Estados Unidos calificó de “desafortunada” la aprobación de la reforma judicial impulsada por Netanyahu en Israel
Washington indicó que “los cambios importantes en una democracia deben contar con el consenso más amplio posible”. Los 56 legisladores de la oposición boicotearon la votación ausentándose del Parlamento
El primer ministro de Israel, Benjamina Netanyahu, dialoga con el ministro de Defensa, Yoav Gallant, en el marco de la votación por la reforma judicial en el Parlamento (REUTERS/Amir Cohen)
Estados Unidos lamentó este lunes que la Knesset (Parlamento israelí) aprobara con “la mayoría más estrecha posible” la ley que anula la doctrina de la razonabilidad, la primera ley del paquete legislativo de la reforma judicial impulsada por el gobierno de Benjamin Netanyahu.
“Es desafortunado que la votación de hoy haya tenido lugar con la mayoría más estrecha posible”, afirmó en un comunicado la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.
La portavoz recordó que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, como “amigo de toda la vida de Israel” ya ha expresado en público y en privado su visión de que “los cambios importantes en una democracia deben contar con el consenso más amplio posible” para que perduren en el tiempo.
Pese a ese deseo de consenso por parte de Estados Unidos y las protestas en las calles, la votación en la Knesset siguió adelante y la ley de la razonabilidad fue aprobada con 64 votos a favor -de todos los diputados de los partidos de la coalición del Gobierno israelí-, y cero en contra, ya que la oposición en bloque, 56 legisladores, boicotearon la votación ausentándose del pleno.
Aunque esa primera pieza de la reforma judicial fue aprobada, la Casa Blanca dijo que apoya los esfuerzos del presidente del Estado de Israel, Isaac Herzog, para intentar que avancen las negociaciones entre el Gobierno y la oposición para intentar lograr un consenso.
La ley se votó en una sesión plenaria que comenzó el domingo, después de 30 horas de acalorados debates, mientras miles de manifestantes acampados frente a la Knesset desde la noche del sábado protestaban contra la reforma, vista como una amenaza a la democracia porque socava la separación de poderes y la independencia de la Justicia.
Las protestas han dejado de momento 19 detenidos por “violar el orden público” y cinco heridos leves, en los altercados desatados con la Policía, que tuvo que recurrir a la Policía montada y a cañones de agua para dispersar a los manifestantes que trataban de bloquear el acceso principal al parlamento.
En la votación del lunes, los legisladores aprobaron una medida que impide a los jueces anular decisiones del gobierno basándose en que son “irrazonables”. La doctrina de la razonabilidad, ahora anulada, permitía al Tribunal Supremo revisar y revocar medidas o nombramientos gubernamentales y es vista por el movimiento de protestas como una garantía democrática fundamental frente a abusos de poder.
Sus defensores afirman que el actual criterio de “razonabilidad” otorga a los jueces no elegidos excesivos poderes sobre la toma de decisiones por parte de los funcionarios elegidos. Pero sus detractores afirman que elimina un elemento clave de los poderes de supervisión del tribunal y abre el camino a la corrupción y a los nombramientos indebidos.
Tras la votación, el ministro de Justicia, Yariv Levin, artífice del plan, declaró que el Parlamento había dado “el primer paso en un importante proceso histórico” de revisión del poder judicial.
Por su parte, el jefe de la oposición israelí, Yair Lapid, adelantó hoy que apelarán ante el Tribunal Supremo la ley aprobada hoy por el Gobierno. “Mañana por la mañana recurriremos ante el Tribunal Supremo esta legislación, la cancelación unilateral del carácter democrático del Estado de Israel y la forma antidemocrática y depredadora en que se llevaron a cabo las discusiones en el comité constitucional de la Knesset”, indicó en su cuenta de Twitter.
“No han ganado, porque la batalla no ha terminado, sino que apenas comienza”, agregó en un discurso televisado, en el que dijo que la ley aprobada hoy “viola las reglas del juego” e instó a los participantes de las protestas contra el Gobierno que no se rindan y que esperen al fallo del Supremo.
(Con información de EFE)