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Eva Copa derrota al partido de Evo Morales en uno de sus bastiones en Bolivia

El respaldo a favor de esta mujer aimara de 34 años está entre el 64% y el 67%, y con una diferencia de más de 40 puntos en relación a su principal contendiente

 La expresidenta del Senado de Bolivia Eva Copa se convirtió este domingo en la revelación política en las elecciones subnacionales con una amplia victoria electoral en El Alto, la segunda ciudad más poblada del país, y considerada bastión de su expartido el Movimiento al Socialismo (MAS).

El respaldo a favor de esta mujer aimara de 34 años, que ha enaltecido el discurso de renovación y juventud, está entre el 64% y el 67%, y con una diferencia de más de 40 puntos en relación a su principal contendiente Zacarías Maquera del MAS, según los datos no oficiales de las empresas encuestadoras.

Copa manifestó en una entrevista con dos agencias internacionales, entre ellas Efe, que su intención ahora es ser una alcaldesa «en el territorio, no en el escritorio» y que buscará «estar» con la gente y «encontrar soluciones» con la población de «una ciudad muy exigente».

El gobernante MAS la ha acusado de traición por «ambiciones personales» incluso la ha señalado de supuestamente recibir financiación de Estados Unidos para su campaña

 

La virtual alcaldesa alteña ha señalado que «es histórico» lo que le tocado vivir esta jornada ya que consideró que en El Alto «se está dando oportunidad» a aquellos grupos y personas que «nunca» hubiesen tenido ocasión de competir por estas instancias de decisión.

Una alusión suya que no deja de relacionarse con su expartido el MAS al que acusó de estar sometido a un grupo selecto de decisión, aspecto que provocó la escisión con la agrupación que la lanzó a la política y que terminó por expulsarla tras saber que sería candidata por cuerda separada.

Como condimento de su victoria está lo que consideró la identificación que ha conseguido con la población de aquella ciudad que creció como producto de la migración del interior del país y del sector rural del departamento de La Paz, mayoritariamente aimara.

Esta oportunidad «estamos dándola a la juventud a la gente que quiere ese cambio (…) que quiere dar ese salto a la modernidad sin perder su identidad», señaló.

La relación entre Copa y el MAS, presidido por Evo Morales, ha sido tensa en las semanas previas a la elección en las que según dijo la joven política hubo un «ataque mediático» en su contra.

El gobernante MAS, partido que lanzó a Copa a la vida política como senadora cuando tenía 28 años, la ha acusado de traición por «ambiciones personales», incluso la ha señalado de supuestamente recibir financiación de Estados Unidos para su campaña.

Inclusive, el MAS acusó a Copa de colaborar con el Gobierno de la expresidenta Jeanine Áñez, al que ha tachado como de facto o producto de un «golpe de Estado», cuando fue presidenta del Senado.

Copa ha negado esos señalamientos y los atribuyó a la desesperación de sus adversarios por el apoyo político que ha ido cosechando en una ciudad identificada con el MAS en la pasada elección general de 2020.

«He sufrido mucho como ellos (los habitantes de El Alto), no he nacido en cuna de oro y sé qué necesita la ciudad de El Alto para poder cambiar», mencionó al referirse a esa sintonía con quienes la han elegido.

Copa recordó anteriormente en una entrevista con Efe los momentos duros que le tocó pasar con su familia donde sus padres, un pintor albañil y una artesana, se daban modos para conseguir el sustento para mantenerlos.

Por varios años trabajó como vendedora de frutas y de comida en las calles de la ciudad junto a su abuela y una tía mientras que por la noche cursaba la carrera de Trabajo Social en la Universidad Pública de El Alto

Por varios años trabajó como vendedora de frutas y de comida en las calles de la ciudad junto a su abuela y una tía mientras que por la noche cursaba la carrera de Trabajo Social en la Universidad Pública de El Alto (Upea) que pedía únicamente catorce dólares para inscribirla y en la que fue dirigente.

El contacto con la gente en el puesto de venta y la universidad hizo que desarrollase un especial interés por los problemas de la gente y cómo solucionarlos, según dijo.

Parte de su programa electoral está en prevenir los hechos de violencia contra las mujeres con base en grupos interdisciplinarios en las escuelas o construir centros de acogida para ancianos o adolescentes con problemas de adicciones.

Copa es la segunda mujer que consecutivamente asume la alcaldía de El Alto, después de la opositora Soledad Chapetón, alcaldesa saliente de la ciudad de un millón de habitantes.

 

 

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