La patada de Donald Trump a las relaciones diplomáticas con Cuba ha caído este lunes en el béisbol. La Casa Blanca decidió este lunes frenar un acuerdo entre la liga profesional de béisbol de Estados Unidos (MLB) y la Federación Cubana de Béisbol por el cual los equipos estadounidenses podían fichar jugadores cubanos. El acuerdo, calificado en su día de histórico, había sido iniciado por el Gobierno de Barack Obama y después de tres años de negociación se había firmado el pasado diciembre.
Varias de las mayores estrellas del béisbol en Estados Unidos, como Yasiel Puig, Yoenis Céspedes o José Dariel Abreu, son cubanos que huyeron de Cuba. Con las relaciones diplomáticas rotas hasta 2015, la deserción era la única forma que tenían de jugar en la liga más importante del mundo. Una de las consecuencias del acercamiento diplomático a Cuba por parte del presidente Barack Obama fue buscar una fórmula para dar cauce legal al interés de los equipos norteamericanos por las estrellas cubanas.
En un cambio de criterio radical, el Departamento del Tesoro ha decidido que la Federación de Béisbol forma parte del Gobierno cubano, y por tanto es ilegal hacer negocios con ella, explica un cargo anónimo de ese departamento a Reuters. Según el acuerdo, los jugadores pueden ser fichados directamente desde Cuba, sin pasar por un tercer país, a cambio de una comisión para la Federación Cubana. Cuba tiene un acuerdo parecido con la liga japonesa.
La semana pasada, Cuba hizo pública la primera lista de jugadores que tenían permiso para fichar por la MLB. Eran 34 jugadores de entre 17 y 25 años. La liga MLB de este año comenzó el pasado 20 de marzo y algunos de esos jugadores iban a ser fichados para esta misma temporada.
La Federación Cubana de Béisbol reaccionó con un mensaje en Twitter en el que dijo que el acuerdo solo busca “frenar el tráfico de seres humanos, fomentar la cooperación y elevar el nivel del béisbol”. Tanto la liga como las autoridades cubanas han insistido durante estos años en que el principal objetivo del acuerdo era evitar el tráfico ilegal de jugadores. “Los ataques con motivación política”, dice la Federación, “perjudican a los atletas, sus familias y a la afición”.
El domingo, el asesor de Seguridad Nacional de EE UU, John Bolton, tuiteó que “Cuba quiere usar a los jugadores de béisbol como peones económicos, vendiendo sus derechos” a la MLB. “El pasatiempo nacional de América no debería favorecer el apoyo del régimen cubano a Maduro en Venezuela”. Bolton es el arquitecto de la nueva política de Estados Unidos que considera a Cuba, Venezuela y Nicaragua una “troika de la tiranía”.