Feijóo apuesta por el tándem «infalible» de Ayuso y Almeida
Ayuso al político gallego:«Somos un ejército que te va a acompañar, pero que no tiene paciencia para tonterías ni aguante para imposiciones»
El PP de Madrid se volcó este pasado martes con Alberto Núñez de Feijóo, en la presentación de su candidatura a la presidencia nacional del partido en la capital de España. Más de mil personas hicieron cola desde más de una hora antes para arropar al político gallego, junto a Isabel Díaz Ayuso, José Luis Martínez-Almeida y Pío García-Escudero. Feijóo quiso ser explícito al apostar con claridad por el tándem «infalible» que forman Ayuso y Almeida, algo que cobra más relevancia a las puertas del congreso del PP de Madrid, que debe celebrarse antes del verano.
El salón de actos del hotel donde se celebró el acto se abarrotó de militantes y cargos orgánicos del partido, y muy pronto se ocuparon las 750 sillas que se habían colocado.
Casi otras 500 personas se quedaron de pie o no pudieron entrar a la sala. Entre los asistentes estuvieron todos los vicesecretarios nacionales de Pablo Casado, salvo Pablo Montesinos y Ana Beltrán, esta última por motivos personales. Los populares madrileños, que en 2018 auparon a Pablo Casado como líder del partido, cerraron filas con Feijóo y dieron por finiquitada una etapa en el partido que todos parecen querer olvidar cuanto antes. Hubo menciones para Fraga, Aznar y Rajoy, y ninguna para el que sigue siendo presidente nacional del partido. Al contrario, sí que se escucharon pullas indirectas, sobre todo procedentes de la presidenta de la Comunidad de Madrid. La buena sintonía entre Feijóo y Ayuso quedó a la vista de todos.
«No recuerdo que nadie haya suscitado tanta unanimidad, ilusión y confianza a la hora de presentarse como candidato a la presidencia del partido», aseguró el presidente del PP de Madrid, Pío García-Escudero, a Feijóo durante su presentación. Y si alguien puede decirlo es él, que ha visto de todo y a todos en el partido a lo largo de las últimas décadas. «Aquí nos tienes, Alberto, el PP de Madrid. Estamos todos contigo, para apoyarte, mucho ánimo y para delante», afirmó. En el cierre de filas participó activamente Almeida, quien resaltó la capacidad de Feijóo para forjar grandes mayorías sociales.
Feijóo y Ayuso compartieron escenario con dos atriles, un formato que el candidato está repitiendo en todas las comunidades con los presidentes de turno para resaltar el peso específico de los barones en el nuevo PP. Ayuso, siempre la más ovacionada por los populares, fue inequívoca a la hora de respaldar a Feijóo y agradecerle su generosidad por dar un paso al frente y «echarse al ruedo» en un momento muy complicado para el partido: «Nos aportas paz, y es muy importante en estos momentos la paz». «Has dado paz en Galicia, en el partido y estás dando paz en el centro-derecha», aseguró, en unas palabras que bien podían referirse al acuerdo de Gobierno alcanzado con Vox en Castilla y León, al que Feijóo, sin embargo, no quiso hacer ninguna alusión explícita.
Ayuso habló ya como futura presidenta del partido en Madrid: «Somos un ejército el PP de Madrid». «Un equipo de soldados», dijo, «que te vamos a acompañar, pero que tiene poca paciencia para las tonterías y poco aguante para las imposiciones, y que lo da todo por un proyecto que merezca la pena».
«Un mismo equipo»
«Hoy somos todos un mismo equipo, una misma organización, centrados en lo más importante y en dar lo mejor de nosotros mismos por Madrid y por España en un momento tan difícil», continuó la presidenta regional, quien esta vez evitó referirse al congreso del PP de Madrid. En realidad no hacía falta, porque todo el mundo da por hecho ya que se celebrará cuanto antes, se convocará en cuanto se constituya la nueva ejecutiva del partido, y ella será la presidenta.
Feijóo le dedicó largos y sustanciosos elogios, aunque dejó claro que su cartel preferido es de dos: Ayuso y Almeida. De hecho, sacó una fotocopia arrugada del bolsillo para mostrar una imagen en blanco y negro de ambos, de la presidenta y del alcalde, con gesto victorioso, que le valió para asegurar que ese tándem es el mejor para él: «Infalible», subrayó. Feijóo fue a más y acabó proponiendo a ambos hacer unos cuantos kilómetros del Camino hasta llegar a la Catedral de Santiago y luego regresar todos juntos a Madrid.
Eso sí, Feijóo reconoció que su estilo y el de Ayuso son diferentes, lo mismo que los retos de cada uno. «Descubrí a Isabel en plena pandemia, la vi como una política de enorme fortaleza y entereza. Nos citaba el presidente Sánchez todos los domingos, a escuchar la homilía que ya había pronunciado el sábado. Y vi a una presidenta con Covid, la vi en una habitación encerrada. Y la vi defendiendo a la Comunidad de Madrid con una entereza, solvencia y una seriedad que me dejó impactado para siempre».
El político gallego confesó que cambió en ese momento porque tuvo «toda la información de lo que es una política, que tiene carácter, responsabilidad y personalidad. En esos momentos de estrés máximo, es cuando conoces a la gente». Además, se solidarizó con ella por los ataques que recibe:«No paran de insultarte. Eso es una prueba inequívoca, un termómetro del nerviosismo político que produces. Si te insultan es que te temen. Estoy muy optimista porque en menos de 10 días a mí no me va tan mal. Igual empatamos».
Siempre en clave interna, el político gallego defendió un partido situado en la centralidad, capaz de aglutinar una mayoría social: «Vengo a no renunciar a una mayoría contundente», subrayó Feijóo, quien no se refirió en ningún momento al pacto con Vox en Castilla y León. «El centro no es lo que diga el PSOE. El centro ni siquiera es un lugar, es todo aquello que preocupa a los ciudadanos, a la mayoría de los ciudadanos, y la mayoría centrada es la que resuelve lo que preocupa a la mayoría de los ciudadanos».
En su presentación como candidato por toda España, Feijóo continúa describiendo su estilo de hacer política desde el Gobierno, y en el futuro también desde la oposición:«No merece la pena la política de trincheras, de tribus ni de odios. Hagamos un Gobierno para todos, no solo para los votantes y militantes, sino para todos». Y uno de los primeros objetivos que se plantea es «volver a recuperar el respeto». «El PP se merece un respeto. No voy a aceptar menosprecios, insultos, complejos ni vacilaciones contra el PP». Fue muy claro al advertir que no va a consentir que se menosprecie a su partido, «ni desde dentro ni desde fuera». «Volver a ser el partido que fuimos es nuestro objetivo», advirtió.
En un mensaje que sonó a llamamiento a la unidad interna, subrayó que el congreso en Sevilla no es el suyo, sino el de todos. «La clave de este partido no son los equipos que vayan pasando, sino las ideas y el poso ideológico que dejamos. No sobra nadie, nos faltan todos los que se han ido y todos los que si les damos una oportunidad volverán. A todos ellos les esperamos en casa».