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Esteban González Pons: «Si Maduro intenta algo cruel, Zapatero se habrá puesto en primera línea de responsabilidad»

ABC sí recibe al vicepresidente del Parlamento Europeo, que califica al ministro de exteriores Albares de «termita democrática» por posicionarse con el régimen chavista

Doce horas después de su expulsión de Caracas, ABC sí acoge a Esteban González Pons, que entra en la sede de Vocento con una maleta y una buena dosis de cansancio. El vicepresidente del Parlamento Europeo llega a primera hora de la mañana, poco después de aterrizar en Barajas, tras un episodio que no augura nada bueno sobre las intenciones de Nicolás Maduro en la víspera de las elecciones presidenciales. Como un salvoconducto, Pons muestra la carta que María Corina Machado y Edmundo González, el candidato opositor, enviaron al presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, para invitarle en calidad de «acompañante» y «testigo» de una cita electoral que, por primera vez en décadas, anuncia un cambio en Venezuela.

-¿Cuál era el objeto del viaje a Caracas de los políticos españoles?

-Coincidimos en el avión tres delegaciones diferentes: una del Parlamento Europeo en la que había portugueses y españoles, y otra del Congreso de los Diputados, con la intención de acompañar a la candidatura de la oposición democrática el próximo domingo.

-Dice usted acompañar, no observar.

-Digo acompañar, nunca pretendimos ser observadores, porque ese título no lo teníamos. Queríamos acompañar, como sucede en todas las elecciones en los países libres.

¿Y la tercera delegación?

-La del Senado era una delegación oficial, y esto es relevante: una delegación aprobada por la Mesa del Senado compuesta por dos senadores. Y digo que es relevante porque siendo una delegación oficial del Senado no contó ni con el respaldo del Gobierno de España, ni con el respaldo del embajador de España. Esa delegación oficial del Senado estuvo retenida en el aeropuerto de Caracas y el embajador de España no se personó.

 

«Que Albares compre la propaganda chavista dice mucho sobre lo que Albares es realmente en ese ministerio: una termita democrática».

 

-¿Eran ustedes invitados de María Corina Machado y de Edmundo González?

-Sí, fuimos para acompañarles en las elecciones, no para ser observadores. Es como si en unas elecciones Pedro Sánchez invita a otros partidos de la Internacional Socialista o el PP invita a la CDU o al partido polaco de Donald Tusk. Somos amigos. Por escrito y formalmente tanto Edmundo González como María Corina invitaron a eurodiputados, a diputados del Congreso y al Senado, y el Senado institucionalmente aceptó la invitación.

 

                             La comitiva del PP que ha sido expulsada de Venezuela por Maduro ABC

 

-Una vez que aterrizaron, ¿qué sucedió?

– Durante el vuelo, como ahora los aviones tienen wifi, pudimos ir teniendo conocimiento de lo que estaba pasando en otros lugares, porque no somos los únicos expulsados. Supimos que a un avión de la compañía Copa con expresidentes importantes latinoamericanos a bordo se le había negado el derecho a poder aterrizar en Caracas hasta que los expresidentes fueran desembarcados. Hubo una negociación de casi tres horas y finalmente en Panamá los expresidentes fueron desembarcados para que al avión se le permitiera llegar a Venezuela. Supimos que había otros dos aviones de la compañía Copa, también con invitados de María Corina y de Edmundo González a bordo, a los que no se les había dado permiso para ir. Supimos que había periodistas que habían sido expulsados después de ser torturados. Supimos que los senadores chilenos corrían la misma suerte que nosotros y, por lo tanto, en el vuelo ya previmos que esto iba a suceder. De hecho nos llegó información muy contrastada que nos indicaba que el interrogatorio al que nos iban a someter iba a estar en manos del Sebin, que es la policía política del régimen chavista.

-¿Les dejaron llegar a tierra?

-Cuando aterrizamos en Caracas se produjo cierta confusión, entiendo que porque el régimen no sabía cómo sacarnos del avión y detenernos y luego expulsarnos. Después de veinticinco, treinta minutos desembarcamos con el resto del pasaje y, al llegar al control de pasaportes, nos quitaron el pasaporte a nosotros, nos tuvieron esperando en la cola durante otros veinte, veinticinco minutos y, finalmente, fuimos retenidos y conducidos a un habitáculo del aeropuerto.

-¿El trato fue educado?

– El trato pretendió en todo momento ser educado, lo cual produjo una situación muy surrealista, porque la información que estábamos recibiendo no respondía al trato pretendidamente educado que nos daban. Pero debo decir una cosa: no es la primera vez que a mí me sucede esto con el régimen chavista, esta es mi segunda expulsión de Caracas. La otra vez fui a entrevistarme con Juan Guaidó en el momento en que fue proclamado presidente encargado de la República y también fui detenido.

«La oposición va a barrer. Los policías uniformados nos decían en voz baja ‘vamos a ganar’»

-¿Ha detectado diferencias?

-Sí, una diferencia. Aquella vez los policías políticos que me interrogaron eran fieros, esta vez eran un poco esperpénticos. Hemos detectado una enorme falta de fe de la policía política chavista con lo que vaya a pasar el próximo domingo. Cuando, mirándoles a los ojos, les decíamos «vamos a quedarnos con sus caras porque el lunes aquí puede haber un Gobierno distinto», se arrugaban.

-Era un vuelo regular. ¿Y el resto del pasaje?

-En la cola de los pasaportes había dos personas españolas que iban a Venezuela a ayudar en las ONG de ayuda humanitaria en las que ellos trabajan. Se rieron con nuestros chistes, porque nosotros en una situación de mucha tensión, tuvimos ganas de hacer alguna broma. Y estas dos personas españolas que entendieron nuestras bromas se estuvieron riendo. No hablaban con nosotros, se reían de las cosas que decíamos. Cuando llegó el momento de retirar los pasaportes, llevarnos al cuartucho y deportarnos a ellos los escogieron también. Dijeron «trabajamos en ONG, no somos del PP, no somos políticos, no venimos a nada de las elecciones». Y el comisario político los miró muy serio y les dijo: «Pero se han reído de sus bromas, y si se han reído de sus bromas ustedes son igual de sospechosos». Y esas dos pobres personas han sido expulsadas con nosotros, hicieron con nosotros el viaje de ida y el viaje de vuelta y no se han podido incorporar a sus ayudas humanitarias porque se rieron de algún chiste que hice yo.

-Es la prueba de que hay muchos nervios en el régimen de Maduro.

-Muchos nervios, y que el régimen de Maduro está en verdadera descomposición.

-¿Hablaron ustedes con María Corina Machado?

-Sí, María Corina llamó a Cayetana Álvarez de Toledo y nos fue pasando el teléfono. Nos dio las gracias, nos dijo que el objetivo no se había podido cumplir porque obviamente no vamos a estar mañana acompañándoles, no vamos a poner nuestros ojos dentro del país, pero el daño y la humillación pública que nosotros hemos sufrido sirve para que antes de las elecciones se ponga el foco en cómo Maduro va a intentar dar un pucherazo este domingo en Venezuela.

-¿Con qué ideas vuelve de Venezuela?

-Tres ideas claras en la cabeza. La primera, la oposición va a barrer. Cuando se iban los jefes, los policías uniformados que nos custodiaban nos decían en voz baja «vamos a ganar». Segundo: Maduro está preparando un pucherazo. Nuestra expulsión obedece a que ese régimen no descarta dar un golpe de Estado el domingo. Y la tercera, yo no veo a Maduro dispuesto a aceptar los resultados. Por lo tanto, pido al pueblo venezolano que lo mismo que salga el domingo a la calle a votar con libertad y con alegría, el lunes esté preparado para defender la libertad que este domingo se va a conquistar.

-¿Estaba el embajador español allí?

-No. El ministro de Asuntos Exteriores ha jugado del lado de los malos. En ningún momento defendió ante el Gobierno venezolano que nosotros no éramos una misión de observación, sino de acompañamiento. Es decir, nunca defendió nuestros argumentos ante el Gobierno venezolano, defendió los argumentos del Gobierno venezolano ante nosotros. El embajador de España en Caracas en todo momento intentó desincentivar el viaje, en lugar de intentar que el viaje pudieran producirse. Y ayer, cuando llegamos, nuestra sorpresa fue que no estaba presente, como le habíamos pedido.

-Usted es vicepresidente del Parlamento Europeo

-Podría ser causa suficiente para que el embajador de España estuviera presente, pero es que había una misión oficial del Senado aprobada por la Mesa del Senado. No eran senadores que venían de motu proprio, era una misión oficial del Senado de España. Y el embajador tenía cosas mejores que hacer y no vino.

-Sí estuvo el cónsul.

-Vino el cónsul general, que se portó de un modo extraordinariamente amable e intentó desempeñar sus labores, pero lógicamente el conflicto de ayer con una misión oficial del Senado comprometida y un vicepresidente del Parlamento Europeo español comprometido, era propia del embajador de España. Pero, ya digo, en los días anteriores el ministro de Asuntos Exteriores y el embajador de España ante el Gobierno venezolano, en lugar de defender nuestros argumentos ante los chavistas, defendieron los argumentos de los chavistas ante nosotros. Incluso, el Ministerio de Asuntos Exteriores la noche de nuestra expulsión sacó una nota de prensa dándole la razón al Gobierno de Venezuela. ¿En qué país del mundo serio, el Ministerio de Asuntos Exteriores cuando sus nacionales son humillados y expulsados, sale a defender al país que los expulsa diciendo ‘algo habrán hecho mal’?.

-Se deja caer que ustedes han ido a provocar, que sabían que les iban a expulsar.

-Sí, claro. Es lo que dicen los chavistas y da miedo que lo diga también Exteriores. ¿Son unas elecciones limpias, libres, abiertas? ¿Ir a acompañar a los candidatos en los que crees es ir a provocar? Que el Ministerio de Asuntos Exteriores compre la propaganda chavista dice mucho sobre lo que Albares es realmente en ese Ministerio: una termita democrática.

-¿Albares no le ha llamado?

-Albares no ha llamado y ante un conflicto de unos demócratas que van a acompañar a otros demócratas en unas elecciones, dice que esos demócratas incomodan, provocan. Exactamente lo mismo que dicen los chavistas. Albares es una termita, una termita democrática del Ministerio de Asuntos Exteriores. En cualquier país de Europa el ministro de Asuntos Exteriores sale a defender a sus nacionales, sobre todo cuando hay una misión oficial del Senado. Es intolerable. También puede que el papel jugado por Zapatero tenga que ver en la condición destructiva, barrenadora, de Albares sobre el crédito democrático de España en Venezuela.

-Antes de entrar en Zapatero. ¿Va el Partido Popular a presentar algún tipo de queja ante el Gobierno de España, el Ministerio de Exteriores, el Parlamento Europeo?

-En lo que a mí me corresponde y a Sebastião Bugalho, el eurodiputado portugués que venía conmigo, vamos a presentar una solicitud en el Parlamento Europeo para que los dirigentes chavistas reciban el mismo trato que hemos recibido nosotros y todos los dirigentes venezolanos no sean admitidos en ningún país de la Unión Europea. Que sean expulsados como lo hemos sido nosotros y que en cuanto cambie el régimen, el Parlamento Europeo se persone en la Corte Penal Internacional para perseguirlos hasta el final.

– ¿Estaba Zapatero allí?

-No. Zapatero no ha aparecido. Zapatero es observador jefe del Gobierno de Maduro en estas elecciones y es compatriota mío, y es mi expresidente del Gobierno. Entonces yo, como ciudadano español, como representante del pueblo español retenido por la policía chavista, ¿qué hice? Reclamé su presencia, y si es el jefe de observadores, que observe y que juzgue y que me dé una explicación y me defienda. La respuesta que me dieron fue «el señor Zapatero está muy ocupado para ocuparse de ustedes, no tiene ningún interés en lo que les pase». Vale, pues yo creo que hemos quedado retratados tanto Zapatero como yo. Yo como demócrata que pelea por aquello en lo que cree y que no distingue si Zapatero es socialista o popular para reclamar su apoyo, y Zapatero como sectario. Algún día tendrá que explicar cuál es su relación con este régimen venezolano, porque si este fin de semana Maduro intenta algo cruel Zapatero se habrá puesto en la misma línea de responsabilidad, que lo tenga muy en cuenta. Entre defender a los demócratas y ponerse de parte de Maduro, ayer Zapatero no tuvo tiempo, no tuvo oportunidad, no tuvo ganas de defender a otros españoles en Venezuela.

-¿Quién les expulsó y qué argumentos les dieron?

-El hombre que nos expulsó apenas sabía leer, le habían dado un teléfono móvil con un texto, con un whatsapp donde estaba la orden para expulsarnos. Una de las de las cosas en las que insistimos más fue que nos diera nuestro orden de expulsión por escrito. Le dijimos: «oiga, yo voy a ir al Parlamento Europeo y quiero llevarme la orden de expulsión por escrito, quiero poderla enseñar, quiero saber por qué nos expulsan». Mirándonos muy serio, nos dijo: «Bueno, les expulsamos porque ustedes han votado en Bruselas sanciones contra la dirigencia del chavismo». Y entonces yo dije: «Aquí el único eurodiputado veterano soy yo, de estos estos otros nueve ninguno ha votado esas resoluciones». «Pero van con usted», me dijo y le respondí: «Al final, ¿nos están expulsando porque yo he votado a favor de resoluciones, contra el dinero que la narco dictadura venezolana ha repartido entre la dirigencia chavista». «Sí, por eso», dijo. «Pero estos no han votado», añadí. «No, pero ellos son sus amigos, expulsados también». Fue patético y me da vergüenza ajena pensar en que Albares, el embajador de España y Zapatero ante esa situación, que es de Mortadelo y Filemón si no fuera porque se estaban rifando leches que iban a nuestra cara, se pusieran de parte de los torturadores y no de nuestra parte.

– Y, por encima de todos ellos, el presidente del Gobierno.

-Creo que el presidente del Gobierno estaba pensando en sus asuntos personales. En este asunto no se espera que diga nada. Él escribe cartas a la ciudadanía cuando tiene que ver con su familia, pero el resto de los españoles no somos la familia de Pedro Sánchez.

-Por último, señor González Pons, ¿usted teme que el lunes haya violencia en Venezuela?

-No. Yo creo que la explosión de júbilo de fuerza, de alegría popular, de este domingo a favor de la democracia en Venezuela se va a llevar como un torrente la maleza al chavismo al mar. Yo creo que este este fin de semana vamos a vivir la revolución más bonita de la historia de Latinoamérica. La gente de Venezuela, con el voto en la mano, clamando por la libertad y conquistando su libertad. Yo si tengo una oportunidad en esta entrevista, llamo a todas las ciudadanas y ciudadanos venezolanos que están en España y a los que nos lean y oigan desde otros lugares del mundo a que no dejen de votar. La democracia de todo el mundo se juega su futuro o se juega su supervivencia hoy en Venezuela.

 

 

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