Feijóo despega, Sánchez aguanta, Yolanda flojea y Abascal se hunde

Ilustración de Erich Gordon

Afalta de menos de tres semanas para que los españoles acudamos a las urnas y tras un deslavazado comienzo de campaña con multitud de errores no forzados por parte de todos los partidos, las cosas comienzan a clarificarse según el Votómetro elaborado por Redlines para THE OBJECTIVE con la media ponderada de las encuestas realizadas por las 15 encuestadoras mejor rankeadas del país.

Según este estudio, los votantes estarían comenzando a concentrar su voto en las opciones políticas mayoritarias a ambos lados del espectro ideológico, beneficiando de esta forma tanto al Partido Popular, que por primera vez y gracias a un aumento en su intención de voto de más de medio punto alcanzaría los 150 diputados, quedándose muy cerca del 36% de los sufragios, como al PSOE, que con con un incremento algo menor pero también significativo, lograría superar con claridad el 27%, obteniendo de esta forma 106 actas de diputado.

Los grandes damnificados de esta eclosión del voto útil que está activando de forma masiva las transferencias de voto intrabloques serían tanto Vox como Sumar: las dos opciones políticas situadas en los extremos ideológicos quedarían claramente por debajo del 14%, impidiéndoles a ambos rentabilizar sus votos en las provincias medianas y pequeñas y reduciendo su presencia parlamentaria drásticamente.

«De confirmarse el trasvase de votos de Vox, el PP podría situarse en torno a 160 diputados»

Así, Sumar, la fuerza política armada por Yolanda sería la tercera fuerza en el congreso de los diputados con 29 escaños y un 13,4% del voto, mientras que Vox sufriría una importante caída en su número de asientos en el congreso, pasando de los 52 actuales a los 27 que le otorga este tercer Votómetro.

El análisis de los datos deja pocas dudas a la derecha del tablero. Mientras los populares consolidan el trasvase de casi un millón de votos provenientes del PSOE, además de todos los recogidos tras el cataclismo de Ciudadanos, los órdagos constantes lanzados por Vox al PP en diversas comunidades autónomas están teniendo el efecto contrario al esperado por el equipo de Santiago Abascal y han activado un intenso tráfico de votos desde la formación nacionalpopulista hacia el partido dirigido por Alberto Núñez Feijóo. El trasvase es tan intenso que, de confirmarse esta tendencia las próximas semanas, algo nada descartable, la formación popular podría perfectamente situarse en torno a la cota de 160 diputados la noche del 23 de julio, una cifra suficiente como para intentar obtener en solitario la investidura en segunda votación.

Una situación que también se repite en el ala izquierda del tablero con distintos protagonistas, es decir, con un PSOE que no solo ha dejado de bajar en las encuestas, sino que además comienza a crecer gracias a dos elementos concurrentes: por un lado, una creciente transferencia de voto útil desde su izquierda, que estaría dejando en los huesos a una Yolanda Díaz víctima de una campaña inane, y por otro, una ligera activación de la bolsa de más de un millón de abstencionistas que a día de hoy siguen debatiéndose entre quedarse en sus casas o votar al PSOE.