Thinking, Fast and Slow, fue recibido con júbilo en el mundo académico e intelectual. Para Nassim Taleb (autor de “El Cisne Negro”), es “un momento histórico en el pensamiento social, en la misma liga de “La Riqueza de las Naciones”, de Adam Smith, o “La Interpretación de los sueños”, de Freud. Para Richard Thaler, Kahneman es un “gigante intelectual”. Para Steven Levitt, Kahneman “es uno de los pensadores más originales e interesantes de nuestro tiempo. No hay otra persona en el planeta que entienda mejor cómo y por qué decidimos.”

Se podría afirmar que hoy no se pueden debatir las decisiones humanas y su estudio -aplicado a campos tan diversos y distantes como la política, la economía, el juego de béisbol, las relaciones laborales o familiares, la adquisición de vivienda o el póquer- sin los aportes de Kahneman y su gran amigo ya fallecido, Amos Tversky.

Malcolm Gladwell (“Blink”, etc.), Sheena Iyengar (“The Art of Choosing”), el padre de la técnica del Pre-mortem, Gary Klein (“Sources of Power: How people make decisions”), Barry Schwartz (“The paradox of choice: why more is less”), Tim Harford (“El Economista camuflado”), David Brooks (“The Social Animal”) y el ya mencionado Nassim Taleb hacen permanente reconocimiento a Kahneman en sus trabajos.

Como nos señala Kahneman en Thinking, Fast and Slow”, existen dos sistemas que impulsan nuestra forma de pensar. El sistema 1 es rápido, asociativo, intuitivo y emocional (el inconsciente); el sistema 2 es más lento, deliberativo y lógico (el razonamiento consciente). La forma en que ambos sistemas interactúan está en el centro del debate actual en medicina (neurociencia) o psicología (las teorías de decisión). El mundo no es percibido como nos enseñaba la economía clásica y su “hombre racional”; el ser humano no es simplemente un maximizador de utilidades. Para los racionalistas sentimientos como el miedo, el amor, la ira, eran simples distorsionadores del juicio. En verdad, tal hombre racional nunca ha existido. Y los intentos de construcción de modelos de comportamiento humano basados en esa supuesta racionalidad han estado destinados al fracaso. En cambio, la realidad es que las emociones inconscientes tienen la supremacía, pero no ejercen una dictadura. Los errores no provienen de las pasiones y su predominio, sino de la propia estructura cognitiva.

Un ejemplo clásico es la “pregunta de Linda”: Linda es soltera y tiene 31 años. Es muy inteligente y le interesan los temas relacionados con la justicia social, o la lucha contra la pobreza. ¿Cuál de las siguientes afirmaciones es más probable?

  1. a) que Linda trabaje en un banco,
  2. b) que Linda trabaje en un banco y participe de forma activa en un movimiento social.

La abrumadora mayoría opta por b), por más que sea imposible en términos lógicos. Lo que se demuestra es la “falacia conjuntiva (o prejuicio conjuntivo)”, por la que nuestro juicio queda afectado por la persuasiva combinación de detalles plausibles. Y es que los seres humanos somos mejores narradores que lógicos; no sólo tendemos a hacer juicios sesgados, sino que experimentamos la influencia de los factores más sutiles y absurdos que podemos imaginar.

Otro ejemplo:

Un bate y una pelota de béisbol cuestan, juntos, $1.10. El bate cuesta $1.00 más que la pelota. ¿Cuánto cuesta la pelota?

(Respuesta, al final.)

El sistema 1 tiene como función mantener y poner al día un modelo del mundo personal de cada persona, que representa lo que para ella es normal en su realidad externa. El sistema 1 genera impresiones, sentimientos e inclinaciones que, cuando son endosadas por el sistema 2, se transforman en creencias, actitudes e intenciones. El sistema 1 distingue lo sorpresivo de lo normal; el sistema 2 monitorea lo apropiado de su conducta en una situación social. El sistema 1 responde a 2+2=?, mientras que el sistema 2 sirve para rellenar una declaración del impuesto. El sistema 1 detecta hostilidad en una voz, y el sistema 2 se concentra en la voz de una persona específica en un salón ruidoso y lleno de gente. El sistema 2 no puede silenciar las emociones, pero puede deducir cuál debe ser seguida. El dilema ¿instinto o análisis? sólo se resuelve dependiendo de la situación. La racionalidad está limitada por la emoción, ya que el mundo es percibido a través de múltiples prejuicios, influenciados a su vez por el contexto de la experiencia. Hay que tomar en cuenta complejidades y errores que los economistas clásicos, por ejemplo, ignoraron, ya que detrás de cada decisión hay toda una arquitectura mental que la moldea. Conceptos que ya forman parte del lenguaje de la economía, de la medicina, de la política, de los deportes, como “framing”,anchoring”, o “loss aversion”, se derivaron de estas nuevas herramientas analíticas.

¿Es posible aplicar estos conocimientos, estos avances en el conocimiento de las decisiones humanas, en el estudio de realidades políticas concretas? Sin duda alguna. Prometemos una nota futura al respecto.

En conclusión: Daniel Kahneman y Amos Tversky son los Cristóbal Colón de la mente, porque sus descubrimientos sencillamente nos han enseñado cómo funciona la estructura de pensamiento y de decisión de todos los seres humanos.

 RESPUESTA A LA PREGUNTA DE ARRIBA: la pelota cuesta 5 centavos. Esta pregunta le ha sido hecha a centenares de estudiantes universitarios, de los centros educativos más prestigiosos del mundo; sin embargo, la gran mayoría se equivoca y responde que 10 centavos.

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