DictaduraEconomía

Enésima negociación de Cuba con el Club de París por impagos, mientras se multiplican los hoteles de lujo

El importe asciende a 4.827 millones de dólares según el último balance de la institución, de diciembre de 2022

El Club de París pide a Cuba un nuevo calendario de pagos para cumplir con su deuda. (Prensa Latina)
El Club de París pide a Cuba un nuevo calendario de pagos para cumplir con su deuda. (Prensa Latina)

 

El futuro de la deuda de4.827 millones de dólares de Cuba con sus acreedores del Club de París se juega hoy en La Habana. Según la prensa oficial, William Roos, copresidente de la institución, propuso establecer un nuevo calendario de acuerdo con la capacidad de pago de Cuba tras exponer que «existe comprensión hacia las dificultades que atraviesa la Isla».

El funcionario viajó a La Habana este martes junto con Fabien Bertho, secretario del Club de Paríspara reunirse, ayer miércoles, con Ricardo Cabrisas Ruiz, que además de vice primer ministro y titular de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, ha sido el principal muñidor de los acuerdos de renegociación de la deuda externa con sus distintos acreedores.

En las conversaciones, que culminan hoy, la parte cubana esgrimió que «la criminal política y la ilegítima inclusión» de Cuba en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo obstaculiza el acceso a fuentes de financiamiento e inversiones extranjeras, «cuando en medio del alza de los precios Cuba necesita divisas para su desarrollo económico y social y cumplir sus obligaciones».

Cuba obtendrá un nuevo calendario de pagos para abonar una deuda que sigue siendo la segunda de la región, solo superada por la venezolana, que rebasa los 8.000 millones de dólares

Si Cabrisas logra convencer al Club de París de que para pagar sus plazos no bastan las constantes inversiones rusas y chinas en la Isla o las que el propio Gobierno destina a la construcción de hoteles, Cuba obtendrá un nuevo calendario de pagos para abonar una deuda que ha negociado en dos ocasiones en los últimos ocho años y sigue siendo la segunda de la región, solo superada por la venezolana, que rebasa los 8.000 millones de dólares.

Los acreedores de Cuba dentro del Club de París son Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Italia, Japón, Países Bajos, Suecia, Suiza y Reino Unido.Hasta 2015, la deuda ascendía a 10.660 millones de dólares. Aquel año se negoció una quita calculada tradicionalmente en 8.500 millones, aunque la documentación de los años 2016 y 2017 no está archivada en la página web de la institución.

En 2018, el importe ascendía a 5.560 millones de dólares, que se redujeron a 5.211 en 2019. Pero con la llegada de la pandemia, Cuba dejó de pagar los plazos y, a finales de ese año, la cantidad había aumentado a 5.667 millones de dólares.

Cabrisas sostuvo varios encuentros en 2021 para mejorar las condiciones del pago de plazos. En aquel momento, se recurrió también al «recrudecimiento sin precedentes del bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos y el impacto de fenómenos asociados al cambio climático y de la pandemia de covid-19». Las autoridades prometieron que, pasado lo peor de la pandemia, el turismo se recuperaría y el dinero volvería a llegar y obtuvieron un nuevo alivio, con una moratoria hasta 2022.

Lo que no había calculado el régimen es que los turistas no regresaran como esperaban. El pasado año, de los 2,5 millones de viajeros internacionales previstos ni siquiera se llegó a 1,7 millones. Un contexto económico internacional adverso unido a una pésima gestión de la denominada Tarea Ordenamiento terminaron de rematar una economía maltrecha desde hace décadas y que tiene sumida a la Isla en la peor crisis que se recuerda, al nivel del Período Especial de los años 90.

El calendario de pagos, por tanto, se torna imposible, de ahí que el Gobierno esté volcado en obtener una nueva prórroga, que intentará animar también con la visita de los representantes del Club de París a varios proyectos de colaboración bilateral, con financiamiento de la Agencia Francesa de Desarrollo y elFondo Contravalor Franco-Cubano, que forman parte de los acuerdos.

En su último Anuario Estadístico, correspondiente a 2023 y publicado este agosto, Cuba declaró casi 20.000 millones de dólares en deuda exterior, pero los datos se refieren a 2020

En su último Anuario Estadístico, correspondiente a 2023 y publicado este agosto, Cuba declaró casi 20.000 millones de dólares en deuda exterior, pero los datos se refieren a 2020, confirmando las sospechas de que los 18.200 millones de dólares que debía en 2016 habrían aumentado.

En 2021, Cuba también acordó un aplazamiento del pago de su deuda con Rusia, que había dejado de abonar en 2020. En este caso, la cantidad es relativa a créditos estatales para la exportación que Moscú concedió entre 2006 y 2019, con un importe total de 2.300 millones de dólares. En el momento de firmar el pacto, el déficit de impago era de 57 millones, además de otros 11 por intereses de demora, que se deben devolver entre 2022 y 2027.

Años atrás, Raúl Castro ya había logrado que Moscú le condonara el 90% de los 35.000 millones de dólares de la deuda contratada en tiempos de la URSS.

Otros acreedores menores son México, que en 2013 perdonó el 70% de los 487 millones de dólares que había prestado a la Isla, y Japón, que un año después le concedió una quita de 1.000 millones de una antigua deuda en 2014. Vietnam y China también han condonado una cantidad desconocida a la Isla.

La palma, con todo, se la lleva la deuda histórica de15.000 millones que Cuba tiene con Argentina. Varios de sus mandatarios, incluido el actual, Alberto Fernández, han instado a la Isla a devolverla o canjearla – se llegó a negociar el intercambio por vacunas, que no prosperó– pero todo intento ha sido infructuoso.

Un caso aparte es el de la deuda con el Club de Londres, que ha llegado a los tribunales y aún está lejos de solucionarse. Este abril se celebró el juicio para dirimir si el fondo de inversión CRF I Limited era el tenedor de la deuda de 72 millones de euros que en su día las instituciones financieras cubanas firmaron con entidades posteriormente adquiridas por él.

La sentencia confirmó que el CRF era el legítimo propietario, aunque las consecuencias no son más que una oferta de su presidente a negociar ahora un calendario de pagos. «[Hay que] encontrar una solución con Cuba que (tenga) un impacto cero en su presupuesto durante al menos cinco años, reconociendo la difícil situación económica que atraviesa el país», dijo.

 

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