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Fede Durán: ChatDiQueSí, el algoritmo de la política

«Alguna empresa tecnológica planteará tarde o temprano a las fuerzas políticas la creación de un LLM específico. Emergería así el chatbot soñado por los dirigentes»

ChatDiQueSí, el algoritmo de la política

     Alejandra Svriz

 

Dado el estado de la cuestión, con romances tan sonados como el que todavía mantienen Donald Trump y Elon Musk, es probable que alguna empresa tecnológica termine planteando a las fuerzas políticas la creación de un LLM (gran modelo de lenguaje) específico. Emergería así a la superficie un chatbot diseñado para suministrar el conocimiento acumulado durante siglos por otros potentados y teóricos (reyes, emperatrices, filósofos) a todos esos dirigentes, cuadros medios y botones de medio pelo que ocupan escaños, despachos y poltronas.

Sería precioso, por ejemplo, que un congresista citase sin miedo ni error a Pío Baroja o Miguel Delibes, aunque sólo sea porque una pequeña pantalla de móvil le sopla qué decir. El dominio absoluto del escenario (qué ocurre, por qué ocurre, dónde están los déficits, cuáles son las ventajas competitivas) permitiría adoptar decisiones más rigurosas y con mayor impacto positivo en la población a la que se dirigen. El algoritmo vive de las matemáticas, no es una entidad romántica dada a enredarse en las profundidades espirituales de un Stendhal o un Dostoievski, así que siempre tenderá a recopilar los hechos, presentarlos con frialdad y exponer las opciones que verdaderamente existen para que el usuario no cometa ninguna estupidez. Ese LLM mejoraría el rendimiento de sus señorías, quienes además apenas tendrían que trabajar, tal vez sólo para escribirle o enunciarle al asistente impecable qué precisan.

Una vez desvelada la fuerza de este nuevo chatbot, un ChatGPT para diputados y senadores, ministros y secretarios generales, vicepresidentes terceros y auténticos jefes del Ejecutivo, cada país exigiría colocar sobre la base del software una capa personalizada. Naturalmente, hay que compendiar los usos y costumbres del lugar, los códigos penales y civiles, la tundra de reglamentos, la estepa de reales decretos y jurisprudencia, la sabana de ordenanzas municipales, etcétera. Pero por otra parte -apuntarían certeramente un bando y el contrario- ese LLM no puede venderle la misma historia a cada partido, puesto que las mismas respuestas ante las mismas preguntas conducirían sin ninguna duda al pensamiento único, y ya se sabe cómo acaban esas desventuras.

«El PSOE tendría su propia versión de ChatDiQueSí y PP, Junts, PNV, Bildu, ERC, Podemos, Sumar y Vox disfrutarían en paralelo de sus versiones customizadas»

No importa lo que pidan los políticos, la tecnología es capaz de obrar cualquier milagro por confuso que sea. El PSOE tendría su propia versión de ChatDiQueSí y PP, Junts, PNV, Bildu, ERC, Podemos, Sumar y Vox disfrutarían en paralelo de sus versiones customizadas. Sánchez despertaría con una enorme sonrisa cada mañana: la coherencia de su discurso, muy lastimada por sus “cambios de opinión política”, sería hilvanada desde el LLM, capaz de explicarle lo que ha de decir para contentar simultáneamente al votante socialista de Extremadura y al aliado fiel de Bildu sin que una cosa anule la contraria.

Feijóo podría parecer menos aburrido y cenizo y le iría pidiendo al chatbot una estrategia para cuando gobierne y tenga que pactar con esos socios que ahora tiene el presidente, pues el sistema electoral español es tan grotesco que no deja a ningún partido generalista administrar la cosa pública sin tener que apoyarse en quienes sólo creen en su cosita regional semiprivada. Seguro que el bicharraco algorítmico haría las delicias de Abascal, quien podría en adelante comunicarse más íntimamente con su admirado Trump; transformaría al fin a Díaz en una mandamenos rigurosa; resucitaría el aura libertadora de Puigdemont, un poco desvaída tras sus apariciones barcelonesas a lo Benny Hill, y haría de Otegi, ahora sí, un hombre de paz sin espacio para el odio en su noble corazón. Ya están tardando en llamar a los popes de Silicon Valley.

 

Fede Durán es periodista y escritor. Ha trabajado en los principales medios de prensa escrita de España, fue el columnista más joven de la historia de Expansión y hoy colabora con cabeceras como The Objective, El Mundo y El Referente. Ha publicado tres libros de ficción y está especializado en tecnología, innovación y startups.

 

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