Expresidentes de Costa Rica piden ciudadanía de honor para Sergio Ramírez
Siete expresidentes de Costa Rica solicitaron este jueves al Congreso de su país que otorgue la ciudadanía de honor al escritor nicaragüense Sergio Ramírez, quien vive en el exilio, y a quien consideran una víctima de persecución por parte de la “dictadura” del mandatario Daniel Ortega y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo.
La misiva, firmada por los expresidentes costarricenses Óscar Arias, Rafael Ángel Calderón, Laura Chinchilla, José María Figueres, Abel Pacheco, Miguel Ángel Rodríguez y Luis Guillermo Solís, solicita al Congreso “que honre la lucha por la libertad y declare a Sergio Ramírez como ciudadano de honor de Costa Rica y como titular de la nacionalidad costarricense”.
“Recientemente esa dictadura la emprendió contra de uno de los escritores latinoamericanos más reconocidos, Sergio Ramírez, quien hoy es víctima de amenazas, acusaciones acompañadas de órdenes de captura y persecución, lo cual le imposibilitará regresar a su patria”, indica la carta.
Los expresidentes agregan que “cuando la implacable persecución de la dictadura que somete a Nicaragua pretende de nuevo callar el verbo comprometido y libertador de Sergio Ramírez Mercado, consideramos que el mismo merece un reconocimiento a su lucha por la libertad, que es parte del espíritu que ha guiado el pueblo costarricense”.
Ramírez: “Me honra y conmueve”
En una carta pública, el laureado escritor nicaragüense afirmó que la petición de los expresidentes “me honra y me conmueve; así como es motivo también de mi profunda gratitud el respaldo que la presidenta del Poder Legislativo ha dado a la solicitud”.
“He vuelto ahora a vivir a Costa Rica con mi esposa Tulita, forzado al exilio, después que hace más de medio siglo venimos a este país apenas recién casados, y aquí nacieron nuestros tres hijos, Sergio, María y Dorel”, recordó Ramírez.
Añadió: “Aquí encontramos amistades entrañables, y tuve la dicha de participar en aquellos años de la vida cultural costarricense, de la que siempre me he sentido parte, lo mismo que de la vida ciudadana del país y de su gente, acogedora no solo conmigo y con mi familia, sino con los miles de nicaragüenses que, forzados por las dictaduras que hemos padecido, han encontrado siempre amparo y solidaridad en esta tierra de libertad y democracia”.
“Un día, que llegará más temprano que tarde, respiraremos en Nicaragua esos mismos aires, porque un pueblo digno, sacrificado y valiente no puede ser condenado siempre a vivir bajo el yugo de la tiranía, y los nicaragüenses tendrán el derecho de elegir libremente a sus gobernantes, igual que los costarricenses”, concluyó.
Última novela
En una reciente entrevista con el programa Esta Semana, el novelista nicaragüense afirmó que es acusado “porque escribo novelas, que ellos (régimen orteguista) consideran que son subversivas para el orden que han querido establecer. Está bien, yo me declaro escritor subversivo, porque todo escritor es subversivo”.
“Yo estoy siendo acusado como escritor, no como dirigente político”, afirmó Ramírez, premio Cervantes de Literatura.
Recientemente, el escritor presentó su última novela Tongolele no sabía bailar —inspirada en las protestas cívicas de abril 2018 y la represión del régimen—, la tercera de la saga del inspector Dolores Morales, que se encuentra secuestrada en la Aduana de Nicaragua.
Tras conocer la acusación en su contra, el laureado literato publicó un video en el que aseguró: “Soy un escritor comprometido con la democracia y con la libertad, y no cejaré en este empeño desde donde me encuentre. Mi obra literaria de años es la obra de un hombre libre… Las únicas armas que poseo son las palabras, y nunca me impondrán el silencio”.
Detención de presos políticos
La misiva de los expresidentes ticos resalta que la vida del escritor se ha caracterizado por su constante lucha por la defensa y promoción de las libertades de expresión, culturales, civiles y políticas, así como el ejercicio de los derechos humanos.
Los expresidentes también denunciaron que en los últimos años “estudiantes, campesinos, jóvenes, mujeres, políticos intelectuales y trabajadores nicaragüenses vienen sufriendo persecución y represión por parte de la dictadura de Daniel Ortega y su esposa, Rosario Murillo, por el simple hecho de ejercer las libertades a pensar, expresarse y discrepar”.
Ramírez, quien fue vicepresidente precisamente cuando Ortega dirigió Nicaragua por primera vez, entre 1979 y 1990, tiene una orden de arresto en su país por “realizar actos que fomenten e incitan al odio y la violencia”, pero él sostiene su inocencia y atribuye la acusación en su contra a represalias del líder sandinista por alzar la voz en rechazo de su Administración.
La orden y acusación legal contra el escritor nicaragüense ocurre en medio de una ola de arrestos que ha llevado a prisión a 36 líderes opositores y profesionales independientes, en el contexto de las elecciones generales del 7 de noviembre próximo.
En dichas elecciones Ortega busca su tercera reelección consecutiva, para un cuarto mandato de cinco años y segundo con su esposa como vicepresidenta.